La exposición busca clarificar las relaciones entre naturaleza y cultura, y la responsabilidad humana en las formas que adopta el mundo. Estará disponible hasta el 31 de agosto en Galería El Museo
“Exponer la belleza de la naturaleza y reflexionar acerca de cómo nos encargamos de destruirla, por medio del arte, responde al propósito de las obras: hacer sentir algo”, dice Daniel Gardeazábal, uno de los curadores de la exposición más reciente de Galería El Museo: Visiones de la naturaleza. Esta muestra brinda una mirada de artistas clásicos como Alejandro Obregón, hasta contemporáneos, cada uno desde su propio estilo, entorno y técnica como la pintura, la escultura, la fotografía y el textil.
El propósito de la exposición es destacar cómo la naturaleza ha sido elemento fundamental de inspiración e interpretación en el arte, desde el principio de su historia. Retratarla permite un acercamiento para apropiarse y cuidar esta casa común que habitamos, y crear un libro abierto de información de las y los artistas que comparten distintos hallazgos y reflexiones acerca de conectar nuestra responsabilidad con el entorno natural.
De las cenizas a la vida
Frailejones
Escultura en papel
Creado por Jairo Manzano, un arquitecto cucuteño apasionado por el papel, este paisaje está ensamblado dentro de una caja acrílica, para “encapsular un pedazo de nuestro territorio”, según el artista. En esta obra se busca representar la relación entre la naturaleza y el humano que trata de controlar, medir, nombrar y clasificar los paisajes. Fue inspirada a raíz de los incendios forestales a principios del 2024, cuando los páramos sufrieron a causa del fuego, y dos semanas después los frailejones habían retoñado. “Es la idea de la naturaleza y su regeneración, que muchas veces supera nuestra propia capacidad”, dice Jairo.
“A los humanos nos pasan cosas negativas y es muy difícil recuperarnos y volver a surgir; en cambio, la naturaleza nos muestra cómo desde las cenizas se puede volver a la vida”.
Desde la pandemia, Jairo ha realizado esculturas de representaciones botánicas como palmas de cera y plátano, pues considera que al ser humano le queda mucho por aprender de la naturaleza, como ciclo infinito que retoña, aun si el pavimento la quiere cubrir.
Sin importar su pasado, la tierra podrá florecer
Articulaciones
Fotografía
Articulaciones es un retrato fotográfico de unas flores que tienen como fondo una pared desgastada. Hace parte de un proyecto de Juanita Carrasco en el que según ella se define por “usar el andar como una práctica estética para recorrer espacios históricos o culturales”. Carrasco se dedicó a registrar el Bronx, en Bogotá, para caminar en la penumbra sobre colchones, escombros y restos de lo que alguna vez sucedió en este lugar, “y narrar otra oscuridad. Sabía que no quería volver a contar la historia habitual sobre la violencia y el abuso”, explica la artista.
El proyecto consistió en visitar el lugar varias veces con su cámara análoga de 6x6. Con el paso de los meses, registró fachadas que ya no están, mensajes de las paredes y oraciones que los habitantes escribían. A través de la fotografía, revivió aquellos escenarios y notó cómo con el pasar de los meses empezaron a florecer plantas de uchuva, fresa y otras frutas.
“Entre la oscuridad del Bronx, florecen frutos y arbustos”.
Juanita señala que la naturaleza tiene más fuerza que cualquier poder humano, y una enseñanza sobre la transformación y la construcción de las ciudades. Para ella el arte permite interpretar y construir el eje histórico que permite conocer la identidad colectiva.
Habitando la extracción
Cómo transportar una montaña
Acrílico y carbón sobre madera tallada
Durante dos años, Lucas Gallego se ha dedicado a mostrar la explotación que sufre el territorio y cómo la materia prima se utiliza para el beneficio del ser humano. En su caso, el artista relata que en La Jagua de Ibirico, en el departamento de Cesar, la población alcanzaba a ver la cuenca del río, pero tras la explotación carbonífera, ahora solo ven montañas artificiales.
Este tipo de extracciones, según el artista, se llevan a cabo en minas a cielo abierto con remociones grandes de material que termina acumulado en las cuencas, y posteriormente forma montañas artificiales que alteran el paisaje y hábitat natural.
“Esta denuncia es un poco discreta. Existe una mención más genérica a partir del mismo acto de transformar el territorio y es más importante que una denuncia particular a una empresa o un nombre”.
Lucas ha continuado esta línea de trabajo en la que aborda la explotación natural para el bienestar humano y cuestiona el papel del artista en cuanto a la plasticidad de la materia.
Todo terreno fue antes un paisaje
Plano de corte (Poussin)
Minas de grafito
Camilo Bojacá interviene sobre grabados del pintor francés Nicolas Poussin para hacer planos de corte y crear distintas caras de un mismo diseño. Su manera de aproximarse a la naturaleza es la percepción arquitectónica, que en diferentes épocas y movimientos ha puesto en evidencia el contraste entre las construcciones humanas que buscan la simetría y lo geométrico, y lo natural, que es más orgánico.
“Para nuestra sociedad lo que importa es conquistar el terreno, pero construimos en lo que antes había un paisaje”.
“Nosotros somos parte de la naturaleza y si no transformamos las dinámicas de extracción o de aprovechamiento, estamos condenados a nosotros mismos”, afirma el artista, quien cree que, como especie, el ser humano debería dejar de ver a la naturaleza como una inferior y trabajar desde su corresponsabilidad.
Observar, mezclar, sobreponer y traducir
Camino a través de la espesura
Óleo sobre lienzo
Valeria Alfonso se dedica a crear en su obra un diálogo entre la pintura, los libros, las imágenes y su entorno para plasmar e interpretar un paisaje por completo. En esta obra reúne distintas referencias de imágenes y objetos: “Siento que es como un primo del collage, que también tiene algo de archivo, pero que se diluye porque el óleo lo transforma” explica. Cada elemento en la obra se camufla y crea una mezcla entre los personajes y el paisaje, desdibujando los límites que hay entre lo humano y lo natural.
“Tenemos una pulsión muy instintiva de querer estar cerca de la naturaleza, de querer verla. Siento que pintar es una forma de tratar de entenderla”.
Esta artista es una de las expositoras más jóvenes de la muestra, y cuenta que es un privilegio que su obra esté rodeada de otros artistas que incluso influyeron en su trabajo, como su maestro Gabriel Silva, quien también participa en la exposición con su obra Todo al mismo tiempo.
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