Buena parte de las lesiones y problemas musculares de quienes hacen ejercicio se deben a la falta de calentamiento. Existen algunos detalles que se deben tener en cuenta para acondicionar el cuerpo correctamente. Estos son los errores más frecuentes.
No calentar lo suficiente
El calentamiento permite que la sangre comience a circular más rápido para que haya más oxígeno disponible en los músculos. Unos músculos calientes y flexibles se lastiman menos, dice la doctora Carolina Held, médica fisiatra adscrita a Colsanitas. Por eso, se recomienda tomarse cuando menos cinco minutos para prender motores y poner el cuerpo en marcha. Cuandose va a realizar una actividad deportiva durante un tiempo prolongado, como un partido de fútbol o de tenis, o una buena sesión de bicicleta, el calentamiento debe ser de por lo menos 10 a 15 minutos.
Hacer estiramientos fuertes al comienzo
Estirar es fundamental para ganar flexibilidad. Es incluso instintivo: basta ver que lo primero que hace un gato o un perro antes de moverse es estirarse. La idea es comenzar caminando rápido o trotando suavemente, a bajo ritmo, e ir aumentando la actividad de forma progresiva, para que cuando llegue el momento de estirar los músculos, los tendones y las articulaciones tengan mayor movilidad. Así se trate de una fase de preparación, cualquier exigencia desmedida en el calentamiento puede ocasionar lesiones serias y crónicas. Vaya poco a poco.
No estirar al final
Después de la práctica deportiva es preciso dedicar unos minutos a estirar de nuevo los músculos y articulaciones. En esa fase final el cuerpo comienza a metabolizar las sustancias que ha producido el organismo durante la práctica deportiva, como el ácido láctico, cuya acumulación se percibe con el molesto dolor muscular al día siguiente. Terminar con estiramientos también sirve para reducir el cansancio, recuperar energía y relajar tanto la mente como el cuerpo. El calentamiento por la mañana debe ser más largo que en la tarde, ya que en las primeras horas el organismo necesita más tiempo para adaptarse al esfuerzo.
No escuchar al cuerpo
El calentamiento debe ser individualizado. Los niños y los adolescentes, así como una persona bien entrenada, requieren menos minutos de calentamiento que un adulto mayor, un individuo sedentario o un paciente con una enfermedad crónica. La elasticidad se pierde con los años. Por eso, a mayor edad, más tiempo de calentamiento. Otra recomendación es consultar con el médico acerca del tipo de ejercicios que se deben evitar en caso de haber sufrido una fractura, un esguince o un desgarro. Aunque un cuerpo en movimiento se mantiene más sano, en algunos casos es mejor no correr riesgos.
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