Desde hace cuatro años, distintos grupos en Facebook han conectado a personas en Colombia para extender la vida de los globos de fiesta. Si un arco de globos puede durar más de una semana inflado, ¿Por qué limitarlo a una sola celebración?
Desde hace unos cuatro años, una serie de grupos en Facebook han conectado a personas de diferentes ciudades de Colombia para extender la vida (poco) útil, pero fiestera, de un elemento infaltable en las celebraciones colombianas: la decoración con globos. Si un arco de bombas puede durar más de una semana inflado, ¿Por qué limitarlo a una sola fiesta? ¿Qué tal si a un par de casas alguien necesita adornar su fiesta?
Es curioso pensar que, al celebrar nuestros cumpleaños, ciertos objetos salen de sus paquetes y empiezan una vida por y con nosotros. Y es que, ¿Cómo imaginar una fiesta colombiana sin el acto de compartir una torta con velas, un letrero de feliz día y algunas bombas de decoración? Más allá del aura festiva, lo cierto es que los cubiertos, los vasos y los globos que utilizamos por un par de horas o minutos pueden tardar más de 400 años en degradarse.
Por eso, la iniciativa de los grupos que regalan adornos de fiestas resulta tan pertinente. Con solo escribir en el buscador de Facebook “Dona tu decoración…”, aparecen más de diez grupos de distintas partes del país, repletos de fotografías de grandes arcos con bombas de colores que adornan toda clase de eventos. El objetivo es el mismo: reutilizar los globos o decoraciones, y darles un segundo, tercer o cuarto momento de alegría en familia.
El principio es sencillo. Quien desea donar la decoración de su fiesta publica una foto en el grupo de su ciudad o localidad, indicando dónde y cuándo estará disponible. Luego, una persona interesada —posiblemente alguien que viva cerca— la reclama en los comentarios, idealmente mencionando el lugar y la fecha en que la usará. Después organizan la recogida y, finalmente, quien la recibe utiliza la decoración en su celebración y se compromete a repetir el proceso, para que otra familia también la aproveche.
La idea se le ocurrió a Luisa Fernanda Zapata Hoyos, una jardinera caleña, a inicios del 2020, cuando vio cómo los arcos de globos de un bautizo eran desechados a pesar de estar casi intactos. “Yo dije: ¿Y si reutilizamos esos arcos y creamos un grupo donde se beneficie tanto el planeta como las personas?”. Sin embargo, no fue hasta el 19 de agosto de ese año que se animó a crearlo y a invitar a otras personas a unirse. Hoy, el grupo de Luisa, llamado en Facebook #1 Cali dona tu decoración (Reciclamos, rehusamos, reutilizamos), cuenta con 14.200 miembros y ha inspirado la creación de grupos similares en ciudades como Bogotá, Medellín, Cúcuta y Pereira.
En la capital, el grupo más grande se llama Dona tu decoración 🎉🎊🥳🎈 (Bogotá y toda Colombia) y cuenta con 30.300 miembros. Sin embargo, a pesar de ser el más numeroso, no es el único ni el primero. Jamie Carolina Rodríguez fue una de las primeras en administrar un grupo de reutilización de decoraciones en Bogotá, a través de Dona tu 🎈🎉🎈🎉 a favor de nuestra 🌎🌱 Bogotá, que hoy tiene 14.200 participantes. En septiembre de 2020, mientras promocionaba su emprendimiento a través de diferentes grupos de Facebook, se topó por casualidad con el de Luisa. “Tan chévere eso, ojalá en Bogotá hubiera algo así”, pensó, fascinada con la idea. Cuando Ingrid Guzmán, una conocida suya, le propuso crearlo juntas, no lo dudó y aceptó.
Después de tres años administrando sus respectivos grupos, tanto Luisa como Carolina coinciden en que la iniciativa implica un compromiso significativo. Dado que las bombas tienen una vida útil limitada, la principal tarea de quienes administran estos grupos es asegurarse de que el mayor número de personas se beneficie de ellas. Carolina cuenta que, en un solo fin de semana, ha habido arcos que se han utilizado en tres celebraciones distintas. En Cali, Luisa ha visto hasta diez familias reciclar la misma decoración.
Muchas veces, ya sea por falta de tiempo, organización o voluntad, quienes reciben los adornos no los ponen de nuevo en circulación. También se han presentado casos en los que personas inescrupulosas han puesto a la venta en otros grupos de Facebook los arcos de bombas previamente donadas. Para hacerle seguimiento a las decoraciones, las administradoras suelen establecer contacto directo con quienes las reciben y con quienes las regalan, ya que muchos quieren saber qué sucede con sus aportes. "A veces me decían: ‘yo le doné esto a esta chica y me bloqueó’. Iba a revisar, y me encontraba también bloqueada", comenta Carolina. Algunos creían que, al recibir una donación, podían hacer lo que quisieran con ella. Sin embargo, el compromiso siempre ha sido donarlo de nuevo, sin obtener ningún beneficio económico.
Para enfrentar este tipo de situaciones y con el aumento continuo de miembros, sobre la marcha se fueron estableciendo diferentes reglas para garantizar el funcionamiento de la dinámica. Quizá la más importante es señalar dónde y cuándo se encuentra disponible la decoración, pero a ello se suma ser respetuosos, cumplidos y puntuales, así como comprometerse a utilizar un transporte adecuado para recoger las decoraciones.
Lo ideal es que quien dona y quien recibe no estén muy lejos entre sí para que los globos circulen con más facilidad y menos impacto ambiental. Algunas personas utilizan sus propios vehículos o el transporte público para recoger las decoraciones. En Bogotá, por ejemplo, cuando los arreglos son muy grandes, suelen dividirlos en dos o tres partes y llevarlos en Transmilenio. Pero igual, en cada grupo, existe la opción de contratar un servicio de transporte que puede costar desde $10.000 hasta $50.000 pesos, según la distancia.
Una de las normas que Carolina estableció en el grupo de Bogotá es no permitir publicaciones solicitando donaciones, algo que ha sido un alivio para evitar que las personas pidan más de lo necesario, como vestidos o tortas. “De todas formas es una fiesta, se hace si tienes la forma económica de hacerla, pero si no la haces no pasa nada. Si tú quieres homenajear a alguien, le haces una tortica, el detalle es lo que cuenta”, opina la bogotana. Con el tiempo, se fue retirando de a poco y nombrando a nuevas moderadoras para acompañar el inmenso trabajo voluntario que implica el grupo. Ahora, se dedica a aceptar a los nuevos miembros, y admitir o negar las diferentes publicaciones que se hacen diariamente.
A diferencia de la prohibición anterior, los emprendedores en decoración de globos no han quedado por fuera de esta iniciativa. Con frecuencia, ellos también participan en el grupo donando sus trabajos. “Esta ciudad es tan grande que permite a las personas que trabajan en decoración sigan viviendo de ello”, dice Carolina, quien impulsó durante un tiempo los “lunes de emprendimiento" para apoyarlos. Se publicaba un anuncio en el que se pedía a los decoradores que compartieran fotos y la información sobre sus servicios. En esos días, podían acumular hasta trescientos comentarios.
La colaboración de los miembros y el esfuerzo de los moderadores han sido clave para ampliar el impacto de esta iniciativa. Gracias a estas dinámicas, el grupo ha logrado reducir el desperdicio de decoraciones festivas y ofrecer una solución a las familias con dificultades económicas. Para un arco, suelen utilizarse entre 75 y 150 globos, según el tamaño y la altura de la pieza. Con la reutilización de una sola decoración se pueden ahorrar más de 300 globos que en condiciones normales pueden tardar aproximadamente seis meses en descomponerse, en caso de ser de látex.
El bolsillo también se beneficia; dependiendo de la experiencia del decorador, del tamaño, la calidad y la variedad de los materiales, las decoraciones con globos pueden costar más de $200.000. Con esta iniciativa, las familias pueden celebrar sus eventos de forma más asequible, al tiempo que contribuyen a la reducción del impacto ambiental de las fiestas.
Carolina señala que la mayoría de las personas se muestran muy agradecidas. En ocasiones, los gestos de gratitud van más allá de las palabras. Una vez, al enterarse de que el arco de su cumpleaños había sido donado, una niña le hizo un dibujo a la persona que se lo cedió. Otros ofrecen pequeños obsequios, como chocolatinas o postres, en señal de agradecimiento. Esto muestra que los globos son más que una simple decoración. La popularidad de esta iniciativa refleja el lugar cultural y emocional de las bombas, presentes en todo tipo de festejos a lo largo de nuestra vida, desde reinados y carnavales, baby showers, quince años, hasta matrimonios.
La esencia de esta iniciativa es un ejemplo de cómo la colaboración puede transformar los encuentros, las fiestas y su impacto. En cada arco de globos reutilizado y en cada celebración adornada, se refleja un profundo sentido de comunidad y solidaridad. Para Carolina, el asunto no está en poner unos globos y cantar el cumpleaños: “Si uno se pone a pensar, todo contamina. Los vasos, la caja en la que venía la torta… todo contamina. Sin embargo, la donación equilibra el impacto (…) Detrás de esa tradición bonita está el querer fomentar el cariño del hogar. Detrás hay risa, unión y familia”.
Los infaltables de las fiestas colombianas y su tiempo de descomposición
- Pastel de cumpleaños: resiste en el plato el tiempo del happy birthday
- Velas: lo de las fotos en familia
- Vasos y platos plásticos: 50-75 años
- Cubiertos plásticos: 400 años
- Globos: si son de látex, entre seis meses y un año; de poliuretano, 450 años
- Piñata: de cartón y papel, entre seis meses y un año; de icopor, entre 500 y 1000 años.
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