Robert Farah y Juan Sebastián Cabal vuelven a emocionar al país con esta serie que retrata su retorno a Wimbledon, repasando sus triunfos y el vínculo con el equipo Colsanitas que los llevó a ser leyendas del tenis mundial.
Wimbledon convocó a Robert Farah y Juan Sebastián Cabal para competir en su torneo de leyendas de este año. Fue la oportunidad perfecta para rodar la serie Colombian Power: El Regreso, donde se atreven a contar, con honestidad y cercanía, lo que hay detrás de sus triunfos y de la amistad que los sostuvo durante más de dos décadas.
Todo nació casi como un juego, en medio de un almuerzo cualquiera: “Vamos a volver a jugar Wimbledon este año”, dijo Cabal, sin imaginar que aquella frase abriría la puerta a un proyecto que mezcla nostalgia, gratitud y una mirada íntima a sus vidas. La serie documental revive uno de los retornos más emotivos en el tenis. Fue estrenada el pasado 13 de julio en YouTube, TikTok e Instagram. Esta producción de seis capítulos invita a redescubrir a dos colombianos que marcaron un hito en la historia deportiva de nuestro país, al coronarse campeones de Wimbledon en el 2019, el torneo de tenis más antiguo e importante del circuito de la ATP, y ser reconocidos como los mejores tenistas del mundo en ese momento.

Lejos de ser solo un repaso de victorias, la serie se adentra en sus raíces, en los obstáculos que enfrentaron; desde lesiones y dudas personales hasta la presión de la élite, y en el momento en que decidieron, tras el retiro, volver al lugar donde inició su leyenda.
La serie es una oportunidad para conocer a Farah y Cabal dentro y fuera de las canchas: Como padres, esposos, amigos y referentes. A través de entrevistas, archivos inéditos y testimonios de sus familias, el documental construye un retrato humano. Es también un tributo a la amistad y una carta de amor a Colombia que invita a soñar en grande y a creer en los nuevos comienzos.
Un viaje íntimo y deportivo
El proyecto se construyó desde la autenticidad. “Queríamos sacar una serie que pudiera mostrar todo lo que fue nuestro proceso ganando Wimbledon, nuestro retorno acá, cómo lidiamos con nuestra familia a través de todos los años y a través de los triunfos”, contó Robert Farah durante el lanzamiento de la serie. Para ellos, el regreso a Londres fue la oportunidad perfecta para llevar esa idea a la realidad.
Durante varias semanas, las cámaras acompañaron a Farah y Cabal en su día a día, abriendo espacios privados y momentos íntimos. “Quisimos darle acceso total a las cámaras, a nuestras vidas, a nuestras familias, al día a día”, dijo Farah. “Yo creo que el reto más grande que tuvimos fue encontrar el equipo correcto con el cual nos pudiéramos sentir cómodos. Al final del día le estás dando acceso a este equipo a tu vida privada, a tu familia, a tu casa… y eso era muy importante para nosotros”.

Una carrera que comenzó en el Equipo Colsanitas
La dupla reconoce que nada habría sido posible sin el respaldo de Colsanitas desde sus inicios hasta la cima en Wimbledon. “Colsanitas siempre fue la columna vertebral de nuestra carrera”, recuerda en el segundo capítulo de Colombian Power Cabal, quien dejó su casa antes de los 15 años para integrarse a un entorno que les dio hogar, disciplina y proyección. En el mismo capítulo, Robert Farah expresa su agradecimiento a Colsanitas como patrocinador principal: “El tenis es un deporte caro. Sin Colsanitas, yo creo honestamente que el tenis colombiano hubiera tenido el 10 % de lo que tiene en este momento”, señala.
Después de más de dos décadas, ese lazo sigue intacto. “Colsanitas, el tenis y nosotros prácticamente somos uno. Sin ellos hubiera sido imposible”, resume Cabal en la serie, que también es un homenaje a quienes siempre creyeron en ellos.
“Vas a sentir mucha más presión si tu meta es algo que no puedes controlar”, explica Farah. Por eso, antes de un partido decisivo, en lugar de pensar únicamente en ganar, se enfocaba en lo que sí podía controlar: descansar bien, ejecutar su táctica, correr cada pelota y mantener la concentración.
El músculo de las leyendas: la mente
Aunque en el camino hacia sus metas los tenistas tuvieron que hacer esfuerzos grandes, Cabal no sintió nunca que estuviera haciendo un sacrificio. “El sacrificio sucede cuando te obligan a hacer algo que no te gusta. Yo nunca lo vi así”, explicó durante el lanzamiento. Esa mirada convierte lo que otros llamarían renuncias en oportunidades. “Lo disfrutaba muchísimo, sabía que era el paso que tenía que dar. Obviamente la casa hace falta, la familia también, pero no se ve como un sacrificio”, añadió Cabal, pues vivir lejos de la familia y asumir responsabilidades de adulto fue difícil, pero también lo asumió como un paso natural hacia un sueño. En contraste, Farah confesó: “A veces sí se termina sintiendo como un sacrificio y es porque estás poniendo las metas equivocadas en tu cabeza”. Para él, el secreto está en no atar el esfuerzo a resultados inmediatos o premios, sino al proceso personal de mejorar cada día.
Robert Farah comentó que la presión es inseparable del alto rendimiento: “Hay una frase entrando al estadio de Arthur Ashe, en el US Open, que dice: ‘La presión es un privilegio’. Si estoy sintiendo presión es porque estoy en una situación que muchos quisieran vivir”. Sin embargo, aclaró que gran parte de esa presión surge de cómo se fijan las metas. Al respecto Cabal enfatizó que la mente es un músculo que también se debe trabajar. Desde sus inicios, la dupla recibió apoyo psicológico y psiquiátrico, lo que los motivó a desarrollar la autocrítica positiva.
Ese trabajo interno les permitió entender lo que en apariencia parecía abrumador. No se trataba solo de ganar un torneo, sino de cumplir pequeñas metas cotidianas, tangibles y controlables. Con esa mentalidad, la presión se transformó en motivación: un recordatorio de que estar allí, en la cancha, no era una carga, sino la consecuencia de años de preparación, disciplina y cuidado de su salud mental.

En el presente, Farah y Cabal siguen comprometidos con sus pasiones: el tenis y la filantropía. Apoyan a jóvenes tenistas del país con sus experiencias deportivas y de salud mental. También han impulsado el pádel a través del club La Pala, que abrió sus puertas al público este año en el norte de Bogotá.
Ver la serie es asomarse al corazón de dos deportistas que decidieron abrir sus vidas para inspirar a otros. Es un recordatorio de que el triunfo no termina con un trofeo, sino que continúa en cada paso dado con pasión y gratitud. En el canal de YouTube Colombian Power se alojan los seis capítulos.
Este artículo hace parte de la edición 201 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.


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