Cada seis segundos una persona sufre un ACV en el mundo, de acuerdo con la Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular. Le contamos qué es, cómo se trata y cómo prevenirlo.
El ataque cerebrovascular es una condición que provoca graves lesiones en el cerebro. De acuerdo con Eugenia Jaramillo, coordinadora del programa de ACV Clínica Reina Sofia y neuróloga adscrita a Colsanitas, la enfermedad ocurre cuando se obstruye el flujo de la sangre, impidiendo que el cerebro reciba oxígeno y nutrientes para su óptimo funcionamiento, ocasionando muerte neuronal y un daño permanente.
La doctora Jaramilo explica además que los síntomas se suelen presentar de manera rápida y pueden ser: parálisis facial, debilidad en alguna extremidad, alteración de la visión y el lenguaje, y asimetría en uno de los lados de la cara, entre otros.
Causas
Existen factores de riesgo prevenibles que aumentan la probabilidad de padecer un ACV como la hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, consumo de bebidas alcohólicas, obesidad, niveles altos de colesterol en sangre y arritmias cardíacas.
Entre los factores de riesgo no modificables se encuentran la edad, pues el riesgo aumenta después de los 60 años; el sexo, pues las mujeres tienen mayor probabilidad de padecerlo por el embarazo, la diabetes gestacional, las terapias hormonales y el uso de anticonceptivos; y haber padecido previamente un ACV, de acuerdo con la Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular.
Secuelas
Las personas que sobreviven a un ACV pueden presentar secuelas leves o graves, dependiendo de la zona afectada y el tiempo que se haya tardado en recibir el tratamiento adecuado. Las secuelas pueden afectar la movilidad, lenguaje y razonamiento de una persona y convertirse en:
● Parálisis
● Debilidad
● Alteraciones visuales
● Cambios de personalidad y el comportamiento
● Afasia, trastorno del lenguaje que dificulta la capacidad de comunicación
● Cambios en el rostro
● Dificultad para comer
● Problemas de memoria
Tratamiento y recuperación
Existen dos tipos de ACV, los isquémicos y los hemorrágicos, y para cada uno de ellos hay un tratamiento específico.
Cuando se presenta un ataque cerebrovascular isquémico es porque hay una obstrucción del flujo de la sangre por un coágulo sanguíneo, por eso el tratamiento recomendado es la trombólisis intravenosa, que desintegra el coágulo para que la sangre puede volver a fluir con normalidad. Otros de los tratamientos para este tipo de ACV incluyen medicamentos anticoagulantes y extracción del coágulo mediante un procedimiento quirúrgico llamado trombectomía.
Por su parte, el ACV hemorrágico es causado por un derrame de sangre en el cerebro y el tratamiento dependerá del tipo de hemorragia. Sin embargo, los más comunes son: fármacos para disminuir la presión arterial y procedimientos quirúrgicos para drenar la sangre.
Además del tratamiento, que debe ser suministrado en el menor tiempo posible y dependiendo de las secuelas y daños del ACV, se recomiendan una serie de terapias para una mejor recuperación:
● Terapias del lenguaje
● Terapias de estimulación cognitiva
● Fisioterapia para mejorar la fuerza y equilibrio
Recomendaciones de prevención
De acuerdo con la doctora Jaramillo, uno de cada cinco sobrevivientes presentará nuevamente un ACV. “El ataque cerebrovascular se puede tratar si se consulta de forma rápida y, más importante aún, se puede prevenir con hábitos de vida saludables”, comenta.
Por esta razón, le brindamos algunas recomendaciones para que prevenga su aparición:
1. Mantenga una dieta balanceada con un alto contenido en frutas, verduras y proteínas, evitando las grasas trans y los azúcares.
2. Realice actividad física al menos 30 minutos al día.
3. Controle las enfermedades como tensión alta, colesterol y diabetes.
4. Evite el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.
5. Monitoree su presión arterial.
6. Mantenga un peso adecuado.
La cifra
El ACV es la segunda causa de muerte en Colombia y la primera causa de discapacidad en el mundo, de acuerdo con la Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular.
Eugenia Jaramillo, coordinadora del programa de ACV Clínica Reina Sofía y neuróloga adscrita a Colsanitas
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