Una dieta libre de preservantes y alta en fibra pueden ayudar al cuerpo a desintoxicarse naturalmente.
l término desintoxicación había estado asociado a los procesos de rehabilitación o recuperación de alcohólicos y consumidores de estupefacientes. Pero en las últimas dos décadas comenzó a hablarse sobre las toxinas que asedian al cuerpo humano desde adentro y desde afuera. Se empezó a considerar clave mantenerlas bajo control, como parte de un nuevo estilo de vida que busca mantener la buena salud o recuperarla en caso de haberla perdido entre malestares, molestias y diversas enfermedades.
Aprovechando la nueva idea, las diferentes medicinas alternativas lanzaron diversas recetas para “limpiar el organismo”; sin excepción, todas estaban cruzadas por el término “natural” o “ingredientes naturales”. ¿Quién podía resistirse a lo “natural” en medio de tanta comida sin nutrientes, remedios químicos y contaminación?
De esta manera se inició una nueva era en el autocuidado, cuyo objetivo es sentirse renovado y con mucha energía.
Diversos estudios científicos sostienen que el cuerpo humano, por su fisiología y metabolismo, se libera de toxinas en todo momento por medio de los riñones, el hígado, la piel, los pulmones y el sistema gastrointestinal. Con hábitos sanos de vida está garantizado su buen funcionamiento.
Carlos Arturo Vargas, médico bioenergético, confirma que el cuerpo tiene la capacidad para desintoxicarse solo, pero si se abusa de él con hábitos como mala alimentación, cigarrillo, alcohol, se necesita una desintoxicación externa. Porque si no se aplica esta “limpieza”, con toda seguridad la potencia y la energía del cuerpo disminuirán hasta que opaquen la vitalidad y abran el camino a las enfermedades.
Vargas sostiene que estas dietas para limpiar, no son dirigidas a un solo órgano, sino destinadas a desintoxicar de forma integral: “Porque al mejorar la parte física también lo hace la mente y el espíritu. Es un equilibrio en cada uno de estos estados”.
Ya en el siglo XVI, el alquimista, médico y astrólogo suizo Teofrasto Paracelso, considerado el padre de la toxicología moderna, había lanzado la siguiente sentencia: “Todo es veneno, nada es veneno, solo la dosis hace al veneno”.
La defensa es el mejor ataque
Un primer protector contra las sustancias químicas que pueden intoxicar o dañar el cuerpo es el sistema enzimático, conformado por sustancias que produce el cuerpo y tienen como función romper enlaces químicos. Cada órgano produce sus propias enzimas (proteínas catalizadoras), que se hacen cargo del metabolismo y demás funciones.
Además, apunta Pilar Julieta Acosta, médico toxicóloga, “el sistema autoinmune es el sistema de defensa que arma una respuesta cuando ingresa un patógeno o una sustancia extraña al cuerpo, lo que implica una serie de procesos químicos para eliminar a ese agresor”.
Los médicos y naturistas coinciden en que la mayor cantidad de toxinas en el cuerpo humano son el resultado del estilo de vida que lleva la mayoría de la población urbana, que se caracteriza, entre otros, por el afán, la angustia y la ansiedad.
Además de la comida rápida, los alimentos refinados, la comida que no es integral, los transgénicos, los preservantes, las bebidas azucaradas y con edulcorantes, los jamones, las comidas congeladas… “Todas estas tienen nitratos o preservantes para que no se deterioren o se dañen, que son los que comienzan a intoxicar el organismo”, explica Vargas.
En consecuencia, a la hora de pensar cuál es la mejor forma de evitar las toxinas, los médicos recomiendan prevenir y adoptar una alimentación nutritiva, reducir el estrés (en altos niveles produce toxinas que envenenan la mente y el espíritu), evitar el consumo excesivo de alcohol y de nicotina, realizar alguna actividad física periódica, tener un sueño reparador y evadir o controlar contaminantes del medio ambiente como aguas sin tratar, monóxido de carbono, chimeneas industriales y ruidos excesivos, entre otros.
Esta prevención se concreta en la dieta con el consumo de alimentos con antioxidantes, que ayudan a eliminar los radicales libres, que atacan las células y las hacen envejecer más rápido.
También comprende alimentos que tienen altos contenidos de fibra (que en el intestino delgado forman una especie de malla que recoge y arrastra muchas toxinas disueltas en el tubo digestivo), como frutas, verduras y granos.
Por otro lado, se recomienda incluir el ajo en la preparación de las comidas, porque sus propiedades antibacterianas y antibióticas protegen el cuerpo de enfermedades, reducen la inflamación y fortalecen el sistema inmunológico.
Otros alimentos recomendados en la dieta antitóxica diaria son té verde, jengibre, limón, remolacha, avena, arroz integral y flor de Jamaica, entre muchos otros. También es importante beber al menos dos litros de agua al día.
Los batidos
Entre la oferta de métodos de desintoxicación existentes en el mercado colombiano se encuentran los llamados “detox” o ayunos prolongados que privan al cuerpo durante varios días de los nutrientes necesarios, mientras son reemplazados por bebidas y batidos de frutas y verduras, por lo general concentrados, exentos de grasas y proteínas. Algunos son ricos en vitaminas y minerales, pero sobre todo en azúcares. Por su carga de fibra, unos tienen facultades laxantes, y por el agua abundante contenida tienen poderes diuréticos, lo que hace creer que se está “depurando” o “limpiando” el organismo.
Estos batidos supuestamente “descargan el hígado”, pero esto no tienen ningún soporte de la medicina. Lo que sí es cierto es que como aportan menos energía de la que el organismo necesita, este lleva al mínimo sus funciones, se adapta a la situación y recurre a sus reservas de grasa y proteína.
También está comprobado que la mayoría de “dietas o terapias de depuración o limpieza” que se proponen o venden al público carecen de evidencia médica o el respaldo de estudios científicos que las avalen o confirmen.
“Por eso, no se puede decir que todos los productos naturales son benéficos, porque muchas veces no sabemos qué ingredientes tiene; muchas veces lo natural, entre comillas, no es muy cierto. Eso depende del laboratorio, de la manufactura, de la planta escogida”, explica la toxicóloga Pilar Acosta.
Lo más recomendable es siempre consultar con un especialista que le indique una dieta adecuada según sus necesidades.
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