La primera visita ginecológica es un paso fundamental para las adolescentes, generalmente entre los 13 y 15 años. La ginecóloga Claudia Zambrano, adscrita a Colsanitas, comparte consejos para aprovechar al máximo esta primera consulta y garantizar una salud integral desde la adolescencia.
No existe una edad específica para acudir por primera vez a consulta ginecológica con una adolescente. Aunque generalmente sucede entre los 13 y los 15 años, los padres suelen solicitarla cuando la adolescente tiene su primera menstruación, para que reciba asesoría sobre higiene menstrual e información suficiente sobre las funciones de su cuerpo y cómo actúan sus hormonas. También se puede solicitar cuando la adolescente va a iniciar su vida sexual, para que conozca sobre prácticas de autocuidado y uso de anticonceptivos.
Por su parte, los adolescentes continúan su proceso de seguimiento médico con su pediatra, quien se encarga de asesorarlos en temas de salud sexual y reproductiva, y derivarlos a otras especialidades en caso de ser necesario.
Prevención y educación
La doctora Claudia Zambrano, ginecóloga y especialista en dolor pélvico adscrita a Colsanitas, recomienda que “las adolescentes visiten al ginecólogo antes de iniciar su vida sexual para que puedan recibir asesoría sobre anticoncepción y prevención de infecciones de transmisión sexual”. Además, resalta la importancia de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), disponible para niñas y niños entre los 9 y 17 años.
En el Plan Obligatorio de Salud de Colombia está incluida la vacuna que protege contra la infección por el VPH, que se recomienda solicitar tanto para niñas como para niños y que, según Profamilia, inmunizan contra las cepas más peligrosas del virus: la 16, la 18, 30 y 45 responsables del 90 % de los casos de cáncer de cuello de uterino.
Por su parte, la doctora Zambrano agrega que, cuando es posible para la familia, se considere optar por la vacuna Gardasil 9 a la cual se accede por medios privados. Según el Instituto Nacional de Cáncer (NIH), esta es una vacuna “aprobada por la FDA para usar en mujeres y hombres de nueve a 45 años con el fin de prevenir la infección por nueve tipos de VPH. Gardasil 9 protege contra los tipos 6 y 11 de riesgo bajo que producen la mayoría de las verrugas genitales. También protege contra los tipos 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 de riesgo alto que causan la mayoría de las lesiones precancerosas y los cánceres de cuello uterino, vagina, vulva, ano, y cabeza y cuello, incluso el cáncer de orofaringe”.
La consulta
La consulta ginecológica con una adolescente comienza con la recolección de datos personales por parte de la especialista. Incluye preguntas sobre sus hábitos, la frecuencia de sus menstruaciones, la regularidad del sangrado, si tiene algún dolor durante el ciclo, si ha tenido lesiones en la zona de los genitales, si ha sentido alguna molestia en los senos, cómo está su función urinaria y gastrointestinal, y cuáles son sus antecedentes, es decir, si sufre alguna enfermedad, toma algún medicamento, fuma o tiene alguna adicción.
Para esta cita es fundamental que la adolescente acuda junto a alguno de sus familiares más cercanos o acudiente. “Cuando una paciente llega por primera vez a la consulta debe estar siempre acompañada por un mayor de edad y, si es posible, examinarla frente a ese mayor de edad", comenta la especialista. Esto no solo proporciona apoyo emocional, sino que asegura transparencia y seguridad durante el examen.
Historia clínica
El historial médico también abarca preguntas sobre sus antecedentes familiares, enfermedades previas, medicamentos actuales, hábitos como el tabaquismo o el consumo de drogas, y problemas gastrointestinales como el estreñimiento, que pueden estar relacionados con el dolor pélvico crónico.
Según la doctora Zambrano, estudios han demostrado que niñas y adolescentes que tienen estreñimiento crónico a largo plazo pueden desarrollar dolor pélvico. “El dolor pélvico crónico no es solo de causa ginecológica. La mayoría puede llegar a ser gastrointestinal, solo el 20 % del dolor pélvico crónico se debe a causas ginecológicas”, dice la especialista.
Sobre el consumo de drogas, la doctora Zambrano explica que es una pregunta importante durante la consulta, y la razón es “porque puede afectar el consumo de algunos medicamentos o se puede redirigir a la paciente a los programas de prevención de consumo de sustancias psicoactivas”.
Después de conocer los datos personales, es importante determinar si la visita se debe a un chequeo de rutina o si se solicitó por un síntoma particular. En el segundo caso, la ginecóloga le hará preguntas detalladas a la adolescente sobre el inicio de la molestia, sus características y duración.
Métodos anticonceptivos
En cuanto a los métodos anticonceptivos, la doctora Zambrano recomienda métodos de larga duración, como los dispositivos intrauterinos o los implantes hormonales, para adolescentes sexualmente activas, ya que requieren menor mantenimiento y son más efectivos. Las pastillas anticonceptivas también son una opción recomendable, pero dependen de la disciplina y el apoyo del entorno de la adolescente.
La primera visita ginecológica puede ser el resultado de una comunicación abierta entre la adolescente y sus padres o acudientes, y representa una oportunidad para establecer una relación de confianza entre la paciente y el médico. Es fundamental que, durante la consulta, la adolescente se sienta tranquila para responder a las preguntas o describir los síntomas que la llevaron a pedir la cita.
Asimismo, la consulta sirve para educar sobre salud sexual y reproductiva, y detectar posibles problemas de salud a tiempo. La doctora Zambrano comenta que "es muy importante esta evaluación desde la adolescencia porque nos ayuda a iniciar una vida sexual más estable, disminuyendo el riesgo de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, y detectando patologías antes de que se vuelvan más difíciles de tratar".
Métodos anticonceptivos gratuitos para mujeres y hombres
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, el acceso a métodos anticonceptivos de forma gratuita garantiza “la oportunidad de escoger el anticonceptivo y según indicaciones médicas, también a promover el respeto y la garantía a los derechos humanos, incluyendo el derecho a la vida y a la libertad de opinión y expresión, el derecho al trabajo y a la educación, además de generar beneficios únicos para la salud, y el bienestar en otros aspectos como: continuar con el proyecto educativo, mayor autonomía para las mujeres y a la reducción de la pobreza generacional”.
Los métodos gratuitos son:
- Dispositivo intrauterino o T de cobre. (Mujer)
- Dispositivo Intrauterino hormonal. (Mujer)
- Implantes subdérmicos de 3, 4 y 5 años. (Mujer)
- Anticonceptivos orales. (Mujer)
- Anticonceptivos inyectables. (Mujer)
- Preservativos. (Hombre)
- Vasectomía y oclusión tubárica. (Hombre)
Beneficios del uso de métodos anticonceptivos
- Reduce la morbilidad y muertes maternas y perinatales.
- Disminuye los embarazos en la adolescencia.
- Reduce el aborto inseguro.
- Separa la sexualidad de la reproducción.
- El uso simultáneo tanto de un método de anticoncepción de barrera más uno hormonal, DIU, o anticoncepción definitiva, reduce los riesgos de infección por VIH/Sida, y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
- Posibilita la autonomía y autodeterminación reproductiva de las mujeres, para decidir cuándo y cuántos hijos desean tener.
- Permite espaciar los embarazos y puede posponerlos en las mujeres que tienen mayor riesgo de m
Fuente: Ministerio de Salud y Protección Social
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