Las gomitas funcionales están ganando popularidad como una forma atractiva de suplementar vitaminas y minerales. Sin embargo, ¿realmente aportan beneficios a la salud? La nutricionista Sandra Múnera, médica adscrita a Colsanitas, evalúa la eficacia, riesgos y consideraciones de estos suplementos.
Aunque los suplementos en general, y especialmente los que vienen en forma de gomita han ganado popularidad gracias a las redes sociales y sus supuestos beneficios asociados, la mayoría de las veces una dieta equilibrada es suficiente para obtener los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. Según la nutricionista Sandra Múnera, médica adscrita a Colsanitas, “La suplementación es útil en casos específicos, por ejemplo, cuando ciertos medicamentos afectan la absorción de nutrientes o en enfermedades como el síndrome del intestino irritable que interfieren en la absorción de vitaminas B”. Otras razones comunes para la suplementación incluyen deficiencias nutricionales debido a dietas desequilibradas, restricciones dietéticas como las dietas veganas o vegetarianas, alergias alimenticias, sistemas inmunológicos debilitados, embarazo o lactancia, y el envejecimiento. Sin embargo, en cualquiera de estos casos, es fundamental acudir a un profesional de la salud para identificar deficiencias y necesidades nutricionales específicas. “La recomendación general es consumir por lo menos cinco porciones de frutas y vegetales al día, e incluir alimentos fuente de proteína y cereales de buena calidad para asegurar una dieta saludable”, explica Andrea Herrera, nutricionista también adscrita a Colsanitas.
¿Qué son las gomitas funcionales?
Las gomitas funcionales son suplementos dietéticos en forma de caramelos masticables, a menudo con sabores agradables y colores llamativos. Están diseñadas para proporcionar vitaminas, minerales y otros compuestos bioactivos como omega-3, colágeno, melatonina o probióticos, y generalmente contienen gelatina, almidón de maíz, agua, azúcares añadidos y colorantes.
Dentro de sus principales beneficios están la facilidad de consumo, que puede mejorar la adherencia a los regímenes de suplementación; su sabor y textura que las hacen atractivas para adultos y niños frente a las pastillas, y su amplia variedad de opciones, desde suplementos básicos como vitaminas C y D hasta fórmulas más complejas.
¿Realmente son efectivas?
Aunque las gomitas funcionales pueden ofrecer ciertos beneficios, es importante considerar varios factores antes de decidir consumirlas. Según la doctora Múnera, “hay estudios a favor y en contra de las gomitas de vitaminas, y aún no es concluyente si realmente son tan beneficiosas como prometen, especialmente porque su composición varía mucho según el fabricante”.
Lo que sí se ha determinado es que la mayoría de las gomitas contienen azúcares añadidos para mejorar su sabor, lo que puede ser contraproducente, especialmente para personas con restricciones dietéticas o crónicas como la diabetes. El alto contenido de azúcar no solo incrementa la ingesta calórica innecesaria, sino que también puede contribuir a problemas como la caries dental y la obesidad. En el caso de las gomitas etiquetadas como "sin azúcar", los edulcorantes en exceso pueden provocar malestares gastrointestinales.
La cantidad de vitaminas y minerales en las gomitas puede variar, y en algunos casos, puede no ser suficiente para cumplir con los requerimientos diarios o incluso excederlos. Es crucial incorporarlas a la dieta bajo la supervisión de un médico.
“La suplementación en cápsula sigue siendo una mejor opción debido a que la cantidad de componentes e ingredientes es más precisa, lo cual es más complicado con las gomitas”, afirma Múnera. Las gomitas pueden tener cantidades variables de nutrientes, ya que se requiere equilibrar los ingredientes para mantener su textura. Por esto, no se consideran un equivalente a las vitaminas en pastilla o cápsula, puesto que puede resultar en dosis inadecuadas de vitaminas o en discrepancias entre los niveles de nutrientes indicados en la etiqueta y los reales.
Otro aspecto por considerar es el riesgo del consumo excesivo, al ver las gomitas como dulces. Tomar demasiadas puede llevar a un exceso de nutrientes y vitaminas A, D, E y K, que pueden acumularse y causar efectos tóxicos. Frente a esto la doctora Múnera explica: “El hecho de que una gomita tenga vitaminas no significa que se puedan tomar sin control. Cada suplemento tiene una dosis máxima diaria recomendada, y el exceso puede dañar los órganos. Es un medicamento que debe tomarse con responsabilidad”.
Recomendaciones al elegir suplementos
Las gomitas funcionales pueden ser una opción práctica y agradable para quienes buscan suplementar su dieta, siempre y cuando se elijan con cuidado y bajo la recomendación de un especialista. Es importante optar por productos de alta calidad, preferiblemente sin azúcares añadidos y con dosis adecuadas de nutrientes. Sin embargo, no deben sustituir una dieta equilibrada ni ser vistas como una solución mágica para la salud. “La evidencia científica demuestra que los nutrientes se absorben mejor a través de los alimentos, siempre y cuando no existan patologías que interfieran con la digestión y absorción”, concluye la doctora Herrera.
Tenga en cuenta que cuando se opta por un suplemento, ya sea en cápsulas o gomitas, es crucial verificar que tenga registro INVIMA, una tabla nutricional y una lista de ingredientes. Si se compran en el extranjero, deben contar con el sello de la FDA o una entidad similar que certifique su seguridad y que la composición coincida con la etiqueta. Es ideal adquirirlos en farmacias especializadas o lugares que cumplan con todas las certificaciones necesarias para asegurar la calidad y seguridad del producto.
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