A propósito de la muerte del actor norteamericano Angus Cloud, quien afrontaba la muerte de su padre, te recordamos las etapas del duelo y cómo vivirlo de manera sana.
Aunque no se conoce aún la causa exacta de la muerte del actor estadounidense, Angus Cloud, reconocido por su papel de Fezco en la serie Euphoria, algunos amigos del actor han afirmado que se encontraba en un duelo profundo por la reciente muerte de su padre.
“Hay mucho pesar en nuestro corazón, hoy tuvimos que decir adiós a un ser increíble. Como artista, amigo, hermano e hijo, Angus era especial para todos nosotros de muchas maneras", afirmó la familia en un comunicado.
"Angus se mostraba abierto sobre su batalla con la salud mental y esperamos que su muerte pueda ser un recordatorio para otros de que no están solos y no deben luchar contra esto por su cuenta en silencio", agrega el comunicado.
Mientras se siguen esclareciendo las causas de su muerte, quisimos recordar las claves para transitar un cambio emocional tan profundo como el duelo. Primero es importante recordar que el duelo es un proceso psicológico normal que se genera para enfrentar una pérdida. En él intervienen las emociones, la cognición y cualquier forma de espiritualidad de una persona, pues cada cultura ha creado sus códigos y valores para transitarlo.
De acuerdo con Lina Gómez, psicóloga de Vesania Cuidado y Vida, una de las características esenciales del duelo es la sensación de completo disgusto hacia lo que se está sintiendo. “Claramente el duelo varía su intensidad a raíz del apego y por el significado que tuvo esa persona, objeto o etapa en su vida”, comenta. Sin embargo, el comportamiento humano suele tener puntos en común y por eso se han identificado cuatro etapas en el proceso de hacer el duelo.
Negación
Es una reacción automática frente a la sensación de irrealidad que genera la pérdida o separación. Algunas personas pueden describirlo como una experiencia de disociación, por la incapacidad de aceptar lo que está sucediendo.
Ira
En esta etapa se activa la frustración porque nos duele aceptar que la realidad no es como quisiéramos. Es posible que busquemos culpables o que nos culpemos a nosotros mismos por no haber hecho algo diferente.
Negociación
En este momento empezamos a conectar nuestra pérdida con la realidad y exploramos nuevos caminos para sanar el dolor. Si bien es una negociación con nosotros mismos para asumir el dolor y al mismo tiempo encontrar caminos para conectarnos con las cosas que despiertan nuestro entusiasmo por la vida, es posible que haya un retroceso.
Depresión
Esta etapa puede tomar bastante tiempo, es una de las más difíciles de transitar porque nos encontramos agotados después de pasar por los estados anteriores, nos sentimos profundamente tristes, nada más que eso. Las complicaciones del duelo se dan cuando la tristeza se convierte en depresión. Cuando una persona no logra hacer los cambios necesarios para transitar el duelo y no se adapta a su nueva realidad, los neurotransmisores del cerebro pierden sus niveles normales y es probable que se desarrolle una enfermedad mental, o varias enfermedades mentales, pues la química cerebral deja de funcionar correctamente.
Vivir un duelo sano
Se logra cuando podemos transitarlo sin reprimirnos. No hay manera incorrecta, porque cada persona hace lo que puede con las estrategias que tiene. “Debemos ser más conscientes de que vivimos nuestra experiencia de duelo de la forma en que podemos y que lo más importante es que cuando necesitemos ayuda o guía, estemos abiertos a recibirla”, comenta Lina Gómez.
Al contrario, es más importante detectar cuando el duelo se está volviendo patológico, pues está interrumpiendo nuestro estilo de vida. Es decir, cuando alguien se ve obligado a dejar su trabajo, pierde sus vínculos afectivos más importantes, se aísla o, en casos más graves, tiene pensamientos suicidas. Cuando observamos estos síntomas asociados a la pérdida es importante consultar con profesionales en salud mental.
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