Es posible tener una piel saludable invirtiendo en ella unos pocos minutos todos los días.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y desempeña un papel crucial en la salud y el bienestar general. Actúa como una barrera protectora contra factores ambientales como los rayos ultravioleta, la contaminación y los patógenos, y es la encargada de regular la temperatura corporal, ayudar en la eliminación de toxinas y en la percepción del mundo exterior a través del sentido del tacto.
Además de esto, la piel es un órgano dinámico y altamente sensible que puede reflejar nuestra salud interna. Por ejemplo, una piel muy seca puede ser un indicador de deshidratación o de otras afectaciones. Así mismo, el acné y otras erupciones cutáneas también pueden ser señales de desequilibrios hormonales o problemas digestivos. Una piel radiante y de aspecto saludable puede indicar que lleva un estilo de vida equilibrado.
Es por esto que mantener una piel sana y bien cuidada no solo es importante estéticamente, sino también para la buena salud. Aquí algunas recomendaciones para su cuidado:
1. Tenga una rutina de limpieza diaria
Mantener la piel limpia es esencial para eliminar residuos, suciedad y exceso de grasa. La limpieza ayuda a prevenir la obstrucción de poros permitiendo que la piel respire correctamente. Escoja productos suaves y específicos para su tipo de piel; evite ingredientes abrasivos que puedan dañar la barrera cutánea.
La frecuencia ideal de limpieza de la piel depende de cada persona; sin embargo, la recomendación es ducharse diariamente y lavarse la cara dos veces al día: en la mañana y en la noche.
2. La hidratación es fundamental
La hidratación mantiene la elasticidad y luminosidad de la piel y debe ser interna y externa. Beber suficiente agua durante el día es clave pues al no hacerlo la piel puede volverse seca, opaca o propensa a irritaciones. La hidratación externa se hace mediante la aplicación de productos tópicos adecuados para su tipo de piel, que ayudan a sellar la humedad. Estos vienen en crema o loción. La hidratación también ayuda a reducir la aparición de líneas de expresión y arrugas.
3. Protéjase siempre del sol
El sol es el enemigo número uno de su piel. La exposición al sol es uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades cutáneas como el melanoma, un tipo de cáncer.
Es esencial aplicar un protector solar todos los días con un factor de protección no menor de 30 FPS, en todas las áreas expuestas de su cuerpo incluyendo la cara, labios, el cuello, las orejas y las manos. Es importante reaplicarlo por lo menos cada tres horas. Finalmente, evite broncearse.
4. Lleve una alimentación balanceada y saludable
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para una piel sana. Incluya en su alimentación frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
Los antioxidantes presentes en alimentos como las nueces, el té verde y el pescado pueden ayudar a proteger la piel del daño causado por los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden afectar las células de la piel y que se forman en el cuerpo debido a la exposición al sol, la contaminación, el tabaco y el estrés.
5. Descanse adecuadamente
El sueño es crucial para la buena salud de la piel, pues mientras descansamos la piel se renueva, se repara y adquiere un aspecto saludable. Adicionalmente, el sueño profundo estimula la producción de colágeno, promoviendo la elasticidad de la piel y reduciendo el estrés oxidativo.
El estrés crónico puede afectar negativamente la piel y agravar afecciones como el acné o la psoriasis. Encuentre actividades que le ayuden a relajarse y a reducir el estrés como la meditación, el yoga o el autocuidado.
*En caso de cualquier duda sobre el aspecto o la salud de su piel, consulte a un dermatólogo o profesional de la salud.
Estas recomendaciones están basadas en investigaciones hechas por instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la American Academy of Dermatology (AAD), la Skin Cancer Foundation, el Journal of the American Academy of Dermatology (JAAD), la Universidad de California, la Universidad UNAM y la British Association of Dermatologist (BAD). Para más información, consulte a su médico.
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