Con los años disminuye tanto el tamaño como la potencia de los músculos. Este síndrome, conocido como sarcopenia, se puede retrasar con actividad física y una adecuada alimentación.
on el proceso natural de envejecimiento llega la pérdida de masa y potencia muscular. Al reducirse y comprimirse el músculo, disminuyen la fuerza, el rendimiento y la capacidad para realizar las actividades cotidianas. Por eso aumenta el riesgo de caídas y fracturas, y se limitan la movilidad y la independencia del anciano. A esta pérdida de masa muscular se le denomina sarcopenia. La masa muscular se sintetiza a lo largo de la vida y se mantiene si la persona lleva un estilo de vida saludable, que incluya alimentación balanceada y actividad física desde edades tempranas. “Es bueno hacer ejercicio a cualquier edad. Lo ideal es empezar desde jóvenes, para crear un hábito, pero si la persona quiere comenzar a los sesenta o más años, puede hacerlo”, explica el doctor Héctor Mauricio Cárdenas Ramírez, internista y geriatra adscrito a Colsanitas.
Causas
Según Mauricio Mejía Acosta, médico especialista en medicina del deporte con experiencia en acondicionamiento físico y acompañamiento de deportistas, existen diferentes teorías que buscan explicar las causas de la sarcopenia. Una de ellas señala que en la persona mayor se altera la placa neuromuscular encargada de llevar el impulso desde el cerebro hacia el músculo para hacer el movimiento. Con el paso de los años se vuelve menos funcional, trabaja menos y las neuronas motoras empiezan a desaparecer. En las mujeres se bajan los niveles de estrógenos, y en los hombres, los de testosterona. En la menopausia y la andropausia disminuyen las hormonas que se encargan de la formación del músculo, por lo cual se reduce su tamaño. La insulina, que produce efectos anabólicos y actúa en la masa muscular, también se reduce con la hormona de crecimiento y aparecen cúmulos de grasa.
Claudia Patricia Contreras Luque, nutricionista, dietista y especialista en nutrición clínica, miembro de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, indica que otros factores asociados son la disminución de la capacidad de sintetizar proteína que surge en las personas adultas, la presencia de enfermedades crónicas o situaciones agudas y el sedentarismo. Explica que con los años es común que las personas consuman menos proteína, y esto también influye en la disminución de la masa muscular. Las razones están ligadas a la alteración de las papilas gustativas, la pérdida de dientes, la poca producción de saliva y la disminución en el vaciamiento gástrico, que hace que el estómago permanezca lleno por más tiempo.
Soluciones y estrategias
Nada puede frenar el envejecimiento, pero sí existen hábitos que favorecen una vejez más saludable. Si usted practica ejercicio, va a perder una menor cantidad de masa muscular que una persona que no lo hace. Se recomienda realizar mínimo 150 minutos de ejercicio a la semana para evitar riesgos cardiovasculares, pero el doctor Mejía y el doctor Cárdenas enfatizan en que cada caso es distinto y, por lo tanto, cada persona debe consultar con un profesional que diseñe un programa afín a sus requerimientos.
*Periodista independiente, escribe también para las revistas Habitar y Diners.
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