A pesar de la mala prensa que tiene, el colesterol es necesario para la vida. Revisamos algunos de los mitos que se tejen a su alrededor.
Es una grasa mala para la salud
Falso. El colesterol interviene en múltiples funciones en el organismo. Es indispensable para sintetizar la vitamina D, que fija el calcio en los huesos; hace parte de las sales biliares que permiten la absorción de los alimentos y sin él no existirían muchas de las hormonas como el cortisol o las sexuales. Por tratarse de una grasa, sirve de soporte a los órganos, es la planta de energía para el organismo y forma parte de las membranasde las células. Solo comienza a ser un problema cuando su concentración en la sangre sobrepasa los niveles recomendados. Aunque cada caso es individual, puede promediarse el nivel máximo recomendado de colesterol total en aproximadamente 200 miligramos por cada decilitro de sangre (mg/dl).
Cuanto más bajo lo tenga, mejor
Falso. Debe estar en las justas proporciones. Existe una clase de colesterol formado por lipoproteínas de alta densidad, llamada HDL, que recoge la grasa que se va depositando en las paredes de las arterias, por lo que se le conoce como colesterol bueno. Se recomienda que su registro en sangre sea superior a 40 mg/dl, y cuanto más elevado, mejor. Las lipoproteínas de baja densidad, denominadas LDL, se encargan de transportar la grasa a las células para que tengan energía para hacer su trabajo. Sin embargo, el exceso de LDL (más de 130 mg/dl) se queda adherido a las paredes de las arterias hasta tapar la luz del conducto. Ahí es cuando aparecen los infartos y los accidentes cerebrovasculares.
Los flacos no tienen el colesterol alto
Falso. Las personas con bajo peso pueden tener cifras de colesterol superiores a las normales. Es más, las personas con anorexia suelen tener colesterol alto. La razón es que cuando el cuerpo no obtiene el colesterol que necesita de los alimentos, el hígado debe suplir el déficit y producir la grasa necesaria para llevar a cabo las funciones vitales. De igual forma hay individuos con sobrepeso con cifras bajas de colesterol. En estos casos, más que el peso, lo que predomina es la influencia genética y el tipo de metabolismo. Según la cardióloga Adriana Torres, el colesterol es solo un factor de riesgo cardiovascular, pero no el único.
La mejor forma de reducirlo es con fármacos
Falso. Una dieta que incluya más frutas, verduras, carnes magras y grasas benéficas (aceite de oliva, aguacate, pescado, frutos secos,), sumada a la actividad física regular, son muy efectivas para controlar los niveles de colesterol y reducir así el riesgo cardiovascular. El ejercicio físico incrementa el número y el tamaño de las partículas HDL, que barren los restos de colesterol a través del torrente sanguíneo. Sin embargo, el ejercicio no tiene mucho efecto sobre el colesterol LDL, por lo que debe complementarse con una alimentación sensata. Solo se emplean medicamentos cuando la dieta y el ejercicio no proporcionan los resultados esperados.
Si no consumo grasa tengo colesterol normal
Falso. Hay personas que tienen el colesterol alto sin ninguna causa que lo justifique. Siguen una dieta saludable, hacen ejercicio, no fuman y, sin embargo, sus niveles de colesterol son elevados. Eso puede tener dos explicaciones. La primera es que por cuestiones genéticas el hígado produzca más grasa de la necesaria. Y la segunda es que la concentración de colesterol en la sangre no depende solo de las grasas que se ingieren en la dieta, sino de otros componentes, como el consumo de calorías. Por ejemplo, una persona que evite las grasas saturadas pero que coma muchas harinas tenderá a ganar peso y también concentración de colesterol.
El huevo sube el colesterol
Falso. Ningún alimento por sí solo es responsable de elevar el colesterol. Son varios factores como la genética, el metabolismo, el estilo de vida y el consumo total de grasas saturadas los que intervienen en ese indicador. El huevo contiene colesterol, pero es muy bajo en grasas saturadas y no contiene grasas trans (las que se forman cuando el aceite líquido se transforma en sólido mediante procesos industriales). El huevo contiene 3,6% de grasa monoinsaturada, 1,6% de poliinsaturada y únicamente un 2,5% de grasa saturada, entre otros muchos nutrientes, por lo que realmente no afecta los niveles de colesterol en sangre.
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