En época de fiestas queremos invitarte a que te regales algo invaluable: tiempo para ti. A través de sencillos ejercicios de autocuidado, descubrirás cómo transformar la energía de las festividades en momentos de paz y renovación, para vivir un fin de año lleno de serenidad y bienestar.
Diciembre es un mes cargado de emociones, celebraciones y, muchas veces, de un ajetreo que puede agotar nuestra energía. Las festividades, aunque alegres, también pueden traer consigo estrés, expectativas altas y compromisos que cargan nuestra salud física y mental. Por eso, en esta Navidad queremos compartir esta novena de autocuidado, como una oportunidad para salir de la rutina y reconectar contigo.
Durante nueve días, te proponemos una serie de ejercicios y reflexiones diarias que te permitirán calmar tu mente, cuidar tu cuerpo y disfrutar de un diciembre más equilibrado.
Este diciembre, haz de tu bienestar una prioridad.
Día 1: Cuida tu cuerpo
Por Catalina Porras Suárez
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
En el primer día de esta novena, comienza este viaje de cuidado y bienestar con un compromiso profundo hacia ti mismo. Las fiestas de Navidad y fin de año son momentos de alegría y encuentro con los demás. Con frecuencia, esta temporada implica una agenda social mucho más agitada que la habitual y este ritmo acelerado puede llegar a ser desafiante para nuestro cuerpo. Las celebraciones hasta tarde, las comidas ricas y el ajetreo de la temporada pueden pasar factura, dejándonos bajos de energía y moral al iniciar el nuevo año. Es común sentir que debemos “aprovechar” cada momento, pero este tipo de exceso puede afectar nuestro bienestar físico y emocional, dejándonos con un cuerpo agotado al empezar enero. Por eso, en este primer día de la novena, queremos que inicies por cuidarte y disfrutar con equilibrio. Escucha a tu cuerpo y tómate tu tiempo para mantenerlo hidratado, nutrido y descansado. De esta manera, comenzarás el nuevo año con la energía suficiente para los nuevos retos.
Ejercicio de cuidado físico para la temporada navideña
- Siéntate en un lugar cómodo y cierra los ojos. Respira profundamente y reflexiona sobre cómo te has estado sintiendo últimamente. ¿Has estado cuidando tu cuerpo de manera equilibrada?¿Estás descansando lo suficiente? ¿Has estado tomando decisiones que te hacen sentir bien o te están sobrecargando?
- Ahora ponte de pie para hacer una breve sesión de estiramientos suaves que puedes repetir a diario (4 minutos). Haz cada uno durante 30 segundos:
- Estiramiento de cuello: Gira lentamente la cabeza de un lado a otro.
- Estiramiento de espalda: con las piernas rectas inclínate a intentar tocar los dedos de los pies o los tobillos con las manos.
- Estiramiento de brazos: Lleva un brazo por encima de la cabeza y agarra el codo con la otra mano. Así estirarás los músculos del costado.
- Estiramiento de piernas: Coloca una pierna en un banco o silla y estírala mientras te inclinas hacia adelante.
- Bebe un vaso de agua y, mientras lo haces, piensa detenidamente en el acto de hidratar tu cuerpo. Después, siéntate, cierra los ojos y haz cuatro respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca lentamente, para relajarte.
Recomendaciones para cuidar tu cuerpo durante la temporada de fiestas
- Descansa lo suficiente. El estrés de las fiestas puede alterar tus patrones de sueño. Asegúrate de dormir entre 7 y 8 horas para recuperar energías y mantener un sistema inmunológico fuerte.
- Durante las vacaciones, la exposición al sol, el viento y el agua salada puede resecar tu piel. Para protegerla, asegúrate de aplicar un protector solar de amplio espectro (mínimo SPF 50) cada 2 horas y después de nadar. Hidrata tu piel tanto por dentro como por fuera bebiendo suficiente agua y utilizando cremas o aceites hidratantes.
- Escucha tu cuerpo. El ajetreo de las festividades puede hacernos ignorar las señales de fatiga o malestar. Si sientes que tu cuerpo está sobrecargado o fatigado, no dudes en tomarte un descanso. La Navidad y el fin de año son para disfrutar, pero también es importante cuidar tu salud.
- Las fiestas no tienen por qué ser sinónimo de inactividad. Mantenerse en movimiento es clave para tu bienestar físico y emocional. En caso de que en esta temporada baje el ritmo de tus responsabilidades laborales, puedes participar en actividades festivas, hacer caminatas y dedicar por lo menos media hora diaria a mover tu cuerpo, que te lo agradecerá. Y si pasas mucho tiempo en reuniones o frente a la televisión, trata de levantarte y moverte cada 30 minutos. Caminar, estirarse o bailar son excelentes maneras de activar la circulación.
- Evita las bebidas energizantes para mantenerte despierto en las festividades.
Estas pueden alterar tus ciclos de sueño, lo cual es crucial durante la temporada de fiestas cuando puedes tener horarios irregulares. Si bien pueden darte un impulso momentáneo, también afectan tu energía en el largo plazo y alteran tu descanso. Puedes optar por tomar café, una infusión sin cafeína o agua caliente con limón por la tarde.
Para conocer más sobre cómo cuidar tu cuerpo en temporada de fiestas y vacaciones, te invitamos a leer:
¿Qué pasa en el cuerpo cuando... caminamos media hora diaria?, Qué pasa en el cuerpo cuando... pasamos una noche sin dormir, Qué pasa en el cuerpo cuando… tenemos guayabo, Aprenda a dormir mejor, La importancia de cuidar la piel en vacaciones, Desmaquillarse en siete pasos.
Día 2: Cuida tu salud mental y tus emociones
Por Laura Daniela Soto Patiño
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
Las festividades de fin de año suelen traer consigo una montaña rusa emocional: reuniones familiares, compromisos sociales y expectativas muy altas que, a veces, nos imponemos y que en un punto pueden dejar de ser placenteras y convertirse en motivo de presión y ansiedad. Por, en el día 2 de esta novena, te invitamos a que priorices tu paz mental, permitiéndote vivir estas fiestas con tranquilidad y consciencia.
Respiración diafragmática: un ejercicio para liberar la tensión
La tensión acumulada en el cuerpo es común en épocas de estrés y de muchos eventos. Para liberar estas tensiones, te propongo practicar este ejercicio de respiración dos o tres veces al día: al despertar para empezar con calma, después de una jornada estresante o antes de dormir para relajarte. Busca un lugar tranquilo, con luz tenue o natural, siéntate cómodamente y, si puedes, ambienta con música suave o un aroma relajante como lavanda. Estas condiciones harán que la experiencia sea aún más reconfortante:
- Siéntate cómodamente y coloca una mano sobre tu abdomen.
- Inhala lentamente en un segundo, sintiendo cómo tu mano sube mientras tu abdomen se expande.
- Exhala durante tres segundos, notando cómo tu mano desciende mientras el aire sale.
- Repite este proceso por al menos cinco minutos, permitiendo que cada respiración te traiga de vuelta al momento presente.
Este ejercicio ayuda a oxigenar la sangre y a distribuirla en todo el cuerpo, especialmente en las extremidades, que pueden llegar a dormirse o temblar durante una crisis de ansiedad. Además, regula los mareos, la respiración acelerada y los latidos rápidos del corazón. Este patrón de inhalar en un segundo y exhalar en tres permite alcanzar entre 12 y 16 respiraciones por minuto, lo que ayuda a controlar los síntomas de ansiedad.
Recomendaciones para cuidar tu salud mental durante las festividades
- Dedica diez minutos para detenerte y reflexionar sobre lo que necesitas este diciembre para sentir calma. No se trata de buscar la perfección, sino de explorar qué te brinda paz y plenitud. ¿Qué es lo que más valoras en estas fechas? Tal vez sea el tiempo con tus seres queridos o un momento de tranquilidad para cerrar el año con gratitud. Esta puede ser una oportunidad para reconocer tus prioridades y elegir los compromisos que realmente resuenen contigo.
- Solemos hacer listas de cosas por hacer, pero hoy te invito a crear una lista de cosas que no harás. ¿Qué actividades, compromisos o actitudes puedes dejar de lado para sentirte más ligero? Quizá es no decir “sí” a todas las reuniones, no compararte con las redes sociales, no querer ver a ciertas personas o no insistir en que cada detalle sea perfecto. Esta lista será tu recordatorio de que también puedes decidir qué no forma parte de tus fiesta de fin de año.
- Así como decides qué compromisos sociales evitar, también es importante reflexionar sobre tus gastos. Haz una lista de prioridades económicas y destina un presupuesto para los gastos esenciales. Esto te ayudará a mantener el equilibrio entre disfrutar las festividades y no empezar el año con deudas. Recuerda, lo que más importa es el bienestar y la tranquilidad, algo que no tiene precio.
- Si los regalos son parte de tus tradiciones, considera alternativas que no impliquen grandes gastos. Organiza una comida especial, una tarde de películas o una caminata para conectar con tus seres queridos. Estos momentos valen más que cualquier obsequio material y te permitirán vivir la esencia de estas fechas sin presión financiera.
- El mejor regalo que puedes darte esta temporada es el de cuidarte y respetar tus propias necesidades. Al final del día, las tradiciones son hermosas, pero tú decides cómo vivirlas. Que este diciembre sea una oportunidad para escucharte y brindarte el espacio y el tiempo que te mereces.
Escribe esas respuestas en el diario de la novena y haz de esa lista tu herramienta para priorizar lo que te importa y darte espacio para disfrutar estas fechas con más calma. Regresa a ella cuando lo necesites para recordarte que el autocuidado también implica soltar lo que no necesitas.
Estos artículos pueden interesarte para cuidar tu salud mental durante las fiestas:
Unas fiestas de fin de año con paz mental, Consejos financieros para empezar el año, Odiar o amar la Navidad, dos formas de recibir diciembre.
Día 3: Cuida a tus mascotas
Por Valeria Herrera Oliveros
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
A mis diecisiete años, en una noche bogotana muy fría, mi familia y yo emprendimos un camino desafiante para todos: cuidar un perro. Hasta entonces, no había tenido una mascota y no entendía la conexión tan especial que formaban las personas a mi alrededor con sus animales. Todo cambió cuando el inquieto Apolo, con sus ojos brillantes y orejas agachadas, me miró esa noche. No pensé dos veces en adoptarlo. Desde entonces he aprendido que cada animal tiene su propio lenguaje para comunicar miedo, enojo, estrés o alegría y amor. Es nuestra responsabilidad entenderlos, protegerlos y garantizar su bienestar. Por eso, en el día 3 de esta novena, compartimos algunos tips para fortalecer la relación con tu mascota y cuidarla durante las festividades.
Un ejercicio de cuidado para cuidadores de peludos
- Cuestiona la relación que tienes con tu mascota: ¿Podrías describir su personalidad? ¿Qué le genera miedo, qué lo hace feliz o relajarse? ¿Cómo se comporta cuando está solo?
- Evalúa si tu mascota enfrenta un entorno que le provoque estrés o ansiedad y qué acciones has tomado al respecto. Cuando hace algo que no te gusta, ¿cómo reaccionas?, ¿la regañas o eres condescendiente? ¿Qué haces para felicitarlo cuando tiene un buen comportamiento?
- Si detectas que algo le incomoda, como el ruido o la falta de ejercicio, prueba con ajustes sencillos. Proporciónale un espacio más tranquilo o aumenta el tiempo de paseos diarios. Recuerda que tú eres su guía emocional. Si estás calmado, es más probable que tu mascota también lo esté.
La educación es clave en una relación saludable con tu mascota; corrige su comportamiento con refuerzos positivos y correcciones adecuadas. Para los gatos, un breve periodo a solas después de un mal comportamiento es efectivo, mientras que, con los perros, usa palabras clave como “no” y “fuera”; evita el afecto por un tiempo si su conducta persiste. Premia las buenas conductas, ten paciencia, y verás resultados.
Recomendaciones para cuidadores de perros y gatos durante fin de año
- Si tu mascota te acompaña en viajes, usa un guacal adecuado para su tamaño con buena ventilación. Revisa las políticas de transporte si viajas en avión o bus.
- Si tu mascota se queda en casa, asegúrate de que alguien de confianza la cuide. Deja todo listo para que esté en un espacio cómodo, cálido y tranquilo, y pueda ayudarla a que no se sienta sola y vulnerable.
- Cuidado con los adornos navideños. Mantén las luces y los adornos fuera de su alcance, elige opciones de árbol que tu gato no pueda trepar y coloca los adornos más arriba de la altura de tu mascota, evitando aquellos demasiado pequeños o tóxicos (como el muérdago) que podría tragar. Haz un repelente natural para el árbol: mezcla agua, zumo de cinco limones, cinco naranjas y un poco de aceite de eucalipto. Rocíalo en el árbol y el pesebre.
- No descuides su alimentación. No le des sobras de tu cena, ya que contienen ingredientes que pueden dañar su salud.
- Juega con tu mascota antes del lanzamiento de pólvora para que libere energía acumulada. Puedes poner música relajante en una habitación cerrada y aplicar el método Tellington, que consiste en envolverla suavemente con una tela para simular un abrazo y brindarle seguridad. Evita dejarla sola, pero procura no sobreprotegerla para no reforzar su miedo.
Para conocer más sobre cómo cuidar a tu mascota durante las festividades, te invitamos a leer:
Consejos para evitar que la pólvora afecte a su mascota, Alimentos que no debe darle a su mascota, Mascotas en vacaciones.
Cuida tu alimentación, libérate de culpas y excesos en la temporada navideña
Por Catalina Porras Suárez
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
Antes, las fiestas eran un desafío para mí. La mesa repleta de opciones deliciosas parecía exigir que probara de todo, como si existiera una regla no escrita. No lo hacía, pues mi mente me frenaba y me llenaba de preguntas: ¿por qué ese acto tan hermoso, que nos reúne y nos abraza como familia, podía transformarse en un momento de ansiedad? Y mientras yo me sentía abrumada, veía a otros –o luego los escuchaba– lidiar con la culpa, como si disfrutar de la comida significara fallar o perder el control.
Con el tiempo, comprendí que las festividades no tienen que estar marcadas por extremos, ni por la restricción ni por el exceso. Aprendí a saborear los momentos, los alimentos y las compañías sin que mi mente estuviera en alerta constante, porque nutrirnos es mucho más que comer: es encontrar armonía entre el cuerpo y la mente.
En este día 4 de nuestra novena de autocuidado, quiero invitarte a reflexionar: ¿cómo te sientes frente a las comidas festivas? ¿Te dejas llevar por el impulso de probarlo todo? ¿Sientes culpa por lo que comes? Mi invitación es a soltar esas culpas y buscar un equilibrio. Comer con conciencia no solo te permite disfrutar, sino hacerlo de una manera que respete lo que te gusta y lo que te hace bien.
Ejercicio de cuidado mental y físico
- Durante 10 minutos, siéntate en un lugar tranquilo y respira profundamente. Reflexiona sobre tu relación con la comida en estas fechas de los años anteriores. ¿Te sientes presionado a comer más de lo que tu cuerpo necesita por las celebraciones o por la presencia de otros?
- Anota en tu diario o libreta lo que piensas sobre el exceso de comida y bebida en estas épocas. ¿Sientes culpa por disfrutar de los platillos típicos o por no poder decir “no” cuando te ofrecen algo? Reconocer estos sentimientos es el primer paso para liberarte de ellos.
- Escribe tres acciones concretas que puedas tomar para disfrutar de las festividades sin caer en el exceso. Por ejemplo: comer porciones más pequeñas, alternar bebidas alcohólicas con agua o simplemente saborear cada bocado sin prisa.
Recomendaciones para nutrir tu cuerpo en equilibrio durante las fiestas
- Si tu mascota te acompaña en viajes, usa un guacal adecuado para su tamaño con buena ventilación. Revisa las políticas de transporte si viajas en avión o bus.
- Come con moderación y consciencia. Durante las festividades, es fácil dejarse llevar por la abundancia de comida. Puedes servirte porciones pequeñas y comer despacio, saboreando cada bocado. Esto no solo ayuda a tu digestión, sino que también te permite escuchar a tu cuerpo y detenerte cuando ya estés satisfecho.
- Mantente hidratado. Si vas a consumir alcohol, recuerda alternarlo con agua. Esto te ayudará a evitar los efectos negativos del exceso de alcohol en tu cuerpo, como la deshidratación y la pesadez.
- Incluye alimentos frescos y saludables. Asegúrate de que tu plato incluya verduras frescas, frutas y proteínas magras, además de los típicos platillos festivos. Esto te dará la energía que necesitas sin sobrecargar tu sistema con alimentos procesados o altos en azúcar.
- No saltes comidas. En medio de las celebraciones, puede ser tentador saltarse alguna comida para “ahorrar espacio” para la cena o los postres. Sin embargo, saltarse comidas puede hacer que llegues con hambre acumulada y termines comiendo en exceso. Mantén tus horarios habituales y opta por snacks saludables si tienes hambre entre comidas.
- Durante las fiestas, es fácil caer en la tentación de comer o beber más de lo necesario por el ambiente festivo. Sin embargo, es importante que aprendas a reconocer las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Si no tienes hambre, no te sientas presionado a comer solo porque haya comida disponible. Practica la autocompasión y permite que tu cuerpo te guíe para evitar excesos.
Para conocer más sobre cómo cuidar tu alimentación durante las festividades, te invitamos a leer: Comer para ser feliz, Claves para elegir la comida correcta, ¿Qué pasa cuando usamos comida como recompensa?, Nutrición para una vejez saludable, El abecé de la nutrición, Curar el guayabo.
Día 5: Cuida tu tiempo libre
Por Camilo Vargas
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
La literatura y la fotografía siempre han sido mis refugios la mayor parte de mi tiempo libre. Sin embargo, durante la época navideña, he notado que en muchas ocasiones mi dedicación a ellas se ve mermada por la demanda de atención de otras personas. Pasar tiempo con quienes amo es importante para mí, pero hace algunos años decidí que no estaba dispuesto a negociar el tiempo que le dedico a mis hobbies. Así que, ¿cómo organizarse en estas fechas tan agitadas? Entre trabajar, organizar, salir, leer, fotografiar, compartir, comer y descansar, encontré un balance casi perfecto. Por eso, en este día 5 de la novena, te compartimos algunos consejos para ayudarte a organizar y disfrutar tu tiempo libre.
Un ejercicio de reflexión sobre tu tiempo libre en esta Navidad
- Piensa en el tiempo y las personas que deben o pueden tener parte dentro de tu tiempo libre en la época decembrina. ¿Familia?¿Amigos? ¿Se irán de viaje? ¿Debo despedirme? Si la respuesta es sí entonces puede que quieras despedirte de ellos antes de que se vayan. Si la respuesta es no, entonces podrán verse cuando baje la marea de compromisos.
Sobre los lugares, pregúntate. ¿Puedo visitar mis lugares favoritos con personas a las que quiero ver?¿Cuáles y por qué?
Planes en solitario. ¿Qué espacios quiero para mí? En mi caso salir a fotografíar, sin duda. Leer un libro, por supuesto. Siempre mide tus capacidades y proyecta metas realistas, así evitas la frustración.
- Escribe los compromisos importantes y las actividades que realmente deseas hacer durante estas festividades, como cenas familiares, reuniones con amigos, o eventos de trabajo. Luego, agrega cosas que te gustaría hacer a solas o que te relajan, como leer, ver una película navideña o descansar.
- Marca las actividades imprescindibles, las que te gustaría hacer si tienes tiempo y las que podrías dejar pasar. Este ejercicio te ayudará a decidir qué incluir en tu calendario y qué actividades puedes declinar si te falta tiempo.
Recomendaciones para que crees tu ritual del tiempo libre
- Puedes hacer u obtener un calendario físico o digital, de acuerdo a tu gusto y tu personalidad. En este, organízate por bloques de tiempo, dejando algunos huecos en blanco entre compromisos para descanso o para adaptarte a imprevistos. Estos huecos también te permiten disfrutar de algunas actividades más de lo previsto si así lo deseas.
- Alterna entre actividades sociales, familiares y tiempo personal para mantener un balance. Por ejemplo, evita programar varios eventos sociales en un solo día, intercalándolos con días de descanso o de tiempo personal.
- Incorpora un ritual sencillo para empezar y terminar cada día con tranquilidad:
- Ritual matutino: Dedica de 5 a 10 minutos a meditar, escribir en un diario o simplemente respirar profundamente. Piensa en tus intenciones para el día y enfócate en lo que quieres disfrutar. Así te mantendrás enfocado.
- Ritual nocturno: Al terminar el día, desconéctate de la tecnología, respira profundo y escribe las experiencias, personas o momentos que disfrutaste a lo largo del día.
- Reserva un bloque diario para ti, ya sea en la mañana o al final del día. En este espacio, realiza una actividad que te relaje o te permita conectar contigo mismo. También puedes dejar algunos bloques vacíos, especialmente los fines de semana o al inicio de la semana, para adaptarte a imprevistos o para dedicar tiempo a lo que desees en el momento. Tómalo como un espacio de libertad.
Después de todo esto, sé claro y consciente sobre el paso del tiempo. Seguramente no será la última Navidad, ni la última vez que veas o hables con alguien a quien amas. Asegúrate de buscar tiempo después de las fechas, para estar con quienes no pudiste; una llamada o un mensaje podrían ayudar.
Nota: si te cancelan algún plan, no lo tomes a mal, seguro ese tiempo te lo puedes regalar a ti.
Para conocer más sobre cómo organizar tu tiempo libre y disfrutar de las festividades, te invitamos a leer: Aceptar el paso del tiempo para vivir en equilibrio, El libro que salvó mi vida, Cómo organizar recuerdos familiares, Viajar organizado es simple.
Día 6: Cuida tus relaciones
Por Laura Daniela Soto Patiño
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
Las fiestas de fin de año nos invitan a algo más que celebraciones: son un momento para hacer un balance honesto de lo que hemos vivido. Es un tiempo para reflexionar no solo sobre nuestros proyectos y acciones, sino también sobre nuestras relaciones y los vínculos que cultivamos durante el año. Más allá de los compromisos sociales y las expectativas que acompañan estas fechas, es importante detenernos a valorar cuáles conexiones suman a nuestra vida y cuáles quizás necesiten un cambio. Este diciembre, prioriza los vínculos auténticos y significativos que realmente aportan a tu bienestar.
Un ejercicio para reflexionar sobre tus relaciones
Dedica 15 minutos de tu día para trabajar en este ejercicio. Busca un lugar tranquilo y tu libreta, y responde estas preguntas con sinceridad:
- Identifica tus relaciones esenciales. Escribe los nombres de tres personas importantes en tu vida con las que quieres fortalecer la conexión. Pueden ser amigos, familiares o incluso colegas que sientas que aportan algo valioso a tu vida. ¿Qué cualidades admiras en estas personas?¿Cómo te hacen sentir cuando están cerca?¿Qué recuerdos felices tienes de cada una?
- Evalúa el estado actual de la relación. ¿Hay algo que necesitas comunicar para mejorar la relación? ¿Notas algún malentendido, resentimiento o distancia que podrías abordar desde el cariño? Escribe una acción concreta para cada persona y define un pequeño paso para fortalecer esa conexión. Por ejemplo:
- “Voy a llamarla esta semana para preguntarle cómo está”.
- “Voy a escribirle una carta agradeciéndole su apoyo este año”.
- “Voy a invitarlo a un café para tener una charla sincera”.
- Reconoce cómo puedes demostrarles cariño
Piensa en pequeños gestos que puedan hacerles sentir especiales. Puede ser una nota, un mensaje inesperado, una invitación a pasar tiempo juntos o un detalle que les recuerde cuánto significan para ti.
Bonus: Si sientes comodidad, comparte tus respuestas con esas personas. No tiene que ser todo, pero incluso un pequeño detalle puede abrir una puerta para fortalecer esa relación.
Recomendaciones para cuidar tus relaciones
- Identifica tus límites y exprésalos con claridad. Saber hasta dónde puedes y quieres llegar es esencial. Si hay comentarios, reuniones o compromisos que no te generan comodidad, es válido decir “no”. Una forma sencilla de comunicar límites es usar frases como: “Gracias por la invitación, pero este año prefiero pasar esa fecha de manera tranquila”. Recuerda que proteger tu bienestar no es egoísta, es necesario.
- Conecta desde la vulnerabilidad. Navidad es un buen momento para abrir conversaciones significativas. Pregunta a tus seres queridos cómo se sienten o comparte algo que haya sido importante para ti este año. Estas charlas fortalecen los vínculos y te permiten disfrutar una conexión más profunda. La vulnerabilidad es el pegamento que une las relaciones humanas.
- Evita temas conflictivos en reuniones. Aunque es natural tener diferencias, las reuniones navideñas no son el mejor momento para discutir temas sensibles. Si surge un desacuerdo, practica la escucha activa y, si es necesario, cambia el enfoque diciendo algo como: “Me encantaría hablar más de esto en otro momento, ahora quiero disfrutar de nuestra compañía”.
- Dedica tiempo de calidad a las personas importantes. No se trata de estar presente en todas las reuniones, sino de aprovechar al máximo encuentros significativos. Planea actividades que fomenten la conexión, como una caminata, una tarde de cocina o una noche de juegos. Lo que cuenta es el tiempo compartido, no la cantidad de eventos.
- Aprende a dejar ir lo que no puedes controlar. A veces, las dinámicas familiares o sociales no cambian de la noche a la mañana. Si algo no depende de ti, enfócate en cómo reaccionas. Practica la respiración profunda o repite un mantra como: “Elijo la tranquilidad en lugar de la perfección”. Esto te ayudará a mantener la calma y priorizar tu bienestar.
Las relaciones son un pilar fundamental de nuestro bienestar y las festividades son la oportunidad perfecta para nutrirlas con intención. Al reflexionar, comunicar y priorizar vínculos auténticos, podemos regalar y regalarnos conexión real. Este diciembre, recuerda que las relaciones no se tratan de perfección, sino de presencia. Escucha, comparte y construye desde el cariño y los límites sanos. Al final, lo más importante es el amor y la intención que ponemos en cada acción.
Para conocer más sobre cómo cuidar tus relaciones, te invitamos a leer: Construir relaciones: herramientas para establecer vínculos saludables, Duelo en Navidad, Relaciones tóxicas en la familia.
Día 7: Cuida a tus niños en Navidad y temporada de vacaciones
Por Mónica Diago
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
Ser madre de un niño de seis años me ha dado la oportunidad de transformarme, valorarme y también retarme. Ser ejemplo para un niño es una misión que carga una responsabilidad enorme. Cuidar de un ser humano que tiene que aprenderlo todo significa una oportunidad para revisar tus valores, tus creencias y tu interior. Ser ejemplo es poner la lupa en tus defectos, manejar tus emociones, cambiar y mutar. Eso es lo que sucede durante la crianza, no solo es un proceso de evolución para un niño; lo es también para una madre y un padre. Por eso en el día 7 de esta novena compartimos unas actividades que pueden ofrecer bienestar para tus hijos pero también para ti; para que no olvides lo importante que es cuidar del cuidador.
Ejercicio de cuidado mental para madres y padres
- Regálate un momento para revisar si alguna de las maneras en que has interactuado con tu hijo no ha sido la más empática y comprensiva. Tal vez te has desbordado de forma innecesaria con algún suceso: el desorden, las tareas incumplidas o una grosería.
- Pregúntate: ¿Cómo te gustaría haber reaccionado ante ese suceso? ¿Cuál habría sido una respuesta más comprensiva y adecuada para un niño en formación?
- Escribe: Anota tu reflexión en el diario de la novena. Grábala en tu memoria para que la próxima vez que se presente una situación similar, este ejercicio te ayude a responder de una manera más consciente. No significa que lo vas a hacer bien ante la primera situación, pero sí que lo vas a intentar hacer mejor.
Recomendaciones de cuidado con los niños en época navideña y de viajes
- Si vas a viajar con niños asegúrate siempre de tener un botiquín con: antieméticos, analgésicos y antipiréticos (preguntar al pediatra cuáles son los indicados), antiséptico local para heridas, gotas para el dolor de oídos (otitis externa), crema antiinflamatoria y antibiótica para que las picaduras no se infecten, antihistamínico para el prurito y evitar que los niños se rasquen, loción de acetato de aluminio o sulfaplata para las quemaduras de sol, suero de hidratación, suero nasal, lágrimas naturales para los ojos, repelente, protector solar, curitas, algodón y gasas.
- Si no vas a preparar la comida de los niños, prefiere los alimentos cocidos a los crudos.
- Cuando estén en la piscina o el mar, los niños siempre deben estar vigilados por un adulto (no por los hermanos o primos mayores). Haz caso de las alertas sobre contaminación y oleaje. Evita que corran cerca de las piscinas.
- No los dejes al cuidado de personas que no conoces.
- Enséñales tu número de celular y ayúdales a memorizarlo para emergencias.
Para conocer más sobre cómo cuidar a las y los niños durante las festividades, te invitamos a leer: Viaje largo con niños: que no le falten las precauciones, Qué pasa en el cuerpo cuando… nos mareamos al viajar, La otitis durante las vacaciones , Viajar con niños,La seguridad de los niños en el agua.
Día 8: Cuida tu entorno, tus espacios y tu lugar
Por Valeria Herrera Oliveros
Antes de empezar, busca una libreta o diario para que puedas hacer los ejercicios del día.
Solemos pensar que diciembre es el mes ideal para organizar nuestra casa, mover las cosas de lugar y desechar lo que ya no usamos. Sin embargo, deberíamos considerar estas actividades como esenciales para mantener el equilibrio y construir un espacio que nos brinde paz y armonía. Idealmente, deberíamos hacerlo cada tres o cuatro meses. Este hábito facilita la llegada de nuevas energías a nuestra vida y ayuda a evitar el estrés y la ansiedad causada por el desorden. En el día 8 de esta novena, te motivamos a hacer cambios que cuiden de tu entorno y de la tierra que pisas, con conciencia de que cada una de nuestras acciones tiene repercusiones en el planeta que habitamos.
Ejercicio de renovación de tu espacio
- Observa tu entorno y haz una lista de los elementos que tienes en casa. ¿Qué cosas no estás usando? ¿Cuáles son esenciales para tu vida diaria? Puede ser una prenda de vestir que no usas hace años, materiales de proyectos incompletos o elementos que simplemente ocupan espacio. Reflexiona sobre cómo organizas los objetos que usas a diario: en la cocina, en tu cuarto o en tu escritorio. ¿Te resulta fácil encontrar lo que buscas, o a menudo olvidas dónde lo dejaste?
- Considera que las cosas que no has usado en los últimos seis meses probablemente no las necesitarás en el futuro. Evalúa su estado para tomar decisiones. Para una mejor organización, prioriza la funcionalidad y la practicidad, de modo que todo sea fácil de usar sin perder tiempo buscando.
- Clasifica aquellos elementos que están en buen estado y determina si puedes regalar algo a alguien cercano que realmente lo necesite, o donar a fundaciones. Otros tal vez puedas venderlos. Y si no están en condiciones de ser usados, revisa si pueden ser reciclados o renovados para darles una segunda vida.
Recomendaciones para el cuidado del entorno
- Ponle nombre a los recipientes y cajas para saber qué contienen, esto ayudará a organizarlos mejor y encontrar fácilmente lo que estés buscando, ya sea en la cocina, en tu escritorio o con los adornos navideños.
- Organiza los muebles y objetos de manera que faciliten el tránsito por el espacio. Esto permitirá que hagas un uso más cómodo y eficiente de los lugares.
- Cuida de nuestra casa común. No botes basura en el suelo y sepárala según su clasificación al desecharla. Evita botar cáscaras o semillas no nativas en ambientes a los que no pertenecen, pues pueden afectar los ecosistemas locales.
- Visita los lugares con respeto y cuidado. Si practicas actividades como avistamiento de aves, senderismo o turismo local, sigue siempre las recomendaciones de los guías y procura generar el menor impacto posible en los ambientes naturales.
- Si tienes mascota, recoge sus desechos y llévalos al lugar dispuesto para ello.
Para conocer más sobre cómo cuidar tu entorno y organizar tu hogar durante estas fechas, te invitamos a leer: Guía para armonizar sus espacios, Los objetos que debe sacar de su casa para mantener el orden, El orden es un proceso de adaptación y funcionalidad.
Día 9: Cuida tu comunidad
Por Camilo Vargas
Cinco tazas de leche entera, canela, una taza de azúcar morena, fécula de maíz y mantequilla. Aún recuerdo la receta que preparábamos para la natilla. Cafecita, con uvas pasas o coco rallado por encima. Suave y cremosa. Mi boca se hace agua de solo recordarla. Las leves notas de canela jugando con el sabor del coco y las horas que pasábamos revolviendo frente a la estufa. A fuego lento. Mi abuela siempre decía que las amistades se hacen con el mismo cuidado con que preparábamos la natilla: despacio, con dulzura y mucho tiempo.
Pero antes de probar aquel típico postre de Navidad, debía aguardar mi ilusión. Pasábamos casa por casa, tocando cada puerta, visitando a cada conocido de mi abuela. Entregábamos un plato de natilla, servido en la vajilla navideña que cada año esperaba en la habitación de chécheres, lista para retomar su brillo. Yo veía las caras de todos: se derretían ante el sabor y nuestra sazón a la hora de cocinar.
Cada año me cuestionaba por qué esas mismas personas no nos tenían presentes cuando preparaban sus comidas. Por qué no compartían su vino, sus buñuelos o su pavo. A lo que mi abuela respondía: “Lo más valioso es ver cómo disfrutan aquello que juntos hemos cocinado. Extendemos nuestro cariño por todo el barrio”.
En este último día, queremos recordarte lo valioso que es incluir la solidaridad y el cuidado de los demás como parte esencial de tu bienestar. De estas experiencias, comprendí que la verdadera solidaridad nace del corazón: es el acto de compartir con empatía y generosidad.
Ejercicio para reflexionar sobre tu rol en tu comunidad
- En tu diario, responde a estas preguntas. ¿Qué valores te enseñaron sobre la solidaridad cuando eras niño?¿De qué manera podrías contribuir al bienestar de tu comunidad en estas fechas?¿Qué tradiciones compartes con tu comunidad y cómo podrías fortalecerlas?
- Realiza un gesto amable y desintersado por alguien en tu comunidad como dejar una nota motivadora, llevar un postre o ayudar con una tarea pequeña. Pide a esa persona que haga lo mismo por alguien más. Observa cómo un pequeño acto puede generar un gran impacto en el ambiente comunitario.
- Tómate un momento para hacer una lista de personas de tu comunidad que puedan necesitar apoyo. Pueden ser vecinos, familiares, adultos mayores o amigos que están pasando por un momento difícil. Piensa en pequeñas acciones que puedas realizar, como ofrecerles un plato de comida, un mensaje de aliento o simplemente dedicarles un poco de tiempo. A menudo, los gestos sencillos son los más significativos.
Consejos para cuidar tu comunidad esta Navidad
- Hay diversas formas de ayudar a quienes más lo necesitan. Puedes apoyar las campañas de recolección de alimentos, ropa o juguetes para familias de bajos recursos. Puedes donar comida o contactarte con organizaciones que se encarguen de repartir alimentos en distintas zonas del país.
- Fomenta un ambiente inclusivo. Invita a quienes puedan estar solos, pues en muchas ocasiones estas fechas son difíciles para quienes no tienen otra opción que estar solos. Puede ser una oportunidad para que conozcas y compartas diferentes tradiciones en grupo.
- Organiza actividades en tu comunidad o entorno más cercano. Puedes hacer un intercambio de regalos: crea un grupo donde puedas organizar toda clase de actividades como una novena para el vecindario o decorar algún árbol en zonas comunales para fomentar el encuentro en esos lugares.
- Puedes dar tu tiempo para escuchar a quienes pasan por momentos difíciles y compartirles de tu corazón a través de actos de servicio como cocinar algo o ayudarles con una tarea práctica que puedan necesitar.
- Piensa en las tradiciones que más disfrutas de la Navidad y reflexiona sobre cómo podrías compartirlas con otros, ya sea a través de una actividad como compartir recetas o incluso crear un pequeño evento en tu comunidad. Estas acciones no solo refuerzan el vínculo con los demás, sino que también permiten que diferentes personas compartan lo mejor de sí mismas.
Llegado el 24 de diciembre, nuestra mesa estaba llena de todos los dulces, postres y comida posibles. Quesos, pavo, pechugas, tamales, buñuelos… Cada vecino pasaba por nuestra casa a dejarnos algo.
Nuestro árbol de navidad siempre estaba lleno, muchos preferían ir a nuestra casa a destapar sus regalos con nosotros. Mi abuela me enseñó que cuidar de otros es cuidarnos nosotros.
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