Natalia es periodista, modelo y actriz bogotana. Además, es una abanderada de la educación y de la nutrición infantil. Aquí nos revela algunos de sus hábitos de autocuidado.
Agradece al universo desde que se levanta hasta que se acuesta, toma agua en cantidades industriales, hace ejercicio varias veces por semana y jamás come carnes rojas. El protector solar lo aplica sagradamente varias veces al día y baila cada vez que su ajetreada agenda se lo permite. Así podría resumirse la rutina de bienestar de la actriz Natalia Jerez.
Es periodista de profesión y uno de sus primeros trabajos ante las cámaras se lo debe a este oficio y a su innegable pasión por la música. Natalia fue VJ de Mucha Música, el programa para melómanos que estrenó City TV a principios del año 2000. Luego, serían su carisma y su talento los que, con solo 19 años, la llevarían a seguir una carrera llena de éxitos sobre las tablas y en televisión. Juegos prohibidos, La Bruja, El Capo, Los Protegidos, Rosario Tijeras, Garzón, Narcos y Manes son algunas de las producciones en las que ha participado y que le han merecido varias nominaciones y un premio TVyNovelas (como mejor actriz de reparto por El Capo 3).
No le asusta lo que opine el público sobre las series relacionadas con violencia y narcotráfico, porque entiende su trabajo como un espejo en el que la sociedad podría ver también sus mayores pecados. Pero su vida no solo se ha centrado en la actuación. Desde hace ocho años es embajadora de buena voluntad para Unicef y abandera las causas relacionadas con niñas, niños y adolescentes del país.
¿Qué cosas son innegociables para su felicidad?
Dormir bien, pasar tiempo de calidad con mi hija, estar en la naturaleza cada vez que puedo y practicar algún deporte.
¿Qué deporte hace?
Buceo profesionalmente desde hace 15 años, pero también voy al gimnasio de tres a cinco veces por semana. Hago estiramientos y, por épocas, hago pilates porque considero que es fantástico para trabajar el cuerpo de una manera muy profunda, además, me ayuda a fortalecer la espalda. Me ha gustado nadar desde niña y trato de hacerlo de vez en cuando.
¿Qué le han dejado sus viajes?
Creo que los viajes me han hecho sensible y muy perceptiva. También me han dejado amigos, un gran amor por este planeta, educación, conocimiento, apertura de mente, inspiración, el aprender no solo de los demás sino también de mí misma, creatividad y muchísimas ganas de seguir viajando.
Ya lleva muchos años haciendo teatro y televisión para canales nacionales e internacionales. ¿Cuáles son los retos de trabajar con estos formatos?
Desde que comencé a actuar, hace 19 años, descubrí todo lo que podía aprender y mostrarle a la humanidad sobre la esencia de los seres humanos. No solo me enamoré de este oficio, sino que le tengo un respeto infinito. Decidí estudiar teatro en Argentina y trato de seguir preparándome todo el tiempo. Me gusta mucho aprender del teatro, pero siento que cada género tiene su lenguaje y una manera muy distinta de hacerse.
Tras el lanzamiento de Griselada volvió a ponerse sobre la mesa el debate sobre si ese tipo de producciones perjudica la imagen del país. Usted, que ha tenido la oportunidad de trabajar en varias producciones sobre narcotráfico, ¿qué opina?
Siento que somos una sociedad a la que le gusta hacerse la loca con su historia. Y esto definitivamente nos lleva a repetirla. Por mi parte, mi oficio como actriz me permite ser un espejo de lo que somos los seres humanos en todo el sentido de la palabra y eso justamente es lo que intento hacer a través de los personaje que interpreto.
¿Hay algún papel o historia que sueñe con hacer?
Amaría interpretar personajes de ciencia ficción, uno de mis géneros favoritos.
- Este artículo hace parte de la edición 194 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
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