El Premio Nobel de Medicina 2024 fue otorgado a Victor Ambros y Gary Ruvkun por su innovadora investigación sobre los microARN, moléculas clave en la regulación genética. La genetista Mónica Ararat, adscrita a Colsanitas, detalla cómo este descubrimiento promete mejorar los tratamientos para el cáncer, la diabetes y trastornos autoinmunes.
El 7 de octubre, el Premio Nobel de Medicina fue otorgado a los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por su pionera investigación sobre los microARN, pequeñas moléculas de ARN esenciales para la regulación de la expresión génica. Este reconocimiento subraya la importancia de su descubrimiento en el campo de la biología molecular, y abre nuevas puertas para la investigación y el tratamiento de diversas enfermedades.
Los microARN son biomoléculas que regulan cómo se expresan los genes en el organismo. Aunque se descubrieron por primera vez en el pequeño gusano C. elegans, su función es esencial en todos los organismos pluricelulares, incluidos los humanos. "Los microARN son esenciales para el correcto funcionamiento de las células en los organismos vivos; estos genes deben ‘prenderse’ o ‘apagarse’ en momentos precisos de la vida", explica Mónica Ararat, genetista adscrita a Colsanitas. "A eso se le conoce como expresión génica, y es allí donde participan los microARN", añade.
La investigación de Ambros y Ruvkun ha transformado el entendimiento de los procesos biológicos. Su descubrimiento reveló un nuevo principio de regulación genética que es crucial para el desarrollo y la diferenciación celular. Según la Fundación Nobel, "su trabajo pionero en la regulación genética por microARN ha sentado las bases para nuevas terapias contra enfermedades devastadoras". Este hallazgo promete avances importantes en la medicina y la salud humana.
Implicaciones para la salud
El impacto de los microARN en la salud es significativo. La desregulación de estas moléculas se ha relacionado con diversas enfermedades como el cáncer, la diabetes y los trastornos autoinmunes. "En el cáncer, las células pierden su capacidad de regulación y se multiplican de forma exagerada", explica Ararat, y añade que "Los microARN controlan la expresión génica, y su desregulación puede provocar que la función de los genes se altere o falle". Esto subraya la importancia de los microARN no solo como reguladores de la expresión génica, sino también como potenciales biomarcadores para el diagnóstico y el tratamiento de estas enfermedades.
En el cáncer de pulmón, por ejemplo, ciertos microARN como el miRNA-182 han demostrado estar relacionados con la proliferación celular y la invasión tumoral. De igual forma, “En personas con diabetes, los microARN que regulan la inflamación y la reparación de tejidos están desregulados, lo que afecta la cicatrización. Además, en trastornos autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide, la desregulación de los microARN se ha relacionado con el mal funcionamiento del sistema inmunológico", añade Ararat.
Aplicaciones futuras en medicina
El descubrimiento de los microARN tiene aplicaciones prácticas significativas. La investigación sugiere que podrían ser utilizados tanto en diagnóstico como en tratamientos más efectivos. “Los microARN pueden ser utilizados para diagnóstico y determinación de pronóstico y seguimiento de ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas", explica la genetista Ararat.
Además, su potencial en la terapia génica es prometedor. "Recientemente, microARN específicos están siendo estudiados por su inmenso potencial diagnóstico y por su capacidad de funcionar en la supresión de tumores y cáncer", señala la genetista. Esto podría transformar el enfoque hacia tratamientos personalizados, en los que las terapias se adapten a la configuración genética única de cada paciente.
El Nobel de Medicina 2024 representa un hito en la historia de la investigación genética y ofrece una nueva perspectiva sobre la regulación de la expresión génica a través de los microARN. La Fundación Nobel concluye que "el descubrimiento innovador de Ambros y Ruvkun reveló un principio completamente nuevo de regulación génica, que resultó ser esencial para todas las formas de vida complejas". Con cada avance en este campo, la ciencia se acerca un paso más a entender los complejos mecanismos que rigen la salud y las enfermedades, para ofrecer esperanza en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas que podrían cambiar la vida de millones de personas en el futuro.
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