Pasar al contenido principal
Bienestar Colsanitas

Consumir superalimentos

Ilustración
:

¿Es verdad que existen superalimentos? ¿De esos que combaten el cáncer o que potencian la pérdida de grasa? ¿Cuáles son? ¿Cómo consumirlos? Aquí le damos algunas respuestas.

D

esde la clásica escena de Popeye el Marino comiéndose de un solo bocado una lata de espinacas y transformándose en un hombre fuerte y casi invencible, ya se le estaban atribuyendo propiedades milagrosas a ciertos alimentos. El problema es que hoy, con tanta desinformación pululando por ahí sobre cuáles son los que hay que comer, solo se presta para confu- siones y malinterpretaciones. ¿Realmente las espinacas dan fuerza? ¿Los arándanos ayudan a proteger contra el cáncer? ¿El jengibre promueve la pérdida de grasa? ¿La chía tiene más proteína que la carne animal? De la mano de especialistas, en Bienestar Colsanitas decidimos resolver estas y otras dudas. Tome nota. 

Alimentos con súper poderes: ¿verdad o mentira?

“No hay un superalimento que mágicamente sea superior o que tenga un efecto más beneficioso que otro”, explica la doctora Astrid Meneses, nutricionista-dietista adscrita a Colsanitas. Cada uno tiene diferentes características y propiedades, y es justamente la combinación de ellos lo que produce una interacción dentro del organismo en la que aumenta o disminuye la absorción de nutrientes, vitaminas y minerales.

Mejor dicho, lo esencial es comprender que si bien la quinua o las semillas de chía tienen un contenido elevado de proteínas, vitaminas y minerales en comparación con otros granos y semillas, la capacidad de aprovechamiento de estas solo puede ser optimizada si se complementa su consumo con alimentos que también tengan un perfil nutricional óptimo. No basta con comer solo quinua, la clave está en llevar una dieta balanceada, de acuerdo con las necesidades de cada individuo.

Un momento, pero entonces, ¿sí hay alimentos más nutritivos que otros?

Sin duda alguna. Y justamente, como afirma la doctora Lizeth Álvarez, nutricionista y especialista en administración de salud, “lo que los hace idóneos es su densidad nutricional, es decir que en una sola ración aportan una mayor cantidad de micronutrientes de la que se podría consumir en varias porciones de otros alimentos similares”.

ALIMENTOS B

¿Debería incluir superalimentos en mi dieta?

Es necesario conocer la composición nutricional de cada alimento y relacionarla con cada caso en particular. De acuerdo con el estado de salud o las patologías del individuo, un especialista entraría a analizar si el consumo de dicho alimento es recomendado o no. Lo ideal es llevar una dieta balanceada y, ante todo, variada. Si bien hay alimentos con mayor cantidad de nutrientes, esto no necesariamente quiere decir que sean bajos en calorías. Independientemente del contenido de vitaminas y minerales que pueda tener un producto, es importante mantener el equilibrio en lo que respecta a las porciones y a la frecuencia de consumo, pues como decía Paracelso, “La dosis hace al veneno”. En otras palabras, nada en exceso es recomendable.

Tal y como concluye la doctora Meneses: “cada individuo tiene sus propias necesidades nutricionales relacionadas con gustos, genética, hábitos y patologías. Si se eligen los alimentos correctos siguiendo una dieta personalizada, estos se convertirán en sus propios ‘superalimentos’”.

ALIMENTOS A

Top 5 de superalimentos

• Arándanos:

Son una buena fuente de fibra y de vitaminas C y K. Son las antocianinas, potentes antioxidantes, las que le proporcionan el color púrpura. Según estudios científicos, dichos componentes podrían ayudar a prevenir enfermedades degenerativas, incluyendo el Alzheimer y algunos tipos de cáncer y de cardiopatías. Además, son bajos en calorías. 100 gramos contienen únicamente 46 Kcal.

• Quinua:

Tiene seis gramos de proteína por taza, y es la única fuente de carbohidratos que contiene los nueve aminoácidos esenciales. Además, este pseudo-cereal es alto en lisina, el principal aminoácido responsable de prevenir el dolor muscular posterior a un entrenamiento intenso.

• Cacao puro:

No en vano era considerado por los aztecas como un elixir energizante y estimulante. Está lleno de hierro, fósforo y zinc; su alto contenido de magnesio es el responsable de incidir sobre los niveles de serotonina en el cuerpo, por ende, es particularmente útil para combatir el estrés o la depresión.

• Semillas de chía:

Pequeñitas pero poderosas. Su sabor simplón es compensado con sus altos niveles de nutrientes. Una onza de estas semillitas tiene diez gramos de fibra y cinco de proteína; además, es una buena fuente de calcio: la misma porción aporta alrededor de 600 miligramos de este mineral. Eso sí: asegúrese de remojarlas, mínimo, durante cuatro horas.

• Remolacha:

Buena fuente de folato, potasio, vitamina C, fibra, antioxidantes y nitratos. Está médicamente demostrado que las personas que consumen alimentos ricos en nitratos mantienen bajos sus niveles de presión arterial.

 

Catalina Sánchez Montoya

Periodista con especialización en nutrición comunitaria de la Universidad de Barcelona. La Cuchara de Cata.