Tras sufrir un atentado en 1987 que la obligó a llevar un parche en el ojo por el resto de su vida, la periodista asumió el reto de convertir su historia en un testimonio de aceptación, superación, fe y bienestar.
Cuando tenía 20 años, la periodista Adriana Eslava fue víctima de un atentado y uno
de los tres disparos que recibió destruyó su ojo derecho. Sin embargo, la hija del torero Pepe Cáceres y la reina de belleza Olga Lucía Botero, entendió que el parche en su rostro no la hacía más vulnerable, sino única: “Se convirtió en mi distintivo, en parte de lo que soy”. Fue entonces cuando decidió lanzarse al ruedo como presentadora de televisión y, con valentía, transmitir un mensaje de fortaleza, demostrando que siempre es posible transformar las adversidades en oportunidades. El mismo valor que destaca ahora en su más reciente libro de memorias, Soy Adriana Eslava: el valor de la imperfección.
Mi escena de bienestar incluye…
Aire puro, comida preparada con amor y, ante todo, un corazón en paz.
El bienestar mental lo encuentro en…
No guardar rencores ni resentimientos; querer perdonar y pedir el milagro del perdón. Llenarme de amor del que más me ama, a través de la oración.
Mi éxito como persona es…
Lograr ser cada día una mejor versión de mí misma. Trabajar en mis defectos y fortalecer mis virtudes.
Siempre que puedo dedico tiempo a…
Ayudar a los demás, demostrarles cariño y compartir lo que he aprendido.
La mejor forma de cuidar mi salud es…
Teniendo disciplina en las comidas, asistiendo a los chequeos médicos, obedeciendo a mis doctores y, sobre todo, alimentando mi alma y mi espíritu. Hace falta el ejercicio, pero en esas estoy.
Para acompañar a mis seres queridos…
La distancia y el tiempo se interponen.
Valoro los momentos de soledad porque…
En la soledad hay silencio; el mundo hace mucho ruido y no podemos escuchar a Dios. Aunque al estar con él, nunca estoy sola.
Las pérdidas me han enseñado…
El valor de la imperfección.
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