Además de darle vida y color a los espacios, algunas plantas ayudan a limpiar el aire y a descontaminar. Presentamos unas cuantas especies recomendadas por su efectividad a la hora de embellecer y purificar el aire que respiramos.
a contaminación del aire en las grandes ciudades es un problema de relevancia aún pendiente por resolver. Durante el primer trimestre de este año, 2019, presenciamos varias alertas por la calidad de aire en distintas zonas de Bogotá y Medellín, y las alcaldías de ambas ciudades tuvieron que restringir el uso de carros y buses como medida para bajar la concentración de partículas tóxicas en el aire.
Desde 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que bajar la emisión de contaminación de 70 a 20 microgramos por metro cúbico podría reducir en 15% las muertes relacionadas con la polución del aire. La medición anual promedio no debería pasar los 20 microgramos, y la diaria no debería superar los 50, según las recomendaciones de la OMS. Esto porque está demostrado que la exposición crónica a las partículas contaminantes agrava el riesgo de desarrollar cardiopatías, neumopatías y cáncer de pulmón.
Según un reporte de El Tiempo, en Colombia la medición diaria está en 75, al menos en las ciudades donde hay registros. Datos aportados en 2015 por Planeación Nacional informan que en el país hubo unas 8.000 muertes relacionadas con la baja calidad del aire.
Se podría pensar que dentro de casa estamos resguardados de esta amenaza, pero múltiples estudios señalan que la contaminación en espacios cerrados puede ser igual o superior a la de la calle, y que algunos contaminantes presentan valores entre dos y cinco veces más altos en ambientes interiores.
Por otro lado, debemos considerar que estamos más tiempo adentro que afuera. Según estadísticas, la mayoría de habitantes de las ciudades pasamos el 90 % de nuestro tiempo en viviendas, oficinas, centros comerciales, lugares de esparcimiento cerrados,etc.
Así que tan importante como establecer políticas públicas de salud —como la reforestación o las restricciones vehiculares—, también es vital encargarnos del aire de nuestros espacios privados. La solución está al alcance de todos.
Y ahora, a sembrar
En 1989, la NASA emprendió un estudio liderado por Bill Wolverton, director de la organización ambiental Wolverton Environmental Services, en el que se midieron las partículas químicas que se concentran en un sitio cerrado. Con el estudio se buscaban maneras óptimas de acondicionar ambientes para el bienestar humano.
En el informe presentado por Wolverton, se determinó un grupo de plantas ideales para purificar el aire en espacios cerrados, tomando en cuenta su disponibilidad en el mercado. A continuación mostramos parte de esa selección que, además de alegrar la vista y hacer más acogedores nuestros lugares de descanso o trabajo, mejoran considerablemente la calidad del aire que respiramos.
Se sugiere tener la mayor variedad posible de plantas, ya que algunas son más efectivas que otras para eliminar ciertas partículas. Además se recomienda colocarlas en distintas habitaciones para aprovechar al máximo la capacidad que tienen de neutralizar hasta el 85% de contaminación en cada espacio.
// De izq. a der.: Potus, Palmera china, Lengua de suegra, Hiedra. //
1. Potus (Epipremnum aureum)
Es resistente, requiere poca atención y mantenimiento y es fácil conseguirla en la mayoría de viveros. Prospera bien en temperaturas entre los 17 y 30 grados centígrados manteniendo su tierra con suficiente humedad. Ideal para absorber formaldeído, xileno y benceno.
2. Espatifilo, flor de la paz, vela del viento, flor de muerto (Spathiphyllum sp.)
Vive mejor en tierra caliente, con temperaturas superiores a los 18 grados centígrados. No necesita mucha luz ni agua, y es preferible resguardarla de vientos y corrientes de aire. Son plantas que viven muchos años y absorben todos los contaminantes identificados en el aire por la NASA.
3. Palmera de bambú o palmera china (Raphis excelsa)
Aporta frescura y humedad a los ambientes. Es recomendable ubicarla en un lugar ventilado para evitar que se llene de telarañas. También hay que tomar en cuenta que puede crecer hasta tres metros de altura. Limpia el aire de formaldehído, xileno y amoníaco.
4. Lengua de suegra, lengua de tigre, sansevierias, espada de San Jorge (Sansevieria trifasciata)
Es una planta fácil de conseguir y muy resistente. Puede aguantar temperaturas extremas en interiores y exteriores, mientras no sean expuestas a estos cambios constantemente. Filtran el benceno, xileno y tolueno, tricloroetileno y formaldehído.
5. Árbol del caucho (Ficus robusta)
Es una planta originaria de la India. En el momento de ubicarla en el espacio hay que tener en cuenta que crece mucho y rápido. Aporta humedad al aire y es eficaz para eliminar el formaldehído.
6. Otras
Las hiedras, los crisantemos y ciertas variedades de ficus y dracaenas también son muy comunes en nuestros paisajes cotidianos, y funcionan de manera efectiva como filtros naturales.
"No espere más para oxigenar su casa y sumar un poquito de salud extra a su vida".
Buenas para el cuerpo y la mente
Más allá de proteger nuestro sistema respiratorio y cardíaco, y de lo agradable que es diseñar y contemplar nuestros pequeños jardines, manipular plantas tiene un potencial sanador para nuestra mente. Oliver Sacks, neurólogo y autor del libro Despertares, adaptado en una exitosa película, resalta lo importante que es pasear por entornos llenos de plantas para los pacientes con demencia senil avanzada, Alzheimer y otras enfermedades degenerativas.
Dice el biólogo Edward O. Wilson, en su libro titulado Biophilia, que la naturaleza está profundamente arraigada en nuestra genética. Quizá a eso se debe nuestra afinidad instintiva a rodearnos de vida y a cuidarla.
En dos estudios separados que monitorearona personas de entre 60 y 70 años, durante 16 años, se encontró que quienes realizaban trabajos de jardinería regularmente tuvieron un riesgo 36 y 47% menor de demencia que los que no lo hacían.
No en vano, en las cinco ciudades del mundo con índices de longevidad más altos (Okinawa en Japón, Nicoya en Costa Rica, Icaria en Grecia, Loma Linda en California y Cerdeña en Italia), se registra como hábito común entre los ancianos la jardinería y la alimentación a base de plantas.
Los beneficios son múltiples a cambio de poco esfuerzo y una inversión muy pequeña de dinero. Así que aparte un momento de la semana y pase por un vivero: allí encontrará inspiración y los ingredientes necesarios para empezar su pequeño jardín casero.
Dejar un comentario