Sentirnos seguros al salir, compartir un trago o bailar con amigos no debería ser un privilegio, sino un derecho. Por eso llega a Colombia Centinela, una herramienta de prevención y autocuidado colectivo que ayuda a identificar si una bebida ha sido alterada. Una forma de disfrutar con mayor confianza, informarse y cuidarse entre todos.
La sumisión química es una forma de violencia que muchas veces pasa desapercibida. Ocurre cuando alguien altera la bebida de otra persona sin su consentimiento, con el objetivo de anular su voluntad y facilitar una agresión, ya sea sexual, patrimonial o física. Parte de lo que la hace tan difícil de detectar es que, en muchos casos, las víctimas no recuerdan lo sucedido. A esto se suma una normalización del miedo, especialmente en mujeres, que deben revisar constantemente su bebida, evitar quedarse solas y mantenerse en estado de alerta. Conductas que se han vuelto parte del ritual nocturno, pero que no deberían ser normalizadas.
Herramientas como Centinela surgen precisamente para ofrecer una forma de cuidado tangible. Una herramienta que ayuda a salir con más tranquilidad, con el respaldo de la prevención.

¿Qué es Centinela y cómo funciona?
Centinela es una manilla con una pequeña área reactiva que cambia de color si detecta más de 22 sustancias asociadas con la sumisión química, como GHB, ketamina o benzodiacepinas. Basta con poner una gota de tu bebida sobre el parche y, en pocos segundos, sabrá si está contaminada.
Este dispositivo fue creado por Aglaya, una empresa española especializada en innovación social. Su fundador, víctima de sumisión química hace más de 15 años, decidió transformar su experiencia en una herramienta concreta de prevención. Hoy, Centinela está validada, patentada y presente en países como España, México, Portugal, Italia, Chile y, desde este año, en Colombia.

En Colombia, llega bajo el Movimiento Centinela impulsado por la compañía Altipal y se puede conseguir por $50.000 a través de plataformas como Rappi y Surtiapp, y representa mucho más que un accesorio: es un acto de autocuidado y una declaración de atención y presencia en espacios sociales.
¿Qué hace útil a la manilla Centinela?
- Detecta más de 22 sustancias asociadas con la sumisión química.
- Incorpora dos pruebas: una general y otra específica para GHB.
- No requiere baterías ni equipos adicionales: solo una gota de la bebida que quiera verificar.
- Si no usa los tests, la manilla puede usarse hasta por un año.
- Es resistente al agua y al sudor, lo que la hace ideal para llevar puesta toda la noche.
- Tiene un holograma de autenticidad que garantiza que es un producto original.
- Está certificada por laboratorios internacionales y cumple con el estándar REACH de la Unión Europea.

Recomendaciones para su uso
Si decide usar la manilla Centinela, tenga en cuenta:
- No es un juguete ni un accesorio decorativo. Úsela con conciencia.
- Cada test es de un solo uso. Si no se activa, puede seguir usando la manilla hasta durante un año.
- Almacénela a en un lugar seco y protegido para garantizar su duración.
- No reemplaza el autocuidado ni la atención plena, pero sí suma una capa de seguridad.
Este tipo de herramientas también puede actuar como elemento disuasorio: si alguien ve que la está usando, sabrá que está alerta. Y eso puede ayudar a evitar una situación riesgosa. Además, como parte de los productos de Centinela, pronto también estarán disponibles en Colombia tarjetas con la misma función, más discretas, fáciles de guardar en la billetera y con una función “blocker” para proteger sus datos bancarios de fraudes por contacto.
Cuidarnos es un trabajo colectivo
Para Patricia Trujillo Duque, representante del Movimiento Centinela en Colombia, esta iniciativa tiene un componente social muy claro, “es una forma de empoderar a las personas y brindarles herramientas reales para cuidarse. En Europa ha funcionado como una estrategia de prevención, y queremos que en Colombia tenga ese mismo impacto”.
No se trata de vivir con miedo, sino de tener herramientas que nos permitan salir con más tranquilidad. El cuidado personal también es colectivo: significa protegernos a nosotros mismos, a nuestros amigos, familiares y compañeros. Significa tener conversaciones sobre lo que puede pasar en fiestas, bares o conciertos, y actuar en consecuencia.
Otras estrategias para prevenir la sumisión química
Además del uso de dispositivos como la manilla Centinela, existen recomendaciones clave para prevenir el spiking o sumisión química:
- Preste atención a la preparación y manipulación de sus bebidas.
- No acepte tragos de desconocidos y evite perder de vista su vaso en todo momento.
- En bares, fiestas o conciertos, prefiera bebidas servidas directamente por el personal del lugar. Si es posible, use recipientes con tapa o protectores de vaso, una práctica cada vez más común en eventos masivos.
- Si sale en grupo, establezca acuerdos para no quedarse solo, tener un contacto de confianza y mantenerse comunicados durante la noche.
- Reconozca los signos de una posible intoxicación: somnolencia repentina, desorientación, dificultad para hablar o pérdida de la memoria. Ante cualquier sospecha, busque ayuda médica de inmediato y denuncie.
- La prevención no depende solo de una herramienta, sino de una red de acciones cotidianas que construyen espacios más seguros.

Autocuidado como derecho, no como carga
El bienestar no es solo físico: también se trata de cómo habitamos el mundo, de poder disfrutar sin miedo. Bailar, conversar, brindar o simplemente salir a un concierto no debería implicar una vigilancia constante. Herramientas como Centinela no eliminan esa realidad, pero sí ofrecen una forma concreta y proactiva de enfrentarla desde la información, la prevención y el cuidado mutuo.


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