Bogotá es la capital más ciclista de América Latina. Aquí los aficionados entrenan como atletas de élite, algunos incluso con asistencia profesional y tecnologías de última generación.
En la capital de Colombia, dicen las cifras oficiales, se realizan unos 700.000 viajes en bicicleta cada día. Los domingos, en muchas vías que se cierran al tráfico de automóviles, multitudes de ciclistas recorren la ciudad en plan recreativo, y otros tantos salen hacia pueblos cercanos para enfrentar rutinas reservadas a los más preparados. Esta es una masa que no para de crecer, pero algunos inconvenientes pueden desmotivar a los ciclistas: los robos, la lluvia, el tráfico agresivo. Para ellos, a principios de 2016, cuatro entusiastas crearon un concepto hasta ahora único en el país: un gimnasio especializado en entrenamiento bajo techo. Oscar Montero, triatleta y fundador de GoCycling, narra los inicios del gimnasio.
—Teníamos la idea de hacer asesoría técnica, evaluaciones a ciclistas y prescripción de entrenamientos. Pedimos ocho simuladores y éramos solo dos empleados aquí, con cuatro personas que se inscribieron. Así empezamos. Después fue llegando gente y hoy estamos en 98 inscritos.
GoCycling, ubicado en un tercer piso en el norte de Bogotá, es un espacio de unos trescientos metros cuadrados, rodeado de amplias ventanas y dotado de 17 simuladores electrónicos que sirven para recrear distintas rutinas de entrenamiento controlado por expertos. Los ciclistas llegan al sitio, le quitan la rueda trasera a sus bicicletas y las enganchan a estos simuladores. Después se suben y pedalean a la velocidad que les indican, en determinado número de fracciones y por un tiempo específico.
Cuando el proceso no está guiado por profesionales, los ciclistas se estancan, o engordan. El cuerpo es una máquina que aprende. Aquí hacemos pruebas de esfuerzo y las repetimos cada tres, cuatro, cinco meses.
En este lugar todo es personalizado. Cuando los deportistas llegan, les hacen un fitting, es decir, les toman distintas medidas para saber exactamente qué características debe tener la bicicleta de cada uno. Como un sastre cuando diseña un traje a la medida. Después les hacen una prueba de esfuerzo, los evalúa un técnico (certificado por la Unión Ciclista Internacional y por la Federación Internacional de Atletismo), les hacen pruebas de consumo máximo de oxígeno, les miden el ácido láctico en la sangre, los someten a pruebas de entrenamiento para saber de qué forma pueden hacer más eficientes la pérdida de peso y grasa corporal de cada ciclista.
—Después van con el nutricionista para una valoración antropométrica, y en el 95 por ciento de los casos deben bajar de peso. Y claro, cuando la gente baja se pone feliz. La gente se empieza a entusiasmar.
Algunos de los alumnos de GoCycling se han vuelto célebres. Otros ya lo eran, y multiplicaron su celebridad con el cambio que la bicicleta trajo a sus vidas. Es el caso de Andrés Parra, el actor que hace unos años interpretó a Pablo Escobar en una serie de televisión. Parra era un tipo joven, pero sedentario y con sobrepeso. Se aficionó a la bicicleta y, como a muchos otros, el pasatiempo lo atrapó. En pocos meses perdió varios kilos, se convirtió en un escalador y ahora mismo se está preparando para correr un triatlón. En sus redes sociales suele colgar fotografías y videos donde aparece sudoroso, exhausto sobre la bici dentro del gimnasio, o trepando montañas a cielo abierto. Los ciclistas, dice Montero, se enganchan porque este tipo de cambio en sus vidas les toca la fibra más profunda.
—Acá le diseñamos un entrenamiento según el tiempo que tengan disponible, y funciona. Cuando el proceso no está guiado por profesionales, los ciclistas se estancan, o engordan. El cuerpo es una máquina que aprende. Aquí hacemos pruebas de esfuerzo y las repetimos cada tres, cuatro, cinco meses. Evaluamos la respuesta muscular, la cardiovascular. El periodo mínimo es de tres meses, para tener chance de generar resultados.
El cuerpo humano no está hecho para este nivel de exigencia, pero los resultados que menciona Montero se logran cuando el deportista avanza guiado por especialistas: deportólogos, nutricionistas, entrenadores.
Hay decenas de miles de ciclistas aficionados que ruedan cada día por las carreteras del país. Pero el ímpetu que estimuló a muchos de ellos está en el ejemplo de los ciclistas profesionales. Este es, junto a Australia, el único país no europeo que tiene presencia frecuente en los podios de las grandes competencias ciclistas profesionales. Colombia es una cantera de donde ha salido y seguirá saliendo mucho talento sobre ruedas. El siguiente paso para los preparadores de GoCycling es apuntar al mundo del ciclismo profesional.
—Queremos formar deportistas. Colombia surte con sus ciclistas a las escuadras élite del mundo, pero todavía eso se hace con sistemas arcaicos. Nuestro sueño es captar el talento del ciclismo local y formar deportistas de élite. Tenemos los protocolos, y el talento existe.
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