El uso constante de antibacteriales puede afectar la piel y las uñas, causando daños que fácilmente pueden evitarse. Aquí le explicamos cómo.
a sociedad ha tenido que adoptar medidas de protección rigurosas frente a la pandemia que actualmente afecta a millones de personas en el mundo. Entre ellas, el lavado frecuente de las manos: una acción preventiva sencilla pero muy efectiva, más de lo que algunos piensan.
Para proteger la piel es necesario saber que ésta funciona como un muro protector compuesto por pequeños microorganismos que se encargan de mantenerla libre de posibles
infecciones. Por eso, los jabones “duros” (entre los que están los antibacteriales) no se deben usar con alta frecuencia, puesto que pueden acabar con otros organismos que habitan en la capa superficial de la piel y se encargan de bloquear bacterias, virus, hongos y agentes tóxicos.
¿Qué sucede con el jabón antibacterial?
Las sustancias antisépticas como el alcohol o los antibacteriales, disminuyen la capa de grasa que recubre la piel, dejándola libre de protección y a merced de bacterias, virus y hongos. Frente a esto, la doctora Astrid Lorena Ruiz, dermatóloga adscrita a Colsanitas explica que “lo más recomendable es evitar jabones que alteren el pH de la piel (la capa protectora) porque a largo plazo pueden generar dermatitis o empeorar lesiones como las producidas por la psoriasis”. Además, Ruiz agrega que no se requiere ese tipo de sustancias para protegerse del coronavirus, pues un jabón suave para manos tiene la capacidad de descomponer la estructura del virus, siempre y cuando el lavado sea correcto.
"Lavarse las manos con un jabón suave (ojalá sin fragancias) y abundante agua por alrededor de 20 segundos, es suficiente para deshacerse del coronavirus".
Las uñas
Las uñas son una extensión de la piel, por lo que pueden verse igualmente afectadas por sustancias agresivas. Su estructura se compone de capas de queratina que se pueden debilitar y romper. Por eso, usar jabones suaves y pocas sustancias antibacteriales es recomendable para mantenerlas firmes y saludables.
La cara
La limpieza de la piel de la cara requiere mucho cuidado. Ni la rutina ni los productos utilizados para hacerlo deben cambiar en estos momentos. La recomendación es limpiar la cara en las mañanas y en las noches con productos suaves y recomendados por su dermatólogo de confianza, para no generar posibles complicaciones como acné o dermatitis. Se desaconseja aplicar
antibacteriales u otras sustancias químicas que puedan provocar daños.
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