El avistamiento de aves es una actividad que cada día gana más adeptos en Colombia, un lugar privilegiado por su enorme diversidad de especies. Pero, ¿por dónde empezar? Aquí encontrará una guía para novatos y ocho ugares recomendados para observar aves.
esde hace una década aproximadamente, Colombia —el país con el mayor número de especies de aves en el mundo (20 % del total)— ha venido mostrándose a escala mundial como el destino por excelencia para hacer turismo de avistamiento de aves.
Y es apenas lógico, teniendo en cuenta que en nuestro territorio hay 1.909 especies de aves (Estados Unidos tiene un área ocho veces más grande y cuenta con 800). De estas 1.909, 79 son endémicas (es decir que solo se encuentran en Colombia); 193 casi-endémicas (que se comparten solo con otro país vecino), y 197 son migratorias, (provenientes de norteamérica y el cono sur).
Es tan impresionante la cantidad de aves que alberga Colombia, que ha sido el país ganador por tres años consecutivos (2017, 2018 y 2019) del Global Big Day, una iniciativa del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell para promover la conservación de las aves.
El colibrí sietecolores (Boissonneaua jardini)
deslumbra por su despampanante gama de colores.
Vive entre los 350 y 2200 metros de altitud.
En términos generales, el avistamiento u observación de aves es una actividad recreativa de contemplación y admiración por las aves. Recientemente se ha potencializado en Colombia y ha sido concebida como una oportunidad turística a raíz de los acuerdos de paz que se firmaron en 2016. “La observación de aves se realiza en espacios abiertos”, cuenta Javier Salazar, miembro de la Sociedad Caldense de Ornitología, “y anteriormente el campo no brindaba las condiciones para que las personas salieran a hacer avistamiento de aves”.
Ahora, de acuerdo con cifras oficiales del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la actividad experimenta un crecimiento acelerado: en 2011 entraron a Colombia 7.808 avituristas, y se estima que con el paso de los años la cifra podría aumentar a alrededor de 300.000 avituristas por año. Dado que esta actividad suma cada vez más adeptos, y teniendo en cuenta que contamos con la suerte y el privilegio de vivir en un país con una avifauna tan extensa, diversa y exótica, desarrollamos una breve guía para incentivar a aquellos que quieran lanzarse a descubrir Colombia de otra manera.
La caná o laúd es la especie de reptil marino más grande del mundo y la única que no tiene caparazón duro. Se le ha visto en playas en el Golfo de Urabá chocoano, en el antioqueño y en el Caribe. Su categoría de riesgo en Colombia es de “peligro crítico” y en el mundo está en el rango de “peligro” o “vulnerable”. La tortuga verde es la que más se consume ilegalmente en el país, anida a veces en el Caribe y al Pacífico sólo viaja para alimentarse; tanto en Colombia como en el mundo se le considera en peligro de extinción. Y finalmente, la golfina se halla exclusivamente en el Pacífico, adonde va a desovar en las playas, y también está en situación de “peligro”.
La tingua bogotana (Rallus semiplumbeus) vive en pantanos y humedales.
Es una especie amenazada por la destrucción de su hábitat.
Tener interés. Más allá de objetos digitales y tecnológicos, estudios especializados o amplios conocimientos en ornitología, lo fundamental para hacer avistamiento de aves es tener la disposición para hacerlo. Simple. Querer aprender sobre las aves y tener la actitud y las ganas de salir a ‘pajarear’, como le llaman comúnmente al hecho de salir a observar, escuchar y apreciar la naturaleza y la avifauna. Javier Salazar, por ejemplo, es geólogo de profesión, y cuenta que hace seis años, cuando se abrió a la posibilidad de avistar aves, se “encarretó” con el tema. “No me considero ornitólogo”, cuenta, “me considero un observador”. Y lo que hace un observador es apreciar el canto, los colores, las danzas y comportamientos de las aves. Salazar dice que, incluso, se maravilla al ver el mismo pájaro todos los días, porque con cada observación encuentra un nuevo detalle.
Herramientas. Esta es una actividad que no requiere mucho para realizarla. Cualquiera puede empezar en un parque con solo levantar la cabeza, esperar a que pase un ave y observarla en silencio. En el fondo, el aviturismo consiste simplemente en tener una interacción con la naturaleza, en opinión de Nicholas Bayly, coordinador de especies migratorias de la asociación Selva.
Por supuesto hay herramientas que mejoran la experiencia: unos buenos binoculares, una cámara fotográfica con un teleobjetivo y guías impresas o digitales.
“Ver a través de unos binoculares cambió totalmente mi forma de ver las aves”, dice Laura Céspedes, investigadora y observadora de aves, “pues permite observar muchos detalles que no se podrían apreciar a simple vista”. Por eso para ella es un elemento fundamental.
"Esta es una actividad que no requiere mucho para realizarla. Cualquiera puede empezar en un parque con solo levantar la cabeza, esperar a que pase un ave y observarla en silencio".
Buscar grupos y guías. Al iniciar, es muy útil contar con un guía o un grupo donde seguro hay gente más experimentada. También cuando se quiere avistar en lugares nuevos y desconocidos. Los guías tienen un buen conocimiento de las especies locales y ayudan a potenciar la experiencia.
Zoraya Buitrago, coordinadora del proyecto Fiesta de las Aves en la Fundación Aves Colombianas, cuenta que en casi todas las ciudades principales hay grupos y asociaciones ornitológicas que organizan salidas para sus miembros: la ABO en Bogotá, la SAO en Medellín, la SCO en Manizales.
Compartir con otros la afición y aprender de su experiencia, es otra forma de iniciarse en este pasatiempo. Finalmente: “la experiencia se va ganando visitando muchos lugares, observando y disfrutando de ver y escuchar a las aves”, dice Buitrago.
El príncipe de Arcabuco, también conocido como colibrí negro morado o inca negro (Coeligena
prunellei) es endémico de la vertiente occidental de la Cordillera Oriental de Colombia.
Guías útiles
Laura Céspedes, investigadora y observadora de aves, sugiere revisar las guías y libros de aves locales, pues “las guías para todo el país pueden resultar muy extensas y abrumadoras”. Céspedes empezó con un libro llamado “Las aves de la sabana de Bogotá” que, según ella, es muy útil para quien empieza a observar aves en esta zona.
Si el interés y los conocimientos aumentan, existen unos libros que se consiguen fácilmente en Colombia y permiten ir más allá:
• La guía ilustrada de la avifauna colombiana, de Fernando Ayerbe.
• Field guide to the birds of Colombia, de Miles McMullan, editada por Rey Naranjo.
• Guía de las aves de Colombia, de Steven L. Hilty.
Ahora bien, para Bayly, las aplicaciones digitales son unas muy buenas herramientas que permiten una interacción distinta frente a lo que ofrecen las guías impresas, porque además de fotos y descripciones de las aves, algunas cuentan un banco de sonidos, para poder identificarlas por su canto. Algunas aplicaciones útiles son:
• eBird. Permite hacer listas de aves en un lugar determinado.
• Merlin Bird ID. Sirve para identificar las aves de acuerdo con sus características. Cuenta con imágenes y sonidos de aves de todo el mundo.
Ocho lugares para pajarear
Expertos recomiendan pensar en estos lugares en dos niveles: para principiantes y para avanzados. Para principiantes, según Bayly, lo mejor es empezar en humedales, lugares donde se ubiquen aves grandes y fáciles de observar, pues llegar a un sitio lleno de pequeñas aves inquietas puede ser abrumador.
Para quienes ya han observado aves, lo mejor es ir a sitios boscosos con una diversidad excepcional de aves. Aquí una pequeña selección para cada tipo de observador:
Para Principiantes
Laguna de Sonso
• Ubicación: Valle del Cauca, en inmediaciones a los municipios de Buga, Yotoco y Guacarí.
• Clima: Cálido.
• Especie relevante: Colibrí Rubí Topaz (Chrysolampis mosquitus). No es una especie amenazada, pero se
ha clasificado como “poco común”.
Parque La Florida
• Ubicación: Vereda La Florida, municipio de Funza (Cundinamarca) en límites con Bogotá.
• Clima: Templado, con una temperatura promedio de 14ºC.
• Especie relevante: Tingua Bogotana (Rallus semiplumbeus), endémica de la cordillera Oriental de Colombia. Está amenazada por la destrucción de su hábitat.
• Mejor época: En época de migración se pueden ver más especies (marzo-mayo, septiembre-noviembre).
Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos
• Ubicación: Entre el mar Caribe y el bosque seco de La Guajira. Es considerada una de las áreas protegidas más ricas en variedad de aves acuáticas residentes y migratorias.
• Clima: Bastante árido y seco, con una temperatura que oscila entre 28 y 30°C.
• Especie relevante: El ave que da el nombre al santuario es su principal atractivo: los flamencos.
Hato La Aurora
• Ubicación: A orillas del río Ariporo, en Casanare.
• Clima: Cálido-húmedo, con una temperatura media de 28°C.
• Especies relevantes: Ganso del orinoco (Neochen jubata), endémica de América del Sur. Vive en la mayor parte de las cuencas del río Orinoco y en el río Amazonas. Y el Garzón soldado (Jabiru mycteria) uno de
los pájaros más grandes del mundo.
El ganso del Orinoco (Neochen jubata) es una especie de ave endémica de América del Sur.
Para avanzados
Cuchilla de San Lorenzo
• Ubicación: Sierra Nevada de Santa Marta, Magdalena.
• Clima: Por ser La Sierra una montaña de más de 5.000 metros de altura, el clima en su territorio varíades de el cálido seco hasta las nieves perpetuas, con temperaturas que van de 30°C en la parte baja, hasta los 0 °C en los picos más altos. Esta riqueza de pisos térmicos permite, a su vez, observar aves en elevaciones diferentes.
• Especies relevantes: Este lugar cuenta con varias especies endémicas, como la cotorra de Santa Marta (Pyrrhura viridicata) o el abanico colombiano (Myioborus flavivertex).
Reserva Natural Río Nambí
• Ubicación: Corregimiento de Altaquer, municipio de Barbacoas, Nariño.
• Clima: Templado, con temperatura promedio de 19°C.
• Especie relevante: Ave sombrilla (Cephalopterus penduliger), considerada rara y con un alto nivel de endemismo.
• Mejor época: Julio y agosto son los meses menos lluviosos y, por lo tanto, los recomendados.
Trampolín de las Aves
• Ubicación: Vía San Francisco-Mocoa, Putumayo.
• Clima: Cálido tropical.
• Especies relevantes: Carriquí violáceo (Cyanocorax violaceus), perteneciente a la familia de los cuervos, y la tángara siete colores (Tangara chilensis).
Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguíes
• Ubicación: Cordillera oriental, cerca del municipio de San Vicente de Chucurí, en Santander.
• Clima: Cálido tropical.
• Especie relevante: El príncipe de Arcabuco (Coeligena prunellei), endémica de la vertiente occidental de la Cordillera Oriental de Colombia, en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander.
La Cifra: "Tres años consecutivos (2017, 2018 y 2019) ha ganado Colombia el Global Big Day, una iniciativa para promover la conservación de las aves".
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