La tiroides regula el metabolismo, nada menos. Por eso influye en prácticamente todos los sistemas del cuerpo humano. Una endocrinóloga de Colsanitas nos ayuda a conocer mejor esta glándula fundamental.
n la edición de septiembre de 2018 de la revista estadounidense Mayo Clinic Magazine, el doctor Mandeep R. Mehra explicó que la enigmática sonrisa de la Mona Lisa podría deberse a que su modelo sufriera de hipotiroidismo. La línea alta del pelo, que sugiere algún grado de alopecia, la falta de cejas, la piel amarilla, las manos hinchadas y, sobre todo, esa sonrisa misteriosa y malograda, podrían ser síntomas de esta enfermedad de la tiroides, que produce depresión y debilita los músculos faciales. En este estado “uno no podría ni siquiera obligarse a una sonrisa completa”, aseguró el doctor Mehra en una entrevista sobre su artículo.
Para la época en que Leonardo pintó su más famosa obra todavía no se tenía conocimiento de las afecciones de la tiroides: los estudios de sus funciones comenzaron a finales del siglo XIX y principios del XX. Hoy sabemos que estos problemas son más comunes en las mujeres: las afectan de 5 a 8 veces más que a los hombres.
La glándula tiroides, nombrada así por el médico inglés Thomas Wharton en 1656, tiene forma de mariposa y se encuentra debajo de la nuez o manzana de Adán. Pesa alrededor de 30 gramos en un adulto y tiene la responsabilidad de regular el metabolismo. Además, como explica la endocrinóloga Stella Acosta Prada, la tiroides es una especie de traductor emocional del sistema endocrino, porque la evidencia demuestra que hay una relación estrecha entre la aparición de funcionamientos anómalos y la vivencia de algún evento traumático.
Actualmente se calcula que cerca del 10% de la población mundial sufre de algún problema relacionado con la glándula tiroides.
La tiroides y el cuerpo
La tiroides regula la cantidad de calorías mínimas necesarias para las funciones orgánicas diarias. Mantiene la velocidad a la que se queman las grasas y azúcares, ayuda a regular la producción de proteínas, influye en el ritmo cardíaco y en la temperatura del cuerpo. También interviene en el desarrollo de los tejidos en la etapa del crecimiento.
Cuando la tiroides secreta una cantidad equivocada de hormonas se produce un desequilibrio en el ritmo del cuerpo que se hace evidente con distintos síntomas, incluyendo cambios de humor. Su diagnóstico se hace difícil porque los síntomas no siempre se presentan juntos y pueden pasar desapercibidos, o confundirse con otras causas.
Hipertiroidismo: exceso de actividad tiroidea
Cuando hay un exceso de la hormona tiroidea, el metabolismo del cuerpo se acelera significativamente. Los síntomas incluyen taquicardia, sudoración, pérdida de peso, nerviosismo e irritabilidad, temblores, insomnio e intolerancia al calor y a la luz.
La causa más común de hipertiroidismo es la enfermedad de Graves, una condición autoinmune que recibe su nombre del médico irlandés que la descubrió en 1835. En esta enfermedad el sistema inmunológico ataca por error a la glándula tiroides, llevándola a producir más cantidad de hormona tiroidea de la necesaria.
En un 30 % de los casos la enfermedad de Graves puede inflamar el tejido detrás de los ojos, produciendo ojos saltones y visión borrosa. La mayoría de las veces los ojos y la visión vuelven a la normalidad con el tratamiento, pero en ocasiones hará falta una operación reconstructiva para regresar los ojos a su lugar. Además de la predisposición genética, como en todas las enfermedades autoinmunes, en esta enfermedad influye el estrés.
También puede aparecer hipertiroidismo por tumores benignos, o por virus que atacan la tiroides y producen inflamación. En algunos casos la tiroiditis severa puede requerir el uso de corticoides, unos medicamentos de efecto potente y con efectos secundarios de consideración.
Como el diagnóstico de estas enfermedades puede ser confuso, es importante estar atentos a los síntomas, especialmente a los cambios de humor y la sensación de fatiga. Aunque hoy en día son condiciones manejables, requieren atención y cuidados”.
Hipotiroidismo: baja actividad de la tiroides
El hipotiroidismo tiende a ser más común que el hipertiroidismo, y sus síntomas son contrarios. El metabolismo se vuelve lento, junto con el ritmo cardiaco. En lugar de ansiedad hay depresión y lentitud en el actuar y el hablar. Puede haber voz ronca, aumento de peso, somnolencia crónica, pérdida de pelo y uñas frágiles.
El cuadro más común de hipotiroidismo es la enfermedad de Hashimoto, nombrada así por el médico japonés que describió la anomalía en un paciente por primera vez en 1921. Al igual que la enfermedad de Graves, esta enfermedad es autoinmune. El sistema inmunológico ataca por error a la tiroides, pero en este caso causa que la glándula produzca menos hormona tiroidea de la que el cuerpo necesita.
Recomendaciones
Como el diagnóstico de estas enfermedades puede ser confuso, es importante estar atentos a los síntomas, especialmente a los cambios de humor y la sensación de fatiga. Aunque hoy en día son condiciones manejables, requieren atención y cuidados. En el hipertiroidismo avanzado sin tratar se da un cuadro conocido como “tormenta tiroidea”, en el que la hormona sube repentinamente y puede llegar a producir una falla multisistémica.
La doctora Acosta Prada, quien tiene más de 25 años de experiencia en el diagnóstico y manejo de estas dolencias, explica que es muy importante mantener hábitos saludables durante el tratamiento. Es importante dejar de fumar y de tomar alcohol, así como dormir al menos seis horas todos los días y alimentarse bien. Bajar los niveles de estrés e identificar fuentes inconscientes de preocupación y angustia. Hay casos en los que después de algunos meses de tratamiento la tiroides se normaliza, y hay casos en los que vuelve a recaer. La recomendación es mantener monitoreada esta glándula, una especie de corazón y nervio de todo el sistema endocrino
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