Algunos representantes de este gremio manifiestan no tener ninguna alternativa distinta a esperar la fecha de reapertura, mientras que otros han logrado establecer estrategias digitales para mantenerse a flote.
sde grandes cadenas, hasta pequeñas marcas de gimnasios han optado por migrar a la web y las redes sociales para mantener contacto con los clientes y seguir prestando sus servicios. Sin embargo, esto no representa un grado de rentabilidad que les permita sortear la crisis. Entonces, ¿cómo lo están sobrellevando?
Al menos siete grandes marcas de gimnasios del país se unieron para enviarle al presidente una propuesta de reapertura con protocolos de bioseguridad, acceso controlado y monitoreos de temperatura; pese a esto, el gobierno nacional mantiene las restricciones para los servicios que generen alto flujo de personas e intercambio de instrumentos que representen un riesgo de contagio del nuevo coronavirus.
Compensar, la reconocida caja de compensación con más de 20 sedes entre Bogotá, Chía y Cajicá, cuenta con una variada oferta de actividades físicas y deportivas para sus afiliados. Mensualmente atendía alrededor de 32.000 usuarios con diferentes planes que podían incluir el acceso a gimnasios y muchos deportes como tenis, fútbol, squash, patinaje y natación, así como asesorías médicas.
Según María Fernanda Barrera, administradora de acondicionamiento físico de Compensar, aunque esta es una situación difícil para mantener sus servicios e ingresos, han podido considerar otros modelos de negocio que hoy en día les permiten conectarse con sus usuarios y llegar a más personas alrededor del mundo. “El aprendizaje ha sido que tenemos que reinventarnos, porque esto nos ha demostrado que tenemos una oportunidad de globalizar nuestros servicios”, asegura.
Actualmente Compensar ofrece de manera gratuita entre seis y siete clases en vivo diarias, a través de sus redes sociales con el hashtag #TiempoDeBienestar, y han logrado tener hasta mil personas en una sola sesión. Además, creó un portafolio de acondicionamiento al que han accedido, desde el 1 de junio, entre 500 y 600 personas de Colombia y otros países por medio de la plataforma Zoom. Los usuarios antiguos tienen la opción de intercambiar sus planes presenciales por los virtuales o mantener sus cuentas congeladas hasta la reapertura.
Barrera asegura que, aunque las ganancias no son siquiera cercanas a las que recibían por el servicio presencial, siguen trabajando en estrategias de crecimiento, mientras esperan que se atenúe la emergencia sanitaria actual para regresar a sus plantas físicas, con nuevos aprendizajes y servicios en línea.
"32.000 usuarios atendía mensualmente Compensar en sus actividades deportivas".
Mauricio Solano Ríos es el dueño de Integral Training, que define como un “centro de entrenamiento especializado” ubicado en la ciudad de Pereira. Antes de la pandemia ofrecía distintos planes semipersonalizados, con un equipo de nueve entrenadores capacitados en temas de salud, bienestar, nutrición, control de peso, aumento de masa muscular, problemas de rodilla y espalda.
Frente la situación actual, Ríos comenta que lo más importante fue pensar en equipo y fortalecer estrategias que antes eran apenas una idea de servicio, como lo es el acompañamiento virtual. Aunque sus ingresos cayeron drásticamente, y en el primer mes de aislamiento obligatorio solo recibieron 600.000 pesos, hoy el nivel de crecimiento les ha permitido mantenerse, con la esperanza de llegar a estabilizar sus ingresos.
Los planes que ofrece por medio de sus redes sociales @integraltrainingcaf se crean de acuerdo con los objetivos que tenga la persona: se acuerdan los planes de alimentación y las rutinas de entrenamiento entre el entrenador y el usuario.
A la pregunta por la continuación del servicio en línea, aun después de que se levanten las restricciones para los gimnasios, Ríos responde que el conocimiento especializado con el que cuenta su equipo ha sido clave para crecer en este nuevo modelo de negocio. “Aunque las cifras son desalentadoras, soy optimista porque las personas están solicitando el servicio. Por eso me gusta pensar que nos adaptamos al cambio y no que nos reinventamos”, concluye.
Otras marcas como Fitpal, una app que en principio usaba las sedes de otros gimnasios para ofrecer a sus usuarios variadas opciones para ejercitarse, han logrado migrar en un 100 % al internet, incluso con mayores ganancias que antes, aunque con una modificación significativa en su equipo humano.
Santiago Aparicio, cofundador de Fitpal, cuenta: “Teníamos unos 55 empleados que operaban en 14 ciudades de Colombia, en las que teníamos 900 aliados. Toda esa red tuvimos que cerrarla en las 12 horas posteriores al anuncio de las restricciones por la pandemia. Casi inmediatamente decidimos crear un nuevo producto: una plataforma en línea que les permite a los empleados de nuestras empresas aliadas acceder a nuestras clases en tiempo real”. Actualmente trabajan 18 personas en las áreas de ingeniería, logística, marketing y comercial.
Desde grandes empresas como Bodytech, hasta pequeños locales comerciales han utilizado sus redes sociales y páginas web para ofrecer servicios de entrenamiento, tips de nutrición, asesorías de acondicionamiento deportivo y hasta alquiler de máquinas y otras herramientas; pero, aunque han visto un crecimiento inesperado, este modelo de negocio está aún lejos de ser sostenible y solucionar la incertidumbre laboral de las miles de personas que dependen de los empleos generados por este gremio.
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