Materiales alternativos al plástico como el vidrio, el cartón o el papel también tienen impacto en el medio ambiente por los recursos, energías y materias primas (a veces importadas) que se requieren para su elaboración. El gran reto es reducir nuestros desechos y reciclar más.
unque parezca impensable, hoy en día, ni el vidrio, ni el cartón, ni la lata constituyen materiales más ecológicos que el plástico a la hora de empacar nuestros alimentos. El ciclo de vida de estos materiales impacta también al medio ambiente y a veces, en mayor medida.
Según Alexander Hernández, jefe de desarrollo de nuevos productos del Instituto de Capacitación e Investigación del Plástico y del Caucho (ICIPC), uno de los motivos por los cuales el plástico se ha convertido en un material tan utilizado en la vida moderna, y específicamente en la industria de alimentos −además de ser económico−, es, justamente, porque es el que tiene menos impacto sobre el medio ambiente. “El plástico no necesita de tanta energía para su producción como el vidrio” explica Hernández, “y pesa 50 veces menos, lo que facilita su transporte y aligera la huella de carbono que deja su distribución”.
Además, de estos materiales el plástico es el que tiene la tasa más alta de reciclaje. Como explica Hernández, para que un material se pueda reciclar, en primer lugar, su acopio y transporte deben ser posibles y rentables, y para que sean rentables debe existir la tecnología y viabilidad para la transformación del material y demanda para su uso.
Según cifras de Greenpeace, en Colombia se generan alrededor de un millón de toneladas de desechos plásticos al año. De esta cifra un 56% está constituido por plásticos de un solo uso, como empaques de alimentos, pitillos, platos desechables y botellas, que se convertirán en basura después de haber sido usados durante algunos minutos. Y, aunque técnicamente la gran mayoría de materiales plásticos se pueden reciclar, de este 56 %, según cifras de la Procuraduría, solo se recicla el 7 %.
Muchos de los plásticos de un solo uso en la industria de alimentos son multicapas y al estar conformados por distintos tipos de polímeros son más difíciles de reciclar. Además, mientras más pequeño sea un empaque, más probabilidad tiene de terminar en el relleno sanitario. Según la Fundación Ellen McArthur, cualquier empaque menor a siete centímetros tiene 95 % de posibilidades de terminar en el basurero.
Sin embargo, aunque la tasa de reciclaje del plástico es baja, lo son aún más las del vidrio, la lata y el cartón o papel. Además, ni el vidrio ni el metal son biodegradables, y aunque el papel sí lo es necesita condiciones específicas de temperatura para este proceso.
Por eso, pensar que las bolsas de papel son más ecológicas es un mito. La manufactura de la bolsa de papel consume más recursos naturales que la de las bolsas de plástico, necesita de más agua y energía. Además, su durabilidad es menor y su reutilización, nula.
Los materiales y su ciclo de vida
El hecho de que el plástico tenga un menor impacto en el medio ambiente que el vidrio, la lata y el papel no significa que el exceso de desechos plásticos no se haya convertido en un problema. Y las partículas de plástico en nuestros ríos y mares así lo demuestra. Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir los 24 kilos de plástico anuales que se desechan en Colombia per cápita?
Por un lado el gobierno acaba de presentar un plan para la gestión de plásticos de uso único que busca reducir su producción y utilización, así como incentivar poco a poco su reemplazo con otros materiales más ecológicos.
El plan también incluye medidas para aumentar el porcentaje del plástico que se recicla dirigidas a la industria, que deberá asegurar que para el año 2030 su materia prima contenga, al menos, 30% de material reciclado, y también medidas dirigidas a concientizar a la ciudadanía, que deberá aprender a separar los residuos en sus casas.
"24 kilos de desechos plásticos produce cada colombiano anualmente".
Para el profesor Jorge Medina, de la Facultad de ingeniería de la Universidad de los Andes, es fundamental incentivar la investigación tecnológica en el país para encontrar alternativas al uso del plástico. Un verdadero reto, según explica, pues en Colombia se invierten anualmente menos del 2 % del PIB en esta área.
Al hablar de materiales alternativos al plástico que realmente sean más ecológicos, hay que tener en cuenta su ciclo de vida. Esto significa que hay que considerar el impacto que tienen en el medio ambiente desde su fabricación hasta su desecho, y esto incluye los recursos y la energía que necesitan su producción así como sus emisiones de CO2, y la huella ecológica que produce la importación de materias primas y su transporte. Un análisis que pocas entidades en Colombia hacen.
Alternativas colombianas
Como señala el profesor Jorge Medina, en Colombia no tenemos políticas de Estado que verdaderamente impulsen el desarrollo económico hacia la innovación ambiental y social. Esto explica que muchas de las iniciativas en el sector de materiales alternativos al plástico que existen sean privadas y todavía les cueste mucho aumentar su escala de producción. Algunas son:
Lifepack
Platos y cubiertos desechables
La materia prima con la que trabaja este emprendimiento caleño −fundado por los esposos Claudia Barón y Andrés Benavides− está compuesta de residuos agrícolas, como hojas de mazorca y coronas de piña, sin químicos añadidos, que tarda en biodegradarse de 9 a 10 semanas. Una gran diferencia, en comparación con los mil años que pueden tardar en biodegradarse los empaques y platos de icopor y algunos plásticos.
El aumento de clientes ha sido lento, pues estos productos son un poco más costosos y no todo el mundo está dispuesto a hacer la inversión. Actualmente se pueden conseguir en internet y en Drogas la Rebaja en distintas ciudades del país.
Ecobioplast
Bolsas de almidón de yuca
Este emprendimiento surgió de una línea de investigación de la Facultad de Ingeniería en la Universidad de los Andes que se unió con la empresa privada.
Al igual que los platos desechables, las bolsas de almidón de yuca son más costosas pero son solubles en agua. “Son tan ecológicas que se pueden comer”, explica el profesor Jorge Medina, quien ha impulsado el proyecto en Los Andes. “A menudo cuando vamos a presentar el producto dejo que una de nuestras bolsas se deshaga en un vaso de agua y al final de la presentación me tomo el agua, lo que por lo general convence a los compradores”, explica. Este tipo de bolsa sirve para transportar productos secos, como los productos de papelería, ferretería y panadería y sus creadores esperan que se pueda encontrar en las calles y en el mercado a partir de este año.
Porta
Pitillos de acero
Al igual que las bolsas de papel, los pitillos de este material no necesariamente son la mejor solución, pues difícilmente se reciclan y pueden tardar mucho tiempo en biodegradarse, y no llegan a desaparecer por completo. Los pitillos de acero inoxidable están pensados con la lógica de que un pitillo no debería ser muy diferente de un cubierto. Maria Fernanda Montoya y tres amigos fundaron Porta en Medellín, una empresa que fabrica y vende pitillos de acero inoxidable por internet a través de sitios como el de Rosana la vegana.
Para fabricar estos pitillos la materia prima se importa pero la mano de obra que les da forma es colombiana. El pitillo se vende en un kit, que consta de un estuche y un cepillo para su limpieza y puede durar toda la vida. Pero para que su uso sea realmente más ecológico es muy importante no perderlo nunca. Pues, según un estudio de la Humboldt State University, debe ser usado más de 251 veces para compensar la energía y el CO2 adicional que se necesita para su producción en comparación con el pitillo plástico. Hay que tener en cuenta, además, que este estudio no contempla la huella ecológica que deja la importación del acero, lo que seguramente subiría el número de veces necesarias de uso.
Layco
Madera plática
Layco es una empresa colombiana que se dedica desde hace 15 años a la producción de wpc, material conocido como madera plástica. La materia prima es plástico reciclado que se trata para fabricar bloques aptos para la construcción. Este material puede ser hasta ocho veces más resistente que la madera.
El wpc es un material que se trabaja en el mundo desde hace más de 30 años, especialmente en Estados unidos y Europa y cada vez comienza a ser más popular en Colombia.
Kipclin
Productos de aseo con envases retornables
A mediados del 2018 el emprendimiento paisa Kipclin apareció en los medios con la noticia de que funcionaba como una estación de jabón líquido. Los clientes solo debían comprar el envase de detergente, lavalosa o limpiapisos, una vez y luego, cuando se les acababa, ir a los puntos de servicio a llenarlos de nuevo.
Su cofundadora, Tita Ochoa, cuenta que la gente respondió bien a la dinámica, y con el tiempo se dio cuenta de que el sistema del envase retornable resultaba cómodo para los clientes.
Según los cálculos de la empresa, con este sistema se ha evitado la circulación de cerca de tres toneladas de plástico en envases en un año. Además, reusar el mismo envase representa un ahorro del 30 % en cada compra, lo cual es un estímulo para que el cliente acuda a la estación de relleno
'
Dejar un comentario