Casi todo el mundo ha escuchado algún mito de la diabetes. Esto se debe a que la mayoría conoce a alguien que padece la enfermedad.
La diabetes no es mortal
Falso. Según la Federación Internacional de la Diabetes, cada siete segundos muere una persona a causa de la enfermedad, y la Organización Mundial de la Salud afirma que el 50 por ciento de los pacientes con diabetes muere de enfermedad cardiovascular (infarto) o accidentes cerebrovasculares, las principales causas de fallecimientos en el mundo. La diabetes (con síntomas o sin ellos) es una condición grave, cuyas complicaciones pueden retrasarse o minimizarse si se lleva a cabo periodicamente un buen control de la glicemia y se evitan las demás variables que puedan empeorar la situación, como pueden ser la hipertensión arterial, el sobrepeso o el aumento del colesterol en la sangre.
A los flacos no les da diabetes
Falso. Aunque lo más común es que afecte a personas con sobrepeso, cualquiera puede desarrollar la patología, ya que tiene una marcada predisposición genética y se relaciona también con la edad. Otro aspecto a tener en cuenta es que en los estados tempranos de la enfermedad la persona suele perder peso sin razón aparente. Solo cuando tiene el diagnóstico y empieza tratamiento logra estabilizarse. El inconveniente está en detectarla, pues el 50 por ciento de los individuos con diabetes no lo saben. No todas las personas tienen el mismo riesgo, y pese a que la herencia favorece el desarrollo de la enfermedad, los aspectos relacionados con el modo de vivir y los hábitos alimenticios resultan definitivos.
Es una enfermedad de viejos
Falso. La diabetes tipo 2 se conocía como diabetes del adulto por la edad a la que aparecía y su asociación con los hábitos de vida. Ahora se relaciona directamente con la obesidad. De ahí que el incremento notorio de niños y adolescentes con diabetes tipo 2 ha desdibujado esa diferenciación de edades. Para la doctora Camila Céspedes, médica endocrinóloga adscrita a Colsanitas, lo complicado del panorama es que cuanto más temprano aparece la enfermedad, hay más riesgo de complicaciones y se convierte en una carga enorme para la sociedad y los sistemas de salud. La diabetes mellitus se ubica entre las principales causas de muerte temprana y discapacidad en todo el mundo, debido a que a largo plazo puede causar ceguera, mal funcionamiento de los riñones, del corazón y de los nervios que hacen que se pierda la sensibilidad en la piel y que desencadene en amputaciones, hipertensión arterial e infartos.
Toda persona con diabetes tiene que ponerse insulina
Falso. Para la diabetes tipo 1 o autoinmune, el único tratamiento que existe es la insulina porque se trata de una enfermedad en la que el propio organismo destruye las células del páncreas (células B) que producen insulina. Sin esa hormona el cuerpo no puede metabolizar o utilizar el azúcar de la sangre. En este caso el tratamiento consiste en sustituir la que el cuerpo no produce. Para la diabetes mellitus o tipo 2 hay fármacos, como la metformina, que se usan en combinación con dieta y ejercicio para controlar la enfermedad. Solo cuando los pacientes no responden de la forma esperada a estos medicamentos se recurre a la insulina. De hecho, el uso oportuno de insulina previene las complicaciones. De cualquier forma, la persona diabética tiene derecho a decidir el tipo de cuidado que le genere mayor beneficio.
Los pacientes diabéticos deben pincharse todos los días
Falso. Muchos pacientes solo deben hacerse una glucometría al día en la yema del dedo para conocer en cuánto está la glicemia. Además, se trata de un proceso sencillo e indoloro, gracias a dispositivos modernos y agujas ultrafinas que ahora están incluidos en el POS. Con las mediciones hechas en casa y en diferentes momentos del día se pueden realizar ajustes en el tratamiento, como variar la dosis del medicamento, hacer cambios en la alimentación o incrementar el ejercicio. El autocontrol es la única forma de que el paciente lleve una vida normal. Como complemento es necesario medir la glicemia con pruebas de laboratorio cada tres meses o según el criterio médico.
La diabetes se cura
Falso. Hasta el momento no existe cura para la diabetes, pero se puede controlar. Muchas personas piensan que si dejan de comer dulce la enfermedad desaparecerá, pero este es otro mito asociado a la dolencia. Aunque los azúcares y carbohidratos influyen en el desarrollo de enfermedad, el problema radica en que el páncreas deja de producir insulina, no la produce en cantidad suficiente o las células del organismo no responden de manera adecuada a esta hormona, explica Johanna Barbosa, médica endocrinóloga y jefe del servicio de Endocrinología de la Organización Sanitas Internacional. La insulina es como la llave que abre la cerradura para que la glucosa entre a la célula y la provea de energía. Por eso, el diagnóstico se hace cuando los niveles de glucosa en la sangre se elevan.
Dejar un comentario