Los mejores amigos de la salud

Las actividades asistidas con animales pueden hacer más fácil la adherencia y participación activa de los pacientes en su proceso de curación.

Apenas hace unas décadas se empezó a estudiar el potencial que tienen los animales para mejorar las funciones físicas, cognitivas, emocionales y sociales de los seres humanos. Quien comparte la vida con un animal ha podido descubrirlo de forma intuitiva, pero desde que se tienen pruebas claras de los impactos positivos que genera la convivencia con animales, se ha venido trabajando cada vez más con ellos, especialmente con los perros, en una disciplina denominada intervención asistida con animales.

Existen distintos tipos de intervenciones para las que se utilizan animales, dependiendo de las necesidades particulares que tenga cada persona. Los animales de terapia, por ejemplo, son aquellos introducidos en procesos terapéuticos con un objetivo. Los de asistencia o guía favorecen la vida de pacientes cuya discapacidad requiere complemento para superar total o parcialmente la discapacidad. Y cuando hablamos de animales de compañía, nos referimos a las mascotas que comparten su vida y habitan un hogar con nosotros.

Actividades asistidas con animales

Entre las intervenciones hay distintas actividades en las que los perros pueden participar con el fin de generar cambios fisiológicos, actitudinales y conductuales en los pacientes, y que hacen más fácil la adherencia y participación activa de ellos en su proceso de apoyo médico. Se ha demostrado que contar con un perro en el proceso médico contribuye en la disminución de la intranquilidad, el estrés y la ansiedad.

“Son una puesta en escena donde un experto, profesional de ciencias humanas o de la salud, adapta una estrategia de intervención para que el trabajo con el equipo de salud se pueda flexibilizar para que un perro trabaje con el paciente en la consecución de los objetivos”, explica Yonatan Rojas, director del Diplomado Introductorio a las Actividades Asistidas con animales de Unisanitas. 

Por ejemplo, en un ejercicio de respiración con el que se busca que el paciente mantenga un estado de conciencia para disminuir los niveles de ansiedad, en lugar de trabajar solo, se puede introducir un perro. De modo que el ejercicio de consciencia y respiración se realice al tiempo que la persona acaricia al animal. “El principio fundamental del ejercicio se mantiene, porque la persona sigue siendo consciente, y se adapta para que pueda participar un perro”, dice Rojas. Solo con eso, el ejercicio puede sentirse más grato para el paciente.

¿En qué casos se usan?

Básicamente están recomendadas en cualquier tratamiento, según explica Rojas. La única condición es que la practiquen quienes disfrutan del intercambio con un animal de compañía y que sean dirigidas por un profesional que sepa gestionar la herramienta y tenga la habilidad para entrenar a los animales, para garantizar la seguridad de ambos, paciente y animal de compañía. 

El bienestar de los perros

Lina Cáceres es doctora en Psicología especializada en promoción del bienestar animal y antrozoología. Para esta especialista, no podemos usar animales bajo la bandera del bienestar humano sin considerar también el bienestar animal.

Por eso, los perros utilizados en estas actividades tienen un chequeo de salud veterinaria más frecuente que los de los perros de compañía: a los primeros se les hacen cada dos meses, y a los animales de compañía cada seis. Y aunque no existe una normatividad específica en Colombia para los perros de actividades asistidas, hay una política de bienestar animal que señala cinco principios que se deben cumplir para garantizar el bienestar de todo animal. 

Además del derecho a la salud física, deben estar libres de sed, hambre y cualquier forma de sufrimiento y dolor, y deben poder expresarse como especie. Es decir, que los perros sigan siendo perros incluso en las actividades que hacen con humanos.

Durante todo el tiempo que dure la actividad, un técnico capacitado en primeros auxilios caninos y felinos, manejo de conducta y experto en las señales comunicativas que emiten los animales, acompaña y vigila al animal. Así se mitiga el riesgo de que pase algo en la sesión, tanto para el humano como para el perro.

La formación de los especialistas 

Unisanitas cuenta actualmente con un diplomado en actividades asistidas con animales integrado por un cuerpo docente de alto nivel, con expertos en psicobiología, bienestar, entrenamiento y cuidado de animales. “Este diplomado pretende introducir al estudiante en el campo de las actividades asistidas por perros, al tiempo que desarrollan habilidades y conocimientos en la selección y entrenamiento de los ejemplares caninos, el diseño de las actividades y un alto número de horas prácticas en escenarios reales para el pilotaje de sus propias actividades”, señala Rojas.

Dada la creciente divulgación de estudios que demuestran la validez clínica, beneficios y buenas experiencias de este tipo de procedimientos, contar con este conocimiento permite a los profesionales agregar un valor diferencial al perfil y capacidad de quienes se forman en este campo.

 - Este artículo hace parte de la edición 187 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.

*Bienestar Colsanitas.