Uno de los retos que enfrentamos durante la pandemia es la elaboración del duelo o la imposibilidad de despedir a un ser querido. Una psicóloga nos orienta en este duro tránsito.
a pandemia ha cambiado las formas de vivir y de morir. Miles de personas alrededor del mundo han muerto a causa de este nuevo virus y sus familiares han tenido que enfrentarse a la pérdida en medio del aislamiento social. La psicóloga Gloria Patricia Soto, directora de la Red de Vida Grupo Gaviria, aliado del programa Ciudades Compasivas de la Fundación Keralty, explica que en estas circunstancias, el duelo tiene otras complicaciones mayores, además de la que implica aceptar la ausencia del ser querido.
El duelo es el proceso de adaptación que enfrenta todo ser humano en diferentes momentos de la vida para asimilar la pérdida de algo muy significativo, en especial si es una persona. Se llama “duelo” porque el dolor es completo: emocional, físico y psicológico, y su intensidad depende del vínculo que se tenía con quien ya no está.
Dolor emocional
Es común que aparezcan sentimientos como miedo, culpa, angustia, desolación, frustración. Puede ser doloroso volver a los recuerdos de lo que fue o aquello que no pudo ser, y la imposibilidad de expresar los sentimientos de manera física a quien ha muerto. Los sentimientos que se experimentan a partir de una pérdida suelen ser “desgarradores”.
Dolor físico
Este dolor se experimenta con frecuencia en el cuello, la columna, los músculos y la cabeza, donde se concentra la tensión; sensación de presión o vacío en el pecho y el estómago; ardor y dolor en los ojos, si el llanto es frecuente, o en la garganta cuando se evita llorar.
Las personas que eluden la elaboración el duelo pueden presentar temblores y sudoración; y en casos más severos puede haber crisis de hipertensión, complicaciones coronarias y una disminución de las defensas que pone al cuerpo en peligro de infecciones.
Dolor psicológico
Este dolor puede provocar falta de atención, memoria y concentración. Se manifiesta a través de pensamientos intrusivos irracionales que lastiman, y deben ser encaminados hacia la aceptación de la pérdida. Algunos de ellos pueden ser: “Quiero pensar que está de viaje y va a regresar” o “No olvido la última vez que le vi en la clínica”.
En su amplia experiencia en atención a familias en duelo, la psicóloga Gloria Patricia Soto ha comprobado que el duelo efectivamente es un proceso universal, pero su desarrollo es tan único como la persona que lo atraviesa: “El duelo se compone de fases y tareas que se desarrollan a lo largo del tiempo para las cuales es fundamental el contacto con una red de apoyo, normalmente compuesta por familiares y amigos”.
"Se llama duelo porque el dolor es completo: emocional, físico y psicológico, y su intensidad depende del vínculo que se tenía con quien ya no está".
Doble duelo
El mundo entero se encuentra en duelo frente a la nueva realidad que se presenta a causa de la pandemia, y éste viene acompañado de un alto grado de incertidumbre colectiva. Si a esto se le suma la pérdida de un ser querido, el resultado es que se atraviesa un doble proceso de duelo con características particulares: la muerte sorpresiva y rápida (en caso de que la causa sea por COVID-19), la imposibilidad de realizar rituales religiosos o espirituales para despedirle; y la limitación del apoyo social.
En el caso de los profesionales en salud mental, su reto está en doble vía: por un lado, tienen a cargo la tarea de fortalecer las estrategias de acompañamiento a través de las herramientas virtuales que facilitan la atención. Y por otro lado, deben realizar constantes chequeos de su propio estado, para determinar si sus condiciones son óptimas para un acompañamiento adecuado.
Recomendaciones
La asesoría de un profesional es importante a la hora de elaborar un duelo complicado, porque cada proceso conlleva sus propias tareas y no existen manuales o rutas únicas. Sin embargo, estas recomendaciones generales le pueden ayudar a entender mejor lo que le está sucediendo:
• Evite calificar lo que siente o hace. En un proceso de duelo hay cosas que ayudan y otras que no ayudan, identifique cuáles cosas le aportan bienestar y trate de repetirlas con frecuencia.
• Sea paciente con usted mismo. Estar triste puede ser incómodo, pero es necesario que esa y otras emociones fluyan. En principio es importante aceptar que no va a estar al cien por ciento porque su vida cambió y debe adaptarse a esa nueva realidad.
• Gestione el autocuidado. Si bien es normal e importante que se sienta triste, cuide sus pensamientos para evitar que le sobrepasen.
• Aliméntese bien. Coma las cantidades que pueda de alimentos que sean nutritivos para que su estado físico y sistema inmunológico no colapsen. En caso de que el dolor no le permita consumir alimentos sólidos, tome sopas, jugos y agua. Hidratarse es fundamental.
• Exteriorice las emociones antes de dormir. El sueño es una herramienta reparadora para el cuerpo y la mente. Procure no irse a la cama angustiado: puede darse una ducha de agua tibia, tomarse una aromática o hacer ejercicios de meditación.
• No se automedique. A menos de que lo recete un médico, no tome medicamentos que desaparezcan sus emociones; de esta manera solo va a postergar un proceso que tendrá que hacer tarde o temprano.
• No se aísle. Si bien es importante tener momentos de privacidad para trabajar en el proceso interior, comparta conversaciones o actividades junto a las personas que están en casa con usted. En el caso de estar solo, conéctese de manera virtual con gente que quiere y en quienes confía para desahogarse. La distancia social, ahora más que nunca, crea abismos emocionales.
• Evite creer que no ha pasado nada. El silencio y el vacío frente a la pérdida puede deteriorar las relaciones interpersonales y complicar el proceso de duelo.
Tenga en cuenta
Una buena forma de evitar mayores complicaciones durante el duelo es procurar la búsqueda constante del equilibrio entre la posibilidad de sentir y expresar las emociones cuando aparecen, y la responsabilidad del autocuidado.
Tenga presente que antes y después de la pandemia, la condición humana implica la muerte. Trate conversar abiertamente con quienes quiere sobre este y otros temas relacionados, para evitar la angustia y la ansiedad.
El Gobierno nacional y otras organizaciones de salud han dispuesto algunas líneas de atención a las que puede llamar para solicitar información o asesoría sobre todos los temas de COVID-19.
• Gobierno nacional
Desde el celular: 192
En Bogotá: +57 (1) 330 5041
Resto del país: 018000955590
Encuentre teléfonos por departamento aquí: https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/PET/Documents/coronavirus-telefonos.pdf
• Fundación Keralty
En su perfil de Facebook, Ciudades Compasivas Fundación Keralty, ofrece información y transmisiones en vivo sobre salud mental.
• Colsanitas
Celular: 310 310 7676
• EPS Sanitas
WhatsApp: 320 255 0525
• Grupo Gaviria
Celular: 3144113324 o 301 4860798
En su página web puede hablar con alguno de los profesionales para valoración.
• Colegio Colombiano de Psicología
En Bogotá: 7451410 ext. 1246 / 1210
• Otras iniciativas
Coronalat Colombia: https://coronalat.org/coronavirus-colombia/
Terapify: https://www.terapify.com/
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