Las células pueden oxidarse y generar enfermedades. Hay algunos alimentos ricos en sustancias que frenan este proceso. Conozca todo sobre los antioxidantes.
ada uno de los alimentos que ingerimos se transforma en energía. Este proceso celular suele dejar residuos —moléculas inestables— que con el tiempo van acumulándose y deteriorando (oxidando) las mismas células, hasta el punto de ocasionar enfermedades en el organismo. A estos residuos se les conoce como radicales libres, y pueden obtenerse a través de las toxinas ambientales producidas por la contaminación o los rayos ultravioleta. Evitarlos es una tarea prácticamente imposible, pero es factible minimizar su impacto de forma natural.
Para hacer contrapeso a los radicales libres existen los antioxidantes. Son sustancias cuya función es proteger la célula de la oxidación al reaccionar química y naturalmente al interior de ésta. Cuando los antioxidantes son insuficientes, los radicales libres terminan degradando compuestos moleculares complejos como los lípidos (grasas saturadas e insaturadas), las proteínas y el ADN llegando, incluso, a desencadenar diabetes, enfermedades cardiovasculares, oncológicas y otras.
Los antioxidantes pueden conseguirse mediante la ingesta de ciertos alimentos de consumo diario. De hecho, hacen parte de nuestra dieta sin que nos demos cuenta. El ejemplo más claro son los lácteos, que sin importar su presentación (leche, queso, yogur) son el recurso más a mano y del día a día para combatir los radicales libres: están en nuestro desayuno, lonchera, café de la tarde e incluso en la cena de cada noche (en gran medida es por esto que siempre encajan en cualquier dieta balanceada).
Más allá de esto, los antioxidantes están presentes en productos ricos en vitamina A, C y E, y por extensión en frutas, vegetales, granos y semillas ricos en betacarotenos (responsables de los colores amarillos, rojos o naranjas de los alimentos), licopenos (de los colores rojos), luteína (vegetales de hojas verdes), y selenio (oligoelemento de granos y semillas).
Cinco alimentos ricos en antioxidantes
Lácteos: vale la pena detenernos en las propiedades naturales que los hacen indispensables en esta breve lista. Los derivados de la leche son ricos en calcio, potasio, fósforo, vitamina A y D, antioxidantes por antonomasia. Sumado a esto, el procesamiento natural de los lácteos para su consumo, comenzando por la pasteurización, potencia el efecto de los antioxidantes dentro del organismo.
Brócoli: al ser un alimento rico en luteína, vitamina A, C, ácido fólico, calcio, potasio, fósforo, hierro, yodo, zinc y cobre es uno de los portadores de antioxidantes más potentes del mundo vegetal.
Tomate: es rico en vitamina A, C y licopeno, de donde viene su color rojo, y esto lo hace portador de una buena cantidad de antioxidantes.
Uvas: especialmente las moradas, debido a la alta cantidad de licopeno, betacarotenos y vitamina C, son fuente potente de antioxidantes.
Té verde: sus hojas tienen alto contenido de vitamina A, C, E y algunos oligoelementos que lo hacen un poderoso antioxidante.
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