Pasar al contenido principal
Inmunización contra virus y bacterias

Inmunizaciones necesitamos a lo largo de la vida

Ilustración
:

La inmunización contra virus y bacterias refuerza nuestros sistemas de defensa, previene enfermedades graves y reduce su propagación a nivel público. Por esto, mantener el esquema de vacunas actualizado a lo largo de la vida es fundamental para protegernos y cuidar a quienes nos rodean.

La inmunización contra virus y bacterias no es exclusiva de la infancia. Muchas familias centran su atención en el esquema de vacunación de los bebés y los niños, olvidando que esta es una herramienta necesaria en todas las etapas de la vida. 

Desde el nacimiento, el cuerpo necesita protección contra infecciones por diferentes tipos de gérmenes que pueden ser mortales en los primeros meses de vida. En la infancia y la adolescencia, los refuerzos aseguran que la inmunidad se mantenga activa. En la adultez y vejez, vacunas como la de la influenza, la difteria o el tétanos se vuelven esenciales para prevenir complicaciones graves en caso de contagio.  

“La inmunización no solo protege a toda la familia. Mantener un esquema de vacunas actualizado a lo largo de la vida es clave para prevenir enfermedades que pueden tener consecuencias severas”, señala el Doctor Darío Botero, pediatra adscrito a Colsanitas. A pesar de los avances médicos, algunas enfermedades prevenibles siguen representando un riesgo si no se toman las medidas adecuadas.

Otro aspecto importante que resalta el valor de la inmunización es el impacto colectivo. Por ejemplo, cuando una comunidad mantiene altas tasas de vacunación, se genera una protección indirecta para quienes no pueden recibir este tipo de vacunas, como los recién nacidos o personas con enfermedades de base específicas. Esto ayuda a prevenir brotes epidémicos y reduce la carga de enfermedades en la sociedad. 

Aquí recordamos el esquema de vacunación  desde los recién nacidos hasta los adultos mayores, destacando aquellas inmunizaciones clave que garantizan una vida más saludable y segura.

Embarazo

  • Vacuna combinada acelular (Tdap) en el tercer trimestre para proteger al bebé contra la difteria, tétanos y tosferina.
  • Vacuna contra la influenza para prevenir complicaciones respiratorias en la madre y el recién nacido.

Recién nacidos (1-29 días)

  • En sus primeras horas de vida, los bebés reciben las primeras vacunas esenciales para su salud: la BCG para prevenir la tuberculosis y la vacuna contra la hepatitis B, que los protege desde los primeros días de vida.

Lactantes (1-12 meses)

  • A los 2 meses: vacuna combinada, como la hexavalente acelular (difteria, tétanos, tosferina, polio, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B), junto con las vacunas contra neumococo, rotavirus, meningococo tetravalente ACWY y meningococo B.
  • A los 4 meses: refuerzos de todas las vacunas de los 2 meses, como la hexavalente acelular.
  • A los 6 meses: inicio de la vacunación anual contra la influenza, con refuerzo al mes siguiente.
  • A partir de los 6 meses: vacunación contra el Covid-19 según recomendaciones oficiales.
  • A los 12 meses: vacuna triple viral (sarampión, rubéola, paperas), vacunas contra la varicela y hepatitis A, además de un refuerzo contra el neumococo.

Lactantes mayores (1-2 años)

  • A los 18 meses: refuerzo con vacuna combinada, como la hexavalente acelular y la triple viral, además de la vacuna contra la fiebre amarilla.
  • La OMS recomienda una sola dosis de fiebre amarilla para toda la vida.

Preescolares (3-5 años)

  • A partir de los 4 años: opción de vacunación contra el dengue.
  • A los 5 años: refuerzos de DPT, polio y varicela, con vacunas combinadas acelulares, como la tetravalente, junto con la vacuna anual contra la influenza.
  • Vacunación contra el COVID-19 según indicaciones médicas.

Escolares (6-10 años)

  • A los 9 años: vacuna contra el VPH tetravalente para niños y niñas.
  • Vacunación anual contra la influenza.
  • Vacunación contra el COVID-19 según indicaciones médicas.

Adolescentes (10-18 años)

  • A partir de los 11 años: vacunas Tdap (tétanos, difteria, tosferina), meningococo ACWY y VPH nonavalente.
  • Vacunación anual contra la influenza.
  • Vacunación contra el COVID-19 según indicaciones médicas.

Adultez temprana (19-39 años)

  • Refuerzos de tétanos y difteria cada 10 años.
  • Vacuna contra la fiebre amarilla obligatoria en ciertos territorios.
  • Vacuna anual contra la influenza, especialmente para quienes trabajan con niños, adultos mayores o poblaciones vulnerables.

Adultez media (40-59 años)

  • Refuerzos de tétanos y difteria cada 10 años.
  • Vacuna anual contra la influenza para reducir hospitalizaciones.
  • En algunos casos, meningococo ACWY para viajeros o personas con enfermedades crónicas.

Adultos mayores (60+ años)

  • Vacuna contra el neumococo para prevenir neumonía y meningitis.
  • Vacuna anual contra la influenza.
  • Refuerzos de tétanos y difteria para reducir riesgos de complicaciones graves.

Viajeros y poblaciones de riesgo

  • Fiebre amarilla y meningococo ACWY para quienes viajan a zonas endémicas.
  • Vacunas contra influenza y neumococo en pacientes con enfermedades crónicas para reducir riesgos de complicaciones.

Fuentes: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Vacunas e inmunización.
Consultado el 17 de marzo de 2025. Disponible en:
https://www.cdc.gov/spanish/inmunizacion/index.html. Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica. Calendario de vacunación recomendado para las personas de 0 a 18 años de edad. Consultado el 17 de marzo de 2025. Disponible en: https://slipe.org/slipe-calendario.html

Este artículo hace parte de la edición 199 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.