Una dieta especial para diabéticos debería ser baja en carbohidratos y privilegiar el consumo de pescado por encima de las carnes rojas.
a dieta de los pacientes con diabetes debe cumplir tres objetivos: 1) controlar los niveles de azúcar en la sangre; 2) facilitar la pérdida de peso (en el caso que se requiera), y 3) prevenir complicaciones cardiovasculares.
Hay una dieta que cumple con estas características: la mediterránea. Es una de las pocas que ha podido pasar dos estudios científicos, uno en España y otro en Francia, en los que se demostró que reduce y controla los niveles de azúcar en la sangre, sirve para controlar el peso y previene eventos cardiovasculares, un riesgo asociado a la diabetes.
El doctor Pablo Aschner, internista y endocrinólogo, director científico de la Asociación Colombiana de Diabetes, de la mano de la nutricionista Patricia Barrera, adscrita a Colsanitas, diseñaron 20 recetas tipo mediterráneo adaptadas a productos colombianos, teniendo en cuenta que en la dieta mediterránea original hay productos de difícil consecución o muy costosos en nuestro medio.
Dice el doctor Aschner: “Hemos buscado la manera de adaptarla a nuestro medio. Tenemos fuentes de ácidos grasos monoinsaturados (el aceite de oliva, el de canola, el aguacate, las nueces); se incluyen muchos granos, que aquí tenemos en abundancia, que son ricos en fibra, y harinas aunque no en las cantidades que comemos aquí. También hacemos énfasis en bajar el consumo de carnes rojas y aumentar el de pescado. Cada vez que la persona pueda debe comer pescado”.
La dieta también es baja en carbohidratos: “Los carbohidratos se convierten en azúcar, y por eso bajarlos ayuda a mantener un nivel de glicemia adecuado. Lo ideal es consumir de 130 a 150 gramos de carbohidratos en todo el día”.
Es importante involucrar a la familia del paciente en el proceso, no solo para que sean un apoyo para el diabético sino porque ellos también pueden cambiar su alimentación y disminuir los riesgos: “Todos los miembros de la familia pueden comer esta dieta. Un paciente no diabético que cambie su alimentación está disminuyendo riesgos de enfermedades. Si el paciente tiene buen peso y mantiene una ingesta de frutas y verduras adecuada y una buena proteína, va a prevenir enfermedades cardiovasculares, incluso el cáncer”, explica la nutricionista.
El doctor Aschner coincide en que esta dieta es apta para todos: “no es exclusivamente recomendada para diabéticos o personas con alto riesgo cardiovascular. Sirve para las personas que quieran seguir un plan de alimentación saludable”.
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