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¿Cómo afrontar el duelo migratorio en niños y adolescentes?

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El desarraigo, el cambio de entornos que consideraban seguros, el sentirse diferentes ante los cambios de lengua, costumbres o incluso religión, son algunas de las causas. La autora consultó a varios especialistas sobre cómo anticiparse y afrontar los riesgos asociados a los procesos de migración.

“Cuando tenía 14 años mis papás se divorciaron. Y, en consecuencia, mi mamá decidió que nos iríamos ella y yo a vivir a España. Mi hermano menor se quedó en Bogotá con mi papá. Mi llegada a Madrid fue muy dolorosa. Mi mamá, quien tenía sus propias preocupaciones con su proceso de divorcio y su nuevo trabajo, trataba de calmarme diciéndome que pronto nos sentiríamos mejor, pero sin realmente validar lo que ella y yo estábamos viviendo. Lo cierto es que durante meses caí en una depresión muy fuerte que, con el tiempo, terminó en bulimia. En los momentos más difíciles me atracaba de comida, luego venía el sentimiento de culpa y terminaba vomitándolo todo. En ese círculo vicioso me mantuve durante años. Aún hoy, quince años después y muchas horas de apoyo terapéutico, no puedo decir que esté completamente sana, pero sí que he trabajo muy fuerte por recuperar mi autoestima, mi salud y mi vida”, cuenta Ana García.

“No solo extrañaba terriblemente a la mitad de mi familia, sino que tuve muchísimos problemas en el colegio: los otros niños solían reírse de mí y decirme que no entendían mi ‘idioma’, haciendo referencia a mi acento. Eso me generó muchas inseguridades”.

La de Ana no es una historia aislada. Aunque la migración en sí misma no es un problema, ya que muchas veces se realiza por decisión personal y trae consigo oportunidades y ventajas, —explica el psicólogo Rolando Salazar Sarmiento, decano de la Fundación Universitaria Sanitas— sí puede ser un factor de riesgo para ansiedad, depresión, estrés y otras enfermedades relacionadas con la salud mental, si se cumple con ciertas condiciones. Estas incluyen un yo no estructurado (frecuente en niños y jóvenes), alteraciones previas de salud mental o condiciones extremas en el proceso migratorio, como hacerlo de manera forzada porque se huye de un lugar a causa de una guerra, una situación económica o política hostil, o por una ruptura a nivel de composición familiar.

En estos casos, los especialistas hablan del duelo migratorio, que ocurre cuando las personas se enfrentan al desarraigo, al cambio de entornos que consideraban conocidos y seguros, o a sentirse diferentes ante los cambios de lengua, costumbres o religión, entre otros.

El especialista Salazar añade que, a menudo, la angustia por la separación o la ruptura de vínculos pueden desencadenar múltiples síntomas afectivos como cambios de identidad, regresiones o la puesta en marcha de diferentes mecanismos de defensa (negación, represión o aislamiento).

Paola Benavides, neuropsicóloga y Case Manager de KSI Bogotá, explica que durante la migración, los niños, niñas y jóvenes son más vulnerables, ya que se ven expuestos a un panorama psicológico en el que el miedo, la soledad y la nostalgia generan inseguridades y manifestaciones de timidez. Además, deben lidiar con procesos de aculturación que, en muchos casos, son bruscos y afectan sus relaciones interpersonales y sus formas de aprendizaje.

Por su parte, Liliana Rueda, psicóloga y coordinadora del Centro de Bienestar Psicosocial de la Universidad Piloto de Colombia, asegura que desde la institución han evidenciado que los jóvenes migrantes, ya sea que vienen de otros países o de otras regiones de Colombia, suelen tener dificultades emocionales, relaciones y respuestas desadaptativas ante los cambios. También enfrentan problemas académicos e, incluso, trastornos de la alimentación que tienen que ver con altos niveles de ansiedad en sus procesos de socialización.

¿Cómo evitar que la migración afecte la salud mental?

“Para generar un menor impacto ante la migración es importante que las personas cuenten con apoyo emocional en el lugar nuevo de residencia, que intenten volver a las actividades cotidianas que tenían en su lugar de origen en el menor tiempo posible y a tener contacto frecuente con las personas que dejaron atrás. Hoy, por suerte, contamos con las redes sociales que, en este caso, se convierten en una buena herramienta”, afirma el decano Rolando Salazar Sarmiento. 

“En mi caso, me ayudó mucho entrar al equipo de natación del colegio. Gracias a ello tuve acceso a varios especialistas que me apoyaron física y mentalmente: un nutricionista, un médico deportólogo y una psicóloga. Gracias a ellos entendí el valor del autocuidado y de validar mis propios pensamientos y emociones. Pero, lo más importante es que encontré una comunidad que me acogió, un grupo de amigas a las que adoro y una actividad que me gustaba y en la cual era muy buena. Entonces tuve la seguridad para empezar a ver todas las oportunidades que se abrían ante mí en España. Posteriormente hice mi carrera y trabajé durante varios años en diferentes empresas antes de decidir regresar a Colombia gracias a una oferta laboral”, narra Ana García.

¿Qué pueden hacer las instituciones educativas para apoyar a niños y jóvenes migrantes?

En ese sentido, Marcela Vallejo, orientadora del centro de bienestar estudiantil del Colegio Rochester, explica la importancia de validar todas las emociones de los niños y jóvenes frente al cambio. “Todos necesitamos sentir que vamos a ser exitosos y queridos y que vamos a poder divertirnos en el lugar en el que estemos, así que, como padres y formadores, es nuestra responsabilidad ayudarlos a encontrar esas herramientas y permitir que los chicos puedan desarrollar sus habilidades, sus capacidades y sus pasiones”.

En el caso de los niños y jóvenes en edad escolar es necesario trabajar también su adaptación a los nuevos procesos académicos. Por tanto, las instituciones educativas deben desarrollar estrategias donde prime la aceptación de la diversidad cultural. Los programas de inclusión y personalizados son recomendables para facilitar dichos procesos de adaptación. 

“Cuando las familias llegan de otros países, en cualquiera que sea su circunstancia, lo primero que hacemos es tranquilizar a sus integrantes y ayudarlos a ubicarse en la nueva ciudad, a elegir un lugar cómodo donde vivir y apoyarlos con temas logísticos que son fundamentales para su adaptación. A partir de ahí, pasamos a realizar talleres y actividades con el objetivo de que los padres y estudiantes puedan conocerse, integrase, hablar de sus países de origen y de sus culturas, e ir encontrando una indispensable red de apoyo. Paralelamente a un trabajo socioafectivo, hay que apoyar a los estudiantes con su desarrollo escolar: tutorías, programas paralelos, enseñanza del idioma cuando no se maneja el mismo. Se requiere de un esfuerzo multidisciplinar y personalizado, según las necesidades y requerimientos académicos, neurológicos y psicológicos de cada estudiante, afirma Adriana Carvajalino, directora ejecutiva del Knightsbridge Schools International, institución que cuenta con un programa de adaptación para familias extranjeras.

¿Cómo pueden los familiares apoyar a niños y jóvenes migrantes?

La psicóloga Liliana Rueda recomienda que los padres muestren gran seguridad frente a la decisión de traslado de vivienda, para que puedan transmitir tranquilidad a sus hijos y permitir que los jóvenes puedan hacerse expectativas positivas. En este proceso ayuda mucho que todos se preparen ante el cambio, con herramientas como fotos, periódicos, literatura y películas.

Es importante que los padres pregunten abiertamente a sus hijos de qué tienen miedo, cuáles son sus expectativas y qué les gustaría encontrar. Que permitan una comunicación fluida en la que sean válidos todos los puntos de vista.

Cuando los cambios son constantes, como en el caso de los padres militares o diplomáticos, se recomienda contar con el acompañamiento de un profesional que ayude a toda la familia para prepararse y ajustarse ante el nuevo lugar de residencia. 

Por su parte, la neuropsicóloga Benavides explica la responsabilidad que recae en los adultos para que los niños y jóvenes vivan la experiencia del cambio de país o ciudad como una gran oportunidad y no como una enorme e irreparable pérdida. Es determinante que los padres propicien diálogos anticipados con las comunidades que los van a recibir, para que allí conozcan de antemano quiénes son estos chicos, qué les gusta, qué los caracteriza, cuáles son sus prácticas religiosas, cuáles son sus creencias. “Ese vínculo inicial puede ser clave para transformar la experiencia migratoria en una ventana al conocimiento y una oportunidad para desarrollar una mente abierta y un pensamiento crítico”, concluye.

Visión positiva ante los cambios

Finalmente, el decano Salazar explica que no hay que temer demasiado a la ansiedad, pues está bien sentirla siempre y cuando esté controlada. “Esta emoción bien canalizada puede ser un motor que nos lleve a conseguir grandes objetivos. Por el contrario, cuando la ansiedad desborda a las personas, es prioritario buscar ayuda terapéutica y psicofarmacológica para que la situación no termine en posibles ataques de pánico o crisis de angustia”. 

Ahora bien, continúa el especialista: “Una de las maneras de fortalecernos como seres humanos es vivir ciertas situaciones que consideramos complejas y salir adelante de las mismas. Por lo general, una primera experiencia en cualquier contexto puede ser abrumante, aún más si implica dejar un espacio seguro o perder contacto con un ser querido. Sin embargo, es importante entender que los cambios pueden traer nuevas oportunidades, aunque estas no sean evidentes a primera vista”.

Entonces, la solución está en encontrar las herramientas propias y únicas de cada persona (ayuda terapéutica, yoga, meditación, practicar algún deporte, leer, etc.) que sean efectivas a la hora de encontrar la calma y abrir los ojos ante el abanico de posibilidades que se despliegan ante dichos sucesos. Es decir, hay que respirar profundo, adquirir una actitud positiva frente a la vida y tomar el toro por los cuernos.

Rutina de autocuidado de salud mental

Según Marcela Vallejo, psicóloga especializada en Teoría de la Elección, las claves para para cuidar nuestra salud mental en los nuevos entornos son las siguientes:

  1. Construir relaciones saludables. No se trata de tener cientos de seguidores en Instagram, sino de encontrar y cultivar amistades de calidad, basadas en el respeto, con quienes compartir gustos, aficiones y planes.  Pueden ser locales o quizás personas en la misma situación migrante. 
  1. Reconocer y satisfacer nuestras necesidades vitales. Hacer ejercicio, comer saludablemente, tomar agua, dormir y mantener una rutina espiritual son esenciales para lograr una buena calidad de vida.
  1. Ser agradecidos y creativos. Iniciar el día dando las gracias y abrir los ojos muy bien para descubrir las oportunidades que trae consigo y la manera de aprovecharlas, por pequeñas que parezcan.  
  2. Elegir ser felices. Una migración confronta y cambia por completo nuestro entorno. Lo que creíamos seguro y estable se puede esfumar y tenemos miedo, pero la felicidad también está en la capacidad de poder elegir. Elegir vivir en el presente y no ser víctimas del pasado.

Líneas de apoyo para la población migrante

  • Centro Integral de Atención al Migrante (CIAM). Tel. 327-9797 ext 51022. Dirección: Calle 35 No. 21-10 Bogotá.
  • ACNUR tiene varios de puntos de atención y orientación en varias ciudades de Colombia. (601) 6055454.  Línea Nacional Gratuita: 018000510454. [email protected].
  • La Organización Internacional para las Migraciones, OIM, cuenta con 39 puntos de Referenciación y Orientación. Línea gratuita 018000 180588

Para apoyo emocional gratuito, comuníquese con

  • La línea gratuita del ICBF. Tel: 018000 91 80 80. Cuenta con puntos de atención en varios lugares del país.
  • La línea de emergencias 123
  • Centro de Atención Psico Social Universidad Piloto de Colombia 7942233 Ext. 1566. [email protected]

*Recuerde que también es válido acudir a las salas de emergencia de los hospitales cuando se requiera de apoyo psicológico. 

Adriana Restrepo

Periodista y productora. Cofundadora de la plataforma relatto.com.