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Bienestar Colsanitas

Comer mal, dormir mal

El sobrepeso y los trastornos del sueño están estrechamente relacionados. Tanto, que ambos problemas deben tratarse en conjunto. Aquí le contamos por qué. 

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a obesidad es una de las causas del mal dormir, y dormir mal es una de las causas de la obesidad. ¿Cómo acabar con este círculo vicioso? El doctor Rafael Lobelo, neumólogo especialista en trastornos del sueño y director de la Clínica del Sueño de Colsanitas, explica por qué están tan relacionados.

—Las personas con obesidad tienden a sufrir de apneas del sueño, es decir, que se les colapsa la vía aérea superior que, en vez de mantenerse abierta para que pase el aire, se cierra porque los músculos, infiltrados de grasa, se vuelven insuficientes para la dilatarse y mantener la vía abierta. Esto hace que el cerebro se mantenga alerta, abriendo la vía aérea cuantas veces sea necesario. Eso explica por qué al despertar, la persona tiene la sensación de un sueño no reparador: porque tuvo un sueño muy fragmentado.

Pero la apnea del sueño es solo uno de los problemas de los obesos al dormir. También tienen mayor tendencia a roncar, dificultad para respirar, tienen episodios de caída de oxígeno y problemas de oxigenación nocturna. Las caídas de oxígeno frecuentes tienen sus consecuencias:

—Esas caídas de oxígeno —explica Lobelo— generan dentro del cuerpo un patrón de inflamación crónica y esa inflamación, junto con la obesidad, hace que aparezcan más apneas de sueño. El problema es que las apneas afectan el metabolismo y eso repercute en las células del cuerpo.

Mal dormir Mal comer CUERPOTEXTOLas personas con problemas de obesidad tienden a sufrir apneas del sueño, roncan más y tienen dificultad para respirar.

Las células empiezan a trabajar con baja cantidad de oxígeno pero de pronto les llega más oxígeno y quedan radicales libres de ese oxígeno. Esos radicales son sustancias inflamatorias, que incrementan la presión arterial, la presión pulmonar, hacen más inestable el ritmo cardiaco, crean resistencia a la insulina, y los pacientes tienden a ser hiperglicémicos. No es todo: las orexinas o hipocretinas, sustancias que controlan la saciedad, quedan bloqueadas y eso hace que se incremente el ansia por la comida.

Se han hecho estudios y observación de roedores que fueron privados de largos períodos de sueño y se notaba cómo incrementaban notablemente el consumo de alimentos.

Es por eso que, según el especialista, controlar las apneas del sueño es parte del tratamiento de bajar de peso, y bajar de peso es parte del tratamiento de las apneas de sueño. —No se puede tratar una sin tratar el otro problema. Va a ser más fácil bajar de peso si controlas las apneas de sueño y va a ser más fácil controlar las apneas si bajas de peso —agrega. La apnea de sueño es un fenómeno mecánico que produce daños y cambios en todo el cuerpo. Eso explica por qué el enfoque del tratamiento es multidisciplinario: intervienen nutricionistas, fisioterapeutas, endocrinólogos, cardiólogos, neurólogos y neumólogos.

—El paciente (y el médico) deben tener objetivos claros a mediano y largo plazo, con metas progresivas y no radicales. El paciente tiene que ser consciente de que debe trabajar para tener una mejor calidad de vida.

El especialista recomienda comer al menos dos horas antes de irse a la cama y no ingerir comidas demasiado pesadas, porque esto también afecta la calidad del sueño y el riesgo de obesidad. Si usted tiene problemas de sobrepeso y alteraciones del sueño consulte a un especialista que lo oriente en el tratamiento.

 

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