Los minerales, vitaminas y oligoelementos son importantes durante toda la vida. Pero en la niñez, su consumo puede hacer la diferencia entre un niño sano y uno con deficiencias en su desarrollo.
a deficiencia de hierro, vitamina A y zinc en los niños colombianos se considera un problema de salud pública, según las conclusiones de la Encuesta Nacional de la Situación de Nutrición en Colombia (ENSIN), publicada en 2010 y hasta el momento el documento más reciente al respecto.
“La baja ingesta de frutas y verduras, así como de carnes, huevos y lácteos ha generado la carencia de algunos micronutrientes (minerales, vitaminas y oligoelementos) en la población infantil colombiana”, explica Adriana Cadena, nutricionista clínica y especialista en nutrición pediátrica del Departamento de Nutrición de la Clínica Colombia. La doctora Cadena identifica cinco nutrientes indispensables y decisivos para la etapa de desarrollo y crecimiento de los niños.
1. Calcio
Junto al fósforo, es un mineral necesario para el crecimiento y la conservación de huesos y dientes. En Colombia no se ha encontrado deficiencia de calcio pero sí baja ingesta de los alimentos que contienen este mineral, y por eso se consideró como situación de riesgo, en especial en niños mayores de cinco años. La nutricionista recomienda la ingesta de tres porciones de lácteos al día (leche, yogur, queso).
2. Hierro
El hierro es esencial para producir la hemoglobina, las células sanguíneas que transportan el oxígeno a todas las células del cuerpo, y participa en funciones del sistema inmunológico y cognoscitivo. La deficiencia de este mineral a temprana edad puede estar asociada a problemas de aprendizaje, déficit de atención y de memoria. Este mineral se encuentra en las carnes rojas, huevos, hígado, arvejas, fríjoles y en verduras como brócoli, espinaca, espárragos y coles.
3. Vitamina A
Es esencial para la visión, el crecimiento, el desarrollo óseo, la formación y conservación de tejidos y en los procesos inmunológicos, entre otros. Esta vitamina contribuye con la buena visión ya que produce los pigmentos de la retina del ojo, por eso también se le conoce como retinol. La deficiencia de vitamina A puede estar asociada a la propensión a enfermedades infecciosas agudas. Es importante anotar que puede ser tóxica en dosis muy altas. El alto consumo suele presentarse por el uso inadecuado de suplementos.
4. Vitamina D
Es determinante en la absorción y fijación del calcio. Ambos, vitamina D y calcio, contribuyen en la formación de huesos sanos. La doctora Cadena enfatiza que los requerimientos se cubren consumiendo de uno a tres lácteos al día (leche, yogur, queso). El cuerpo es capaz de formar colecalciferol o vitamina D por acción de los rayos solares; lo recomendable es exponerse de 10 a 15 minutos por día. Colombia tiene una ventaja geográfica en ese sentido, porque tiene sol prácticamente todo el año. No hay muchos alimentos que contengan esta vitamina (mantequilla, yema de huevo e hígado); la leche de vaca se debe fortificar con ella para dar un adecuado aporte. Abusar de su consumo puede provocar exceso de calcio y la formación de cálculos renales.
5. Zinc
Este oligoelemento se encuentra en todas las células del cuerpo y es necesario para un adecuado funcionamiento del metabolismo, ya que se encuentra en las enzimas que participan en la digestión y permiten aprovechar las grasas, proteínas y los carbohidratos. Es por esto que se le asocia con la producción de energía. Es de gran importancia para fortalecer el sistema inmunológico, ayudar a combatir infecciones y a la cicatrización de heridas. El zinc participa en la regeneración de los tejidos, por eso es importante para el crecimiento de los niños. La deficiencia de zinc puede provocar disminución de la respuesta linfoproliferativa, facilitando la presencia de infecciones frecuentes, crecimiento lento, problemas de cicatrización e inapetencia. El zinc se encuentra en la leche y los productos lácteos, las carnes de res, cerdo y cordero y en el pescado, aunque este último tiene menor cantidad
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