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Bienestar Colsanitas

La chía: potente semilla

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Parece un producto nuevo porque está de moda, pero ya los aztecas la consumían desde mucho antes de la llegada de los españoles. Su reputación como “superalimento” no es un mito.

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uando el bioquímico estadounidense Ralph Holman relacionó las bajas tasas de enfermedades cardiovasculares en los esquimales con el alto consumo de grasa de animales marinos, supo que la clave estaba en la alimentación. Luego de extensos estudios, en 1982 descubrió que en los pescados que comía esta población había ácidos grasos, conocidos como omega 3.

Desde entonces las investigaciones no han cesado. Y nadie discute la eficacia del omega 3 para prevenir enfermedades cardiovasculares. Pero además se han anotado otros beneficios: mejora el desarrollo intelectual de los niños y mantiene el buen funcionamiento de las células y del cerebro.

Pero el omega 3 no solo está en los pescados: la chía es el vegetal con mayor contenido de omega 3, incluso más que la linaza. Además de proteínas de buena calidad tiene antioxidantes, hierro, calcio, fósforo, boro, zinc y vitaminas B1, B6 y C. Aunque las semillas de chía son un alimento que consumían los aztecas y los mayas antes de la llegada de los españoles, solo hasta hace pocos años la FDA (Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos) empezó a considerarla un alimento.

Su alto contenido de omega 3 es tal que un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, incluyó semillas de chía en la dieta de tilapias cultivadas para obtener un pescado con mayores porcentajes de omega 3, similares a los que tienen los peces de mar.

Cultivo olvidado

La chía era uno de los cuatro cultivos principales de algunos pueblos americanos cuando llegaron los colonizadores españoles. Los otros eran el amaranto, la quinoa y el maíz. Además de consumirla en agua (agua fresca de chía) y mezclarla con harinas, la chía se usaba en las ofrendas a los dioses aztecas. Con la Conquista, este cultivo fue eliminado y casi condenado a la extinción.

En el libro Chía. Redescubriendo un olvidado alimento de los aztecas, Wayne Coates y Ricardo Ayerza, científicos de la Universidad de Arizona y de la Facultad de Bioquímica de la Universidadde Buenos Aires, respectivamente, hablan del potencial moderno de este cultivo, olvidado por siglos. Según escriben, las civilizaciones precolombinas usaron las semillas de chía como materia prima de medicinas, como alimento y como fuente energética cuando debían emprender viajes prolongados.

Hoy en día los cultivos de la Salvia hispánica, el nombre científico de la planta, no solo están localizados en México sino que se extienden por Argentina (donde se procesa y se extrae su aceite), Guatemala y Bolivia.

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​‌​"La chía es el vegetal con mayor contenido de omega 3,incluso más que la linaza".

La chía no falta en los brebajes de las dietas de desintoxicación ni en las dietas paleo. Sin embargo, su uso es mucho más amplio: se puede usar en ensaladas, panes, batidos, salsas, pues su sabor es neutro. En el mercado se le encuentra como ingrediente de algunos productos industrializados como galletas, panes o mezcla de cereales.

La chía puede absorber de diez a doce veces su peso: si se hidrata en agua por unos minutos, se forma una gelatina alrededor de cada semilla (que es del tamaño de la cabeza de un alfiler) y una vez en el estómago evita la digestión rápida de algunos carbohidratos e impide su transformación en azúcares sencillos. Esta característica favorece el trabajo de la digestión y es aconsejable para las personas que sufren de estreñimiento.

Algunos nutricionistas miran con recelo este alimento, y no recomiendan su consumo, o aconsejan no más de 30 gramos al día. Sin embargo, el futuro de esta semilla ancestral apenas inicia: probablemente habrá nuevas investigaciones que favorezcan el desarrollo de productos de uso medicinal o alimentario.

Para cerrar, citemos a Christopher McDougall, corredor de maratones y autor del libro Born to Run, quien define estas semillas como un “alimento excepcional” para los atletas: en términos de contenido nutricional, una cucharada de chía es como un batido hecho de salmón, espinacas y hormonas de crecimiento humano.

María Gabriela Méndez

Periodista. Editora de Bienestar Colsanitas.