Durante la gestación, la alimentación marca una diferencia fundamental en el estado de salud de una mujer. ¿Es recomendable tomar suplementos vitamínicos en esta etapa de la vida?
esde el momento en el que la prueba de embarazo marca positivo, aparecen múltiples dudas por resolver. Una de las más importantes tiene que ver con la nutrición,y por consiguiente, con la suplementación. ¿Cómo cerciorarse de que la dieta que se lleva hasta el momento es balanceada, apta y suficiente para el desarrollo del feto? ¿Las mujeres embarazadas deben obligatoriamente tomar suplementos vitamínicos? ¿Qué pasa con la dieta y la suplementación en el caso de las madres vegetarianas o veganas?
Consideraciones prenatales
Para empezar, es importante tener en cuenta que el cuerpo debe estar preparado nutricionalmente para el embarazo, incluso meses antes a la concepción, explica Ángela Navas, médica coordinadora del Grupo de Soporte Nutricional de la Clínica Reina Sofía.
Para ello, recomienda llevar una dieta “completa, equilibrada, suficiente y adecuada”, que tenga la cantidad de nutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) y micronutrientes (vitaminas y minerales) esenciales para garantizar la salud de la madre y del bebé desde la fecundación. “Esto también permitirá que la placenta pueda cumplir, entre otras, la función de implantarse adecuadamente en el útero y de proporcionar al embrión todos los nutrientes necesarios para su desarrollo, adecuado crecimiento y formación de órganos”, explica.
Ahora bien, en teoría, el uso de ciertos suplementos vitamínicos dependerá de qué tan óptima sea la salud nutricional de cada madre. “Los suplementos soportan algunos cambios que se producen en el embarazo y aseguran un estado nutricional adecuado, teniendo en cuenta que algunas mujeres inician su embarazo con deficiencias”, puntualiza el doctor Mauricio Herrera, jefe de la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Colsanitas.
Los esenciales durante la gestación
Los principales micronutrientes que deberían suplementarse si hay deficiencias, o si la ingesta de alimentos no es adecuada durante la gestación, son:
• Hierro: según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 40 % de las embarazadas en el mundo sufren de anemia. Al menos la mitad de este porcentaje se le atribuye a la carencia de hierro. El hierro es un mineral necesario para el desarrollo fetal y placentario. Se encuentra naturalmente en las carnes rojas, los frutos secos, el ajonjolí y en verduras como las espinacas y las acelgas.
• Ácido fólico: “Es el principal suplemento que debe consumir una mujer embarazada, idealmente tres meses antes de concebir”, explica el doctor Mauricio Herrera. Está comprobado que previene anomalías congénitas y puede llegar a reducir la incidencia de algunas enfermedades asociadas al embarazo. Está presente en verduras, cereales, frutas cítricas, vísceras y huevos.
• Calcio: la suplementación de calcio, explica Herrera, depende de condiciones especiales de cada paciente, que debe ser evaluada por su médico. El calcio ayuda a prevenir el riesgo de preeclampsia en el embarazo y es importante para el desarrollo del esqueleto fetal. Se encuentra en alimentos como la leche, el queso, el kumis, el yogur, las sardinas, las legumbres y algunos vegetales como el brócoli y el kale.
• Yodo: es esencial para la formación de hormonas tiroideas que se requieren en mayor cantidad durante el embarazo. En Colombia, la sal de mesa viene enriquecida con yodo y, por esto, según los expertos consultados, la deficiencia no es muy frecuente.
Lo recomendable es llevar una dieta «completa, equilibrada, suficiente y adecuada», para garantizar la salud de la madre y del bebé desde la fecundación”.
Para tener en cuenta
La vitamina D es producida naturalmente por el organismo tras la exposición a la luz solar. También hay otras fuentes de esta vitamina en alimentos como los huevos, algunos productos enriquecidos y pescados azules. Es importante no descuidar esta vitamina, porque es imprescindible para el metabolismo óseo durante el embarazo.
La carencia de vitamina D se asocia a un mayor riesgo de preeclampsia, diabetes mellitus gestacional y parto prematuro. Sin embargo, no se recomienda la suplementación de vitamina D en el control prenatal de gestantes de bajo riesgo, así que lo mejor será que su médico tratante se la recete si lo considera necesario.
La vitamina A también es de vital importancia para la salud ocular y para el fortalecimiento del sistema inmunológico, tanto de la madre como del feto, especialmente en el tercer trimestre de gestación. No obstante, según datos actuales de la OMS, la administración de suplementos de vitamina A durante el embarazo no reduce sustancialmente el riesgo de enfermedad. Por eso, solo se recomienda su uso para prevenir la ceguera en mujeres embarazadas, únicamente en zonas o países donde el déficit de vitamina A es un problema de salud pública.
¿Y qué pasa con las madres vegetarianas o veganas?
Según el doctor Herrera, no hay cambios específicos indicados en la dieta de mujeres vegetarianas o veganas. Lo ideal es realizar una evaluación nutricional al inicio del embarazo para determinar si sus necesidades metabólicas basales y sus niveles de hierro y otros minerales son los adecuados.
En términos generales, dos de los suplementos que suelen ser populares —cuando hay carencias diagnosticadas— entre las madres vegetarianas y veganas son: el DHA (ácido graso Omega 3), encargado del desarrollo cerebral del feto. Naturalmente, se encuentra en los pescados como el salmón, las sardinas y en las algas marinas. Para las que no comen pescado, también está presente en las semillas de chía y linaza, en la nuez del nogal y en el fríjol de soya.
Otra vitamina esencial, en este caso para la salud del sistema nervioso central, es la B12, la cual se encuentra naturalmente en los productos derivados de animales como las carnes, el huevo y algunos lácteos. Las opciones no animales se limitan a productos fortificados como la avena, algunas leches de almendras y la levadura nutricional.
En la lactancia, ¿qué suplementos son recomendados?
Una vez más, el doctor Herrera asegura que, durante la lactancia, no se indica la toma de suplementos. “Si la madre lo desea, puede complementar su alimentación con suplementos de calcio y oligoelementos”, a lo que añade: “eso sí, lo más esencial durante esta etapa es la hidratación”.
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