La vacunación es la manera más eficaz para prevenir el contagio del Virus del Papiloma Humano y reducir el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino.
El Virus del Papiloma Humano es la infección de transmisión sexual más común en el mundo y por eso se cree que todas las personas sexualmente activas se van a contagiar en algún momento de su vida.
El VPH es una familia de virus que abarca alrededor de 200 tipos, de los cuales 14 son de alto riesgo y pueden causar “enfermedades que van desde verrugas que salen en la piel, hasta el cáncer de cuello uterino”, según explica Carolina Villalba, Jefe Nacional de Salud Pública de la Clínica Colsanitas. Y el riesgo no es menor: el cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más común entre las mujeres y la primera causa de muerte por cáncer entre mujeres de 30 a 59 años.
Afortunadamente, desde 2006 existe una vacuna que ataca el Virus del Papiloma Humano y reduce las tasas de cáncer de cuello uterino en un 98,2 %, de acuerdo con el Ministerio de Salud. Por esto, vale la pena desmentir mitos y aclarar dudas sobre la vacuna del VPH.
¿Quiénes se pueden vacunar?
Según explica la doctora Villalba, lo ideal es vacunarse antes de iniciar la vida sexual, por eso se priorizó a las niñas de nueve años en el esquema de vacunación, pues son quienes podrían llegar a padecer cáncer de cuello uterino en el futuro.
Sin embargo, cualquier niño o niña mayor de nueve años, adolescentes o adultos se pueden vacunar con costo. Lo que pasa, explica la especialista, es que después de que inicia la vida sexual la vacuna no ofrece la misma protección que cuando se pone antes. Dependiendo de la edad de quien se vacuna, se aplica en dos o tres dosis.
Recientemente, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que una sola dosis permite proteger a niños, niñas y jóvenes de entre 9 y 20 años.
¿Es segura?
Sí, ha sido aprobada por varios institutos de control sanitario como la FDA en Estados Unidos y se ha probado en miles de personas en todo el mundo, explica Villalba.
Como cualquier vacuna, puede presentar efectos secundarios, aunque leves, como dolor en el lugar donde se administra, fiebre, mareo y náuseas (algo que vimos con el Covid-19). “Más allá de eso no hay demostrados efectos adversos mayores”, comenta la doctora Villalba.
Además, la Organización Panamericana de la Salud explica que “desde su comercialización en el 2006, el Grupo Asesor Global para la Seguridad de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud ha revisado la evidencia científica sobre la seguridad de las vacunas contra el VPH. Hasta la fecha, no se ha encontrado ningún problema de seguridad con las mismas”.
¿Puede causar desmayos y pérdida de conciencia?
No. Villalba explica que esto ocurre cuando no se tienen precauciones después de recibir la vacuna; como por ejemplo impedir que la persona descanse 15 minutos después de inmunizada. Pero, advierte: “estos síntomas no son atribuibles a la vacuna”.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud aclara que, “estos efectos, conocidos como síncopes, están relacionados con la ansiedad o una reacción por el estrés frente a la inyección. Estas reacciones pueden ocurrir durante la inyección de cualquier otra vacuna, medicamento o procedimiento médico”.
¿La vacuna incita a los menores de edad a iniciar su vida sexual o tener conductas sexuales riesgosas?
No. De acuerdo con la OPS, “varios estudios han demostrado que las niñas que se vacunan contra el VPH no son más propensas a involucrarse en actividades sexuales en edad temprana que aquellas que no se vacunan”.
Sobre esto, la doctora Villalba agrega que el inicio de las relaciones sexuales en adolescentes está relacionado con la cultura y la sociedad. “Ni la vacuna, ni hablar de la salud sexual y reproductiva es una incitación a iniciar las relaciones sexuales. Por el contrario, la educación sexual integral puede proveer mejores herramientas a los jóvenes para tomar decisiones informadas frente a su cuerpo y su sexualidad” comenta.
¿Pueden producir infertilidad?
No hay ninguna evidencia que pueda sustentar esta idea que se ha rumorado por años. Por ello, El Grupo Asesor Global para la Seguridad de las Vacunas de la OMS revisó la evidencia científica disponible y concluyó que no existe una relación causal entre la vacunación contra el VPH y la infertilidad.
¿Solo deben vacunarse las personas que tienen más de una pareja sexual?
No. Como ocurre con cualquier infección de transmisión sexual, basta con tener relaciones sexuales con una sola persona contagiada para contraer la infección. Es importante prevenir, y para ello la recomendación es que las mujeres acudan a los controles de citología anualmente y tanto hombres como mujeres, se realicen pruebas de ITS una vez al año.
Si identifica un riesgo de estar infectado, bien sea porque detectó alguna verruga en sus genitales, boca o manos, o porque tuvo relaciones sexuales con una persona contagiada, asista a una consulta médica.
“Hay muchos virus que siguen matando personas y para los que aún no hay vacuna”, dice la doctora Villalba. Usemos la que existe para prevenir y atacar el Virus del Papiloma Humano.
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