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Bienestar Colsanitas

La sudoración excesiva se puede controlar

La incomodidad que genera el exceso de sudor puede disminuirse o controlarse. El dermatólogo Arturo Argote nos guía.

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a sudoración o diaforesis es una reacción fisiológica normal para regular la temperatura corporal y se produce por algún estímulo: ambiental (calor, humedad), físico (cuando hacemos ejercicio y el cuerpo necesita refrescarse), por miedo o estrés. Sin embargo, un porcentaje de la población mundial transpira incluso cuando no hay ningún estímulo como los mencionados. Arturo Argote, dermatólogo adscrito aColsanitas, explica que esta situación genera mucha incomodidad y vergüenza en quien la padece. Y esa es la motivación inicial para consultar con un especialista.

El dermatólogo asegura que existen métodos específicos para cuantificar la sudoración y poder determinar si es “excesiva”, pero a su juicio, es más práctico un examen físico completo que incluya la inspección de las áreas afectadas, la revisión de la historia clínica donde se deben tener en cuenta los antecedentes familiares y toda la información que sirva para orientar un diagnóstico certero y descartar algunas enfermedades agudas o crónicas, o condiciones que podrían estar asociadas a la sudoración excesiva, como alteraciones de la tiroides, de la glucosa o enfermedades infecciosas acompañadas de fiebre. O si es el efecto secundario de un medicamento.

Al conocer el mecanismo fisiológico de la sudoración, se recomiendan diferentes abordajes terapéuticos que pueden mejorar o disminuir esta condición.

Argote señala que la sudoración excesiva generalmente se trata con sustancias como el clorhidrato de aluminio, que viene en diferentes presentaciones, incluso en algunos desodorantes comerciales o cloruro de aluminio hexahidratado en productos más especializados.

Sudoracion CUERPOTEXTO

"La sudoración o diaforesis es una reacción fisiológica normal para regular la temperatura corporal y se produce por algún estímulo: ambiental (calor, humedad), físico (cuando hacemos ejercicio y el cuerpo necesita refrescarse), por miedo o estrés".

En todos los casos, es el dermatólogo quien recomienda la mejor opción, teniendo en cuenta si el paciente tiene una condición dermatológica a tratar o es más bien un tema general.

Otra alternativa es la aplicación de la toxina botulínica en las axilas y en las manos. Argote apunta que tiene la desventaja de ser dolorosa (en las manos) y no soluciona el problema de forma definitiva porque su efecto puede durar aproximadamente seis meses. “Lo que hace la toxina es frenar la transmisión nerviosa que va hacia la glándula sudorípara y eso impide la sobreproducción de sudor”, explica el dermatólogo.

En el caso de la sudoración en axilas hay una solución más radical y definitiva, para casos específicos: la cirugía. Se trata de una operación sencilla que consiste en la succión de las glándulas sudoríparas que se localizan en las axilas. Esto hace que disminuya parcialmente la cantidad de sudor. En el caso de la sudoración excesiva en las palmas de las manos se realiza la cirugía llamada simpactectomía transtorácica para casos muy especiales y bajo la supervisión de una junta médica.

El doctor recomienda no recurrir a remedios caseros porque no van a controlar la sudoración excesiva y además pueden causar efectos indeseados en la piel como dermatitis de contacto, inflamación y sensación de quemadura. Más bien aconseja evitar las telas sintéticas o aquellas que incrementan el calor corporal.

En cualquier caso, es el médico quien debe formular un tratamiento acorde con las características específicas del paciente como son las comorbilidades, la edad, la actividad física que realiza el paciente y su estado emocional.