Reducir al mínimo los desechos es una forma de mitigar en alguna medida el impacto que causa nuestro estilo de vida en la Tierra. Podemos empezar por sustituir los productos de aseo que usamos a diario.
De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Jabón artesanal, jabón para afeitar, piedra de alumbre, cepillo de dientes de bambú, toallas para desmaquillar, copa menstrual y protectores diarios.
Jabón artesanal
Los jabones comerciales contienen químicos que contaminan el agua. Este jabón, elaborado artesanalmente con ingredientes biodegradables, no contiene sulfatos ni parabenos. El empaque es de cartón, lo que reduce la contaminación por plástico.
Jabón para afeitar
Al igual que el jabón no tiene empaque metálico ni plástico y cumple con las mismas funciones de una espuma convencional.
Piedra de alumbre
Este mineral funciona para controlar la transpiración y el mal olor de las axilas, lo que significa que puede reemplazar al desodorante comercial. Sirve para contener un sangrado leve, útil para después de afeitarse. Se consigue en cualquier farmacia, es muy económico y, por lo general, está empacado en cartón.
Cepillo de dientes de Bambú
Los odontólogos recomiendan cambiar el cepillo cada tres meses, lo que significa que durante la vida gastaremos una cifra enorme de cepillos de plástico. Este cepillo de madera, proveniente de cultivos orgánicos, es una solución sencilla.
Toallas para desmaquillar
Con estas toallas desmaquillantes de tela, lavables, evitamos desechar el plástico en el que se empacan las toallitas convencionales.
Copa menstrual
Se usa para contener la menstruación de la mujer y evitar el uso de toallas higiénicas que genera enormes cantidades de basura en el planeta. Gracias a las mejoras en su diseño, cada vez es más popular entre las mujeres.
Protectores diarios
Con estos protectores de tela no solo se minimiza la producción de basura sino que además evitan el contacto íntimo con químicos presentes algunas toallas comerciales, como el asbesto, la dioxina, el poliacrilato, entre otros.
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