Adriana Arango: multifacética

Adriana Restrepo

- Agosto 5, 2023

Fotografía

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Juan Manuel Vargas

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Ha trabajado en más de 40 producciones, entre teatro, cine y televisión. Acaba de terminar su participación en la novela Ana de nadie y ahora se sumerge en las tablas junto a su esposo Robinson Díaz y su hijo Juan José.

Francisco el matemático, La reina del flow y Rosario Tijeras son solo tres de las producciones que acreditan a Adriana Arango como una de las actrices más reconocidas del país. Su llegada a la actuación se debe, principalmente, a una jugada del destino. Se inscribió en L''École Internationale de Théâtre Jacques Lecoq con la intención de continuar con una carrera en ballet que había iniciado a los ocho años, y que había interrumpido por accidente. Pero al llegar a París descubrió que el curso al que se había inscrito era de teatro.

Fue así como Adriana encontró un universo que le ha permitido crear en muchas direcciones: ha escrito, producido, dirigido y actuado. Y lo ha hecho para cine, teatro y televisión. Durante 30 años de carrera artística jamás se ha quedado quieta. Aunque siempre busca espacios para darse un respiro, tomarse las cosas con calma y disfrutar del proceso, sin exigirse más de la cuenta.

Después de su destacada interpretación de Violeta, una mujer feminista y empoderada en la telenovela Ana de nadie, regresa al Teatro Libre de Chapinero, donde presenta La dama de negro, una famosa obra de suspenso. Además, se alista para estrenar Esquizofrenia, un show unipersonal de psicoterror, del maestro Rafael Perrín, a cargo de La Tropa, la compañía de teatro que maneja junto a sus socios: su esposo y su hijo.

¿Cómo define el bienestar y cómo lo consigue?

Es el equilibrio entre el trabajo, el descanso y el ocio. Cuando siento que estoy trabajando más de la cuenta se encienden alarmas dentro de mí, porque en el pasado fui adicta al trabajo y mi salud se vio afectada, así que ahora me regulo mucho. Modero la ambición de hacer muchas cosas y la cambio por el placer de hacer una cosa y disfrutar cada paso del proceso sin pensar en el resultado.

¿Cuáles son sus rutinas de belleza?

Uso productos que le den a mi pelo la textura que quiero, igual que a la piel. Como el cuerpo no está igual todos los días, le doy lo que me va pidiendo.

¿Sigue alguna dieta especial?

La comida desde niña ha sido un tema para mí: se me olvida comer y, a veces, como mucho. Me gustan mucho las chucherías, a veces soy más juiciosa y sigo una dieta saludable. En realidad, soy un desastre; debería ser más estricta no tanto por el tema de la figura, porque mi contextura es delgada, sino por salud.

Adriana Arango: multifacética

¿Hace deporte?

Me gusta hacer deporte al aire libre. Nado, juego básquet y patino.

¿Cómo vive la espiritualidad?

No crecí en una familia religiosa, así que siento muchísimo respeto por todas las religiones y además me encantan sus rituales, sus promesas, sus compromisos. Me gusta leer sobre el tema. Tal vez una parte de mí extraña esa conexión que tienen las personas religiosas con la vida y con los otros, pero también lo acepto como parte de mi destino. Y tengo una conexión importante con la energía divina que mueve nuestro universo.

Podríamos decir que gracias a Shakira y a la misma novela Ana de nadie, está de moda hablar claro y fuerte cuando se trata de infidelidad. ¿Las mujeres ya no quieren llevar la procesión por dentro?

Me parece importante que las personas exterioricen sus emociones. A veces lo pasamos por alto, pero este viaje de la vida es en grupo y todo lo que le pase al otro me afecta, así que está bien ponerlo en la mesa, es un crecimiento colectivo.

Otro de los puntos que tocó la novela es que la infidelidad no es un tema de pareja. Se lleva por delante a muchas personas. ¿Está de acuerdo?

Totalmente, creo que es la primera vez que se profundiza tanto en el tema y eso nos ha permitido a los colombianos hablarlo sin insultarnos entre nosotros.