Probablemente una persona tendrá puesto un catéter al menos una vez en su vida, o visitará a alguien que tenga uno conectado al cuerpo. Aquí le contamos para qué sirve y cómo se usan.
Los catéteres son pequeños tubos hechos de un tipo de plástico llamado polipropileno de diferentes tamaños: desde el calibre 24 (el más pequeño) hasta el 14 (el más grande). Aunque comúnmente se usa para acceder a las venas, también se utiliza para drenar líquidos o tomar muestras de sangre. Según la situación clínica del paciente se define la ubicación del catéter.
Tipos
Catéteres intravenosos: permiten introducir medicamentos o fluidos a través de la sangre y medir la presión arterial. También son fundamentales para conectar a una persona con falla renal a una máquina de diálisis para que esta pueda filtrar los desechos de la sangre.
Catéteres centrales: llegan hasta el corazón y sirven para diagnosticar o tratar enfermedades cardíacas, y administrar antibióticos muy fuertes.
Catéteres periféricos: son los que generalmente utilizan las enfermeras. Se ubican en los extremos más alejados del corazón como los antebrazos, manos o piernas.
Catéteres tipo sonda: sirven para llegar a diferentes partes del cuerpo como por ejemplo la vejiga o la nariz, y hacer drenaje de orina o fluidos.
- Este artículo hace parte de la edición 186 de nuestra revista impresa. Encuéntrela completa aquí.
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