Una pandemia como la actual, puede llevarnos a creer que los avances sociales y científicos no son suficientes, pero la historia nos demuestra lo contrario.
on cierta periodicidad surgen nuevos virus y bacterias que afectan a los seres humanos, es el curso normal de la naturaleza y sus microorganismos. Algunos se controlan con vacunación y prevención de los factores de riesgo. En paralelo, los sistemas de vigilancia epidemiológica están atentos a nuevos brotes. La investigación no se detiene y los nuevos hallazgos permiten tomar decisiones que ayudan a disminuir el número de afectados. Gracias a esto, algunas enfermedades han desaparecido de nuestro territorio (y del mundo) y otras se han declarado eliminadas o erradicadas. Aquí un breve repaso de esas enfermedades desaparecidas desde 1980 hasta nuestros días.
Viruela
Esta enfermedad infecciosa y contagiosa, que provocaba fiebre y unas dolorosas ampollas en la piel, fue declarada oficialmente erradicada en todo el mundo por la Organización Mundial de la Salud en 1980 y es, probablemente, el logro más grande de la medicina hasta ahora. Para el periodista Carlos Dáger, autor de diversos artículos y ensayos sobre temas de ciencia y salud, detrás de este resultado se esconden otros grandes logros como lo fue la primera campaña de vacunación que se hizo en todo el mundo y que inició en 1803, cuando el rey Carlos IV dio inicio a la “Real Expedición Filantrópica de la Vacuna” para inmunizar a toda la población.
Poliomielitis
En Colombia, el último caso detectado de esta enfermedad que afecta principalmente al sistema nervioso y provoca parálisis de las extremidades, fue en el año 1991, en el municipio de Arjona, Bolívar. Tres años más tarde, la Comisión Internacional para la Certificación de la Erradicación de la Poliomielitis, dijo que se había “interrumpido la circulación autóctona del virus salvaje en el continente” y el nuestro se convirtió en el primer territorio del mundo en lograrlo.
Esto sucedió gracias a que la erradicación de la viruela en el mundo había incentivado a la Organización Mundial de la Salud a poner en marcha el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), una estrategia para unir los esfuerzos de todos los países en un mismo propósito: erradicar, eliminar y controlar las enfermedades inmunoprevenibles. Estrategia que ha funcionado en un 99 % en el caso de la polio, pues se han evitado 16 millones de casos de parálisis en el mundo gracias a la vacunación y solo quedan tres países en los que no se ha detenido la transmisión: Afganistán, Nigeria y Pakistán.
Oncocercosis
En 1965 se comenzaron a registrar casos de esta enfermedad parasitaria causada por el gusano que depositan algunas moscas en la piel humana, también conocida como “La ceguera de los ríos”. La OMS declaró esta enfermedad eliminada del país en 2013, 17 años después de que se iniciara una campaña de suministro de un parasitario llamado ivermectina para tratar la enfermedad, y se llevaran a cabo estrategias para garantizar la atención básica en salud.
Sarampión, rubéola y paperas
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que produce síntomas como fiebre alta, conjuntivitis y sarpullido en todo el cuerpo. La rubéola por lo general causa síntomas ligeros, pero genera malformaciones fetales y otras complicaciones como la rubéola congénita. Y las paperas son una inflamación de las glándulas salivares que, en casos complejos, puede llegar a producir complicaciones serias como la meningitis.
En 1996, Colombia incluyó en el PAI la vacuna triple viral que actúa contra las tres enfermedades; para 2005 el porcentaje de habitantes inmunizados era del 93,2 %, según el Ministerio de Salud y Protección Social; y para 2014, la OMS declaró al país como territorio libre de circulación endémica de sarampión y rubéola. Esto es un logro significativo, pero no reduce la importancia de vacunarse, pues al estar presentes en otros países, estas enfermedades pueden llegar a Colombia a través de viajeros que llegan al país, como se ha registrado en los últimos años.
La cifra
99 % han disminuido los casos de poliomielitis en el mundo desde 1988 cuando se registraron unos 350.000.
Vendrán otras pandemias y epidemias
Las enfermedades infecciosas y contagiosas están asociadas a la vida humana; por eso, mientras exista la evolución, siempre habrá un virus más fuerte. A nuestro favor podemos contar con unos sistemas de vigilancia epidemiológicos fortalecidos que pueden alertar a todos los países de un nuevo caso sospechoso; una coordinación internacional liderada por la OMS; y un potencial para crear vacunas en tiempo récord.
No hay que bajar la guardia
Algunas enfermedades transmisibles, tropicales o zoonóticas siguen presentes en nuestro país y no debemos bajar la guardia frente al cuidado: zika, dengue (hasta el momento la vacuna no ha sido precalificada por la OMS) y chikungunya. Otras, como influenza, hepatitis B, fiebre amarilla y difteria, se pueden prevenir con una vacuna.
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