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Bienestar Colsanitas

¿Por qué Wilson, el perro rescatista, no tenía GPS?

El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) se usa en los collares de los animales, pero un perro de rescate no debe utilizar implementos con los que se pueda enredar y así obstaculizar su labor o poner en riesgo su vida. Le explicamos sus riesgos.

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Luego de 40 días en la selva, el 9 de junio aparecieron los niños indígenas perdidos tras el accidente de la avioneta en la que se transportaban sobre la Amazonía colombiana. Según se ha informado, Wilson, un perro pastor belga malinois, fue clave para encontrarlos.

Sin embargo, el 18 de mayo Wilson desapareció y hasta este momento no ha sido posible dar con su paradero. Pero “la búsqueda no ha finalizado. Nuestra premisa es: ninguno se queda atrás. Los soldados continúan la operación para encontrar a Wilson”, ha dicho el Ejército Nacional de Colombia.

En redes sociales los ciudadanos se han preguntado por qué Wilson no contaba con un GPS para su localización. Carlos Pérez, jefe del Centro Nacional de Recuperación de Personal de la Fuerza Aérea Colombiana, señaló en la emisora Blu Radio que a estos animales “normalmente no se les pone un GPS”. De entrada porque no es normal que los perros de rescate se alejen en cualquier escenario de su binomio, es decir, del humano que los entrena y a quien responden. “Hay que entender también que el tener el GPS en esta área es muy complejo porque las comunicaciones no son fáciles y es complicado recargar la batería por tantos días, no se logra mantener la señal”, dijo Pérez en la emisora.

Adriana Ricaurte, cartógrafa e ingeniera geográfica y ambiental, señaló a través de su cuenta de Twitter algo similar: “Los GPS no funcionan bien en la selva espesa y con árboles de más de 40 metros; estos reciben señal satelital y para eso necesitan de un cielo despejado; en la selva aumentaría el margen de error de estos equipos”. Por esto, continuó en el hilo, “sería completamente inútil que Wilson y los demás perros perdidos en la selva del Guaviare llevaran un GPS”. Además, los GPS se ponen en los collares, y un perro de rescate no debe utilizar implementos con los que se puedan enredar y poner en riesgo su vida.  

CHIP MASCOTA CUERPOTEXTO

Cuando se pierden las mascotas

Wilson es un perro de rescate y búsqueda de personas. Hace parte del grupo de animales seleccionados y entrenados por grupos oficiales de rescate para apoyar con sus habilidades una operación, como lo fue la Operación Esperanza para dar con los niños indígenas. Por eso se diferencian de los animales de compañía cuya única labor es acompañarnos, y dar y recibir cariño.

Como tenedores de perros y gatos domesticados, es nuestra labor cuidarles, protegerles y evitar que se pierdan. Para ello, Diana Ibagón, médica veterinaria, recomienda que perros y gatos con hogar cuenten con un microchip de identificación. Además, siempre deben tener puesto su collar y una placa de identificación con el número telefónico de su humano.

Según el Instituto de Protección Animal (IDPYBA) de la Alcaldía de Bogotá, el microchip es un dispositivo electrónico del tamaño de un grano de arroz que se implanta en la parte superior del cuello del animal, debajo de su piel. Los materiales de los que está hecho hacen que al entrar en contacto con el organismo quede fijo y no se desplace por el cuerpo. 

La implantación se asemeja al proceso de inyección de una vacuna. Es un procedimiento muy sencillo que da seguridad y sirve como medida adicional para cuidar a las mascotas. Cada microchip contiene un número único de 15 dígitos que identifica a cada animal y a su respectivo cuidador. “Para viajar en un avión deben estar marcados con el microchip de identificación. Es como la cédula del animal que lleva a todos lados”, explica Ibagón.

En caso de que el animal se pierda, es posible identificar ese número utilizando un lector de microchips y consultar en el sistema los datos del mismo y de su tenedor para devolverlo.

Los microchips tradicionales no tienen GPS pero actualmente es posible conseguir en el mercado otros collares con tecnología de rastreo, en caso de que una persona quiera una medida extra de seguridad para su mascota cuando la saca a pasear, con su correa habitual, para no perderla de vista.

Sin embargo, para proteger a las mascotas del extravío no solo están las medidas tecnológicas. Los cuidadores deben acostumbrar a su perro o gato a obedecer por su nombre. Ibagón explica que es posible enseñarles a través de estímulos positivos, dándoles una recompensa cada vez que digas su nombre y el animal acuda. 

Los cuidadores de gatos deben tener en cuenta, también, que no deben dejar salir a sus felinos, y poner mallas en las ventanas para evitar que se escapen. Somos responsables de nuestros animales y debemos tenerlo siempre presente.

 

*Bienestar Colsanitas.

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