El reciente video del Dalái Lama besando a un niño en la boca nos recuerda que no debemos exponer ni tolerar este tipo de acciones donde prevalece el deseo de los adultos, pues representan un riesgo psicológico y físico para ellos.
Recientemente el Dalái Lama, líder del budismo tibetano, generó fuertes cuestionamientos por un video en el que un niño se acerca a pedirle un abrazo y segundos después el líder tibetano le señala su boca y lo besa, a lo que el niño responde con notable incomodidad. Después le pide “chupar su lengua” (según lo que se alcanza a leer entre labios) y el niño, visiblemente confundido debido a la figura de autoridad que representa el líder, se acerca pero no la extiende del todo.
La situación ha generado indignación mundial, porque se trata de una conducta abusiva que no se puede normalizar, ni siquiera dentro de las familias pues representa un riesgo psicológico y físico para los niños que no tienen del todo desarrollado el poder de discernimiento para evaluar la situación y detenerla.
Es necesario tener en cuenta que este tipo de besos generalmente ocurren como una necesidad de los adultos y no como intención del menor y que no son necesarias para expresar cariño, afecto o amor. “Cuando se hace objeto a un menor de edad de besos en la boca o actos similares se afecta la integridad sexual del niño, quien, por sus condiciones de inmadurez debido a su edad, no comprende la naturaleza y trascendencia de estos actos. No se trata de conductas que denotan un trato afectuoso hacia el menor, sino de acciones dirigidas a satisfacer el instinto sexual del victimario”, determinó la Corte Suprema de Justicia frente los besos en la boca en la sentencia SP 15269 de 2016.
Los besos en la boca pueden generar alteraciones en el proceso de maduración sexual de un niño. De acuerdo con la psicóloga sistémica familiar Luz Ángela Rodríguez, “los besos en la boca son de tipo erótico, pueden alterar la emocionalidad del niño y representan un riesgo en el desarrollo de las etapas de crecimiento y despertar sexual. También ponen en riesgo los límites que debe aprender a trazar el niño”.
Besar en la boca a un niño no solo lo pone en riesgo psicológico, también físico, pues lo expone a la transmisión de bacterias mediante la saliva. “Los pediatras recordamos a los padres la importancia de evitar esta costumbre con los niños. Primero porque se transmite la flora de cada persona en la saliva, entonces se pueden contraer enfermedades virales o bacterianas que no deberían desarrollarse en los niños. Asimismo, la crianza saludable implica también la salud psicológica y sexual de los menores. Entonces se debe asegurar un ambiente adecuado en el que se críe conforme a la edad y estableciendo los límites necesarios”, explica la pediatra Rosella Mariucci Henao, adscrita a Colsanitas.
Este caso tan viral sirve para recordar las claves para prevenir el abuso en menores. Estas son las recomendaciones de la psicóloga Luz Ángela Rodríguez para enseñar a los niños a establecer límites y tomar medidas de prevención de abuso desde la infancia.
1. Aprender a decir y respetar el no. Desde los primeros meses de vida, a través de la comunicación no verbal podemos enseñar a decir no. La doctora Viviana Zapateiro, psicóloga adscrita a Colsanitas, explica en el artículo La importancia de enseñar a los niños a decir no que esta poderosa palabra es una habilidad social que permite configurar límites claros: “dónde termina mi límite y donde empieza el del otro”.
2. Enseñar a los niños qué y cuáles son las partes privadas y públicas. En actividades como ir al baño, o tomar una ducha, se debe enseñar a los menores las partes que solo deben ser tocadas por ellos mismos, pues corresponden a su intimidad.
3. Explicar tipos de muestras de afecto. En nuestra cultura, los abrazos o los besos en la mejilla, constituyen formas de afecto de la cotidianidad. Por eso es indispensable explicar cuándo un abrazo deja de ser normal, cómo una persona no debe acariciar o sentar en las piernas a un niño y también, entender a un niño que no quiere tener un acercamiento con alguien. No debemos obligar a los niños a saludar de beso siempre.
4. Abrir espacios de comunicación y de escucha. Esto es vital para que en el futuro los niños puedan expresar alguna situación incómoda que vivieron. Debemos demostrarles atención y no minimizar sus problemas. Si no siente esa atención y apoyo por parte de los padres, posiblemente no comunique a nadie lo que le pudo incomodar.
5. Hablar de los secretos buenos y malos. Dentro de las conductas abusivas a menores, el chantaje o el dejarlo como un “secreto” están muy presentes. Por eso en las edades tempranas se debe explicar a los niños que no hay secretos; por más cercana que sea la persona que le pide mantener una información en secreto.
6. Estar alerta con la tecnología. Antes de la adolescencia no es recomendable que los niños tengan un aparato tecnológico propio, aunque realmente sea muy difícil ceñirse a este consejo. Así que si se usan aparatos tecnológicos deben controlarse. Las redes de pornografía infantil o contenido que no debe ser visto por menores, aparece incluso más en las páginas destinadas para niños.
*Bienestar Colsanitas.
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