En el Día Mundial de los Océanos, le recordamos que los cambios individuales, que luego se convierten en colectivos, son fundamentales para proteger estos importantes ecosistemas.
Los océanos desempeñan un papel crucial en la salud y supervivencia de la Tierra, además de ser el hábitat de una diversidad de especies que sustentan la vida.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), “el océano produce al menos la mitad del oxígeno del mundo, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Es lo que hace posible la vida no sólo para los humanos, sino para todos los organismos de nuestro planeta”.
También tienen un rol preponderante en la regulación del clima y en la producción de oxígeno. De acuerdo con NOAA, los océanos generan aproximadamente el 50 % del oxígeno que respiramos y actúan como un sumidero de dióxido de carbono, absorbiendo alrededor del 30 % de las emisiones generadas por las actividades humanas.
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A pesar de su importancia vital, los océanos enfrentan desafíos cada vez mayores. La contaminación causada por plásticos y productos químicos, la pesca excesiva y destructiva, así como el cambio climático están amenazando el equilibrio de estos ecosistemas marinos.
La buena noticia es que todos podemos marcar la diferencia en la protección y conservación de los océanos. En el marco del mes internacional de los océanos, la Mesa de Biodiversidad de Pacto Global Red Colombia y la organización Agenda del Mar nos invitan a sumarnos a la causa brindando ideas y acciones concretas para contribuir a la recuperación de nuestros océanos: desde reducir el uso de plásticos de un solo uso hasta apoyar iniciativas de pesca responsable y promover la educación ambiental, existen diversas formas en las que cada persona puede marcar la diferencia.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) recomienda varias iniciativas de conservación, restauración y cuidado de los hábitats y las especies tanto costeras como oceánicas:
Desde el turismo
- No consumir carne ni huevos de especies amenazadas o que se encuentren en periodo de veda (comercialización prohibida).
- Denunciar el tráfico ilegal de elementos que tengan como materia prima recursos de los ecosistemas oceánicos que estén en peligro.
- Apoyar hospedajes amigables con el medio ambiente en las zonas costeras.
- Evitar tirar basura en las playas.
- Tomar las medidas de seguridad respectivas para el avistamiento de especies marinas.
Desde la pesca
- Realizar prácticas responsables de buceo o careteo.
- Pescar con artes de pesca responsables y sustentables.
- Usar ojos de malla que respeten la talla media de madurez sexual de las poblaciones que se busca capturar (ojos por encima de 2¾” para camarón y 3½” para peces).
- Respetar las vedas o áreas protegidas.
- Respetar y cuidar las zonas de pesca artesanal.
- Proteger las especies en peligro.
- Evitar el uso de artes de pesca como la changa y el riflillo.
- Devolver al agua especies vivas de tallas pequeñas, que no han alcanzado su madurez, siempre y cuando su arte lo permita.
- Usar el anzuelo circular o curvo para evitar la pesca incidental de tortugas marinas.
- Proteger zonas de criaderos como pozas, manglares, esteros y riscales.
- Rotar los sitios de pesca y diversificar sus métodos.
- No abandonar sus equipos de pesca en mal estado en el mar y así evitar la “pesca fantasma”.
Desde casa
- Evita el uso de plásticos de un solo uso.
- Implementar la separación de residuos.
- Ahorrar en el consumo de agua.
- No comer especies que se encuentren en riesgo o amenaza de extinción como: pez loro, pez espada, marlín, mero, rayas y tortugas marinas (huevos y carne).
- Preferir las especies que fueron capturadas con artes de pesca selectivas.
- Intentar beneficiar a las comunidades de pescadores artesanales con su compra.
- Preguntar si su proveedor cuenta con alguna certificación que demuestre la sostenibilidad de su actividad pesquera.
La protección de los océanos no es solo una responsabilidad de las organizaciones y los gobiernos, sino también una tarea individual y colectiva para garantizar un futuro sostenible.
*Bienestar Colsanitas.
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