Ahora que todos estamos buscando la manera de salir bien librados del aislamiento, es oportuno recordar una herramienta poderosa y efectiva: la terapia a través de la música.
aría Stephanie Vanegas es Licenciada en Música y Musicoterapia. Dicta clases de estimulación e iniciación musical para bebés, niños y personas mayores, también hace sesiones de musicoterapia individuales y grupales para población con discapacidad, jóvenes, neurotípicos y para personas mayores. Para ella, la musicoterapia puede ayudarnos a encontrar equilibro, promover procesos de duelo, favorecer la convivencia, bajar los niveles de ansiedad y de frustración que se están generando a raíz de la incertidumbre, los cambios en las rutinas y la sobredosis de información.
Además, la Musicoterapia podría ser una herramienta poderosa para acompañar tanto a las personas diagnosticadas con COVID-19, como a las familias y los equipos clínicos. Aunque teniendo en cuenta la novedad de la enfermedad y el afán por frenar su expansión, entre otras cosas, es poco probable que terapias de este tipo se tomen en cuenta, al menos en esta etapa.
En este contexto, ella asegura que la musicoterapia también podría servir para dar continuidad a los procesos terapéuticos de personas con alguna discapacidad que han tenido que interrumpir sus sesiones de fonoaudiología, terapia ocupacional y similares por las medidas de aislamiento preventivo. Para muchos, esto puede significar un retroceso.
La Federación Mundial de Musicoterapia (WFMT) define la musicoterapia como el uso de la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un profesional con una persona o grupo en un proceso diseñado para facilitar y promover la comunicación, el aprendizaje, la movilización, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, con el fin de lograr cambios y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
Se ha comprobado que la musicoterapia es un medio para fortalecer y potenciar habilidades, un camino que las personas pueden tomar para sanar, reencontrarse y hacerse cargo de sí mismas y que permite fortalecer la autoestima, el amor propio, la autonomía y, en consecuencia, mejorar los vínculos y las relaciones personales.
Para iniciar un proceso de musicoterapia es necesario contar con un profesional en la disciplina que acompañe, desde sus conocimientos y experiencia, a quienes tomen este camino. Sin embargo, Vanegas sugiere algunos ejercicios sencillos, inspirados en la musicoterapia, que se pueden realizar en casa en estos días de aislamiento.
● Haga su biografía musical: identifique canciones que han marcado diferentes momentos de su vida.
● Piense qué canción le gustaría que le dedicaran y por qué.
● Piense qué canción le gustaría dedicar, a quién y por qué.
● Piense en una canción con la que se sienta identificado en este momento.
● Ejercicio de karaoke: cante y luego analice la experiencia. Identifique las sensaciones experimentadas.
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