Parecen menos nocivos, pero hay evidencia suficiente de que los dispositivos electrónicos para fumar pueden tener efectos tan adversos como los cigarrillos de siempre. El Ministerio de Salud ya alertó sobre los problemas de consumirlos.
n 2019 se reportaron en Estados Unidos más de 2.000 casos de personas con enfermedad pulmonar y con síntomas como dificultad para respirar, fatiga, náuseas, tos y fiebre. Esta epidemia misteriosa tenía un denominador común y era el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores. Los pacientes con estos problemas dijeron usar estos productos, y además no tenían otras complicaciones que explicaran por qué estaban enfermos. Murieron alrededor de 40 personas en ese país por estas causas en el segundo semestre del año pasado.
Estos episodios y los reportados en otros países alertaron a la comunidad científica en todo el mundo, que ya lleva varios años analizando los riesgos de utilizar los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
¿Qué son?
Según el Ministerio de Salud, los vapeadores son dispositivos que funcionan con baterías que calientan un líquido para crear el vapor que los usuarios inhalan. Los hay de dos tipos: los sistemas electrónicos de suministro de nicotina (SEAN), es decir, que proporcionan el componente adictivo de los cigarrillos comunes, y los sistemas electrónicos sin suministro de nicotina (SSSN), que permiten inhalar otras sustancias como el tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del cannabis.
En septiembre de 2019, el New England Journal of Medicine presentó los resultados de una investigación en la que evaluó a 53 pacientes de los estados de Illinois y Wisconsin en Estados Unidos con enfermedad pulmonar. Encontró que el 84 % había utilizado vapeadores para consumir THC, así como otras sustancias. La gran mayoría de estas personas presentaron síntomas pulmonares, gastrointestinales y generales como malestar y fiebre. Aunque hacen falta resultados más concluyentes, el estudio afirma que el vapor de los SEAN y los SSSN no es inofensivo.
¿Qué compuestos tienen?
Además de la nicotina de los SEAN, en los vapeadores también hay propilenglicol, una sustancia que inhalada a altas temperaturas puede producir irritación de ojos, garganta y vías aéreas. Igualmente hay presencia de sustancias asociadas al cáncer como metales pesados, formaldehído, acetona y benceno, entre otras. Estos productos contienen además partículas ultrafinas que al ingresar a los pulmones aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y asma. También contienen glicerina y saborizantes.
Sin embargo, es más preocupante aún que todavía no se sepa cuáles son todas las sustancias presentes en estos dispositivos, dice Natalia Londoño, neumóloga de Colsanitas, pues no todas se conocen. De esta forma, tampoco es posible averiguar qué tan perjudiciales pueden ser para la salud.
"16 % de los universitarios colombianos ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez".
¿Qué problemas pueden causar?
Según el Ministerio de Salud, el uso de cigarrillos electrónicos está asociado a mayor riesgo cardiovascular, doble riesgo de sufrir infarto agudo del miocardio, riesgo de desarrollar cáncer y síntomas pulmonares como los que presentaron los enfermos en Estados Unidos. Aún así, aclara la doctora Londoño, todavía hace falta definir con exactitud cuáles son las enfermedades que pueden surgir del consumo de estos dispositivos y si también pueden afectar la salud de las personas que estén cerca de los fumadores.
Los cigarrillos electrónicos no sirven para dejar de fumar
Una de las razones por las cuales se utilizan cigarrillos electrónicos es porque supuestamente ayudan a disminuir el consumo de cigarrillos comunes, pero esto es falso. En Colombia estos dispositivos no tienen registro del Invima para venderse como medicamento o como insumo médico. Por otro lado, la doctora Londoño aclara que no hay evidencia suficiente que respalde su uso como terapia para dejar de fumar. Para eso existen las terapias con medicamentos y la terapia cognitivo conductual, cuya efectividad sí ha sido probada científicamente.
Los cigarrillos electrónicos y vapeadores son productos recreativos que definitivamente, dice Londoño, no hacen parte de los hábitos de vida saludable deseables para una persona que quiere vivir su vida a plenitud. Por eso ella recomienda abstenerse de consumirlos por completo, pues pueden ser tan o más dañinos que los cigarrillos comunes.
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