Qué hacer, qué evitar y algunas ideas para acompañar bien a familiares, compañeras y amigas durante el embarazo y la maternidad
o existe un solo tipo de embarazo, ni un solo tipo de mamá, ni un solo tipo de bebé, ni un solo tipo de crianza. La maternidad y todo lo que esto implica se manifiesta y asume de maneras múltiples y distintas y sobre todo, lo que fue apacible y práctico para una mamá, puede ser arduo para otra. Tampoco existe, entonces, una sola fórmula para ser un amigo afectuoso, atento y útil de alguien que está en embarazo o que acaba de tener a su bebé. Sin embargo, hablamos con la pediatra Gloria Inés Escobar, adscrita a Colsanitas, y consultamos con algunas mamás para construir unas recomendaciones basadas en el cuidado y el bienestar que pueden entrar a la baraja de acciones para estar presente para ella –ellos– de la mejor manera.
No desaparecer, siempre preguntar
Muchos creen que la respuesta ante un “estoy embarazada” o “ya tuve mi bebé” es alejarse con la excusa de darle al otro espacio para que procese su maternidad. Tal vez ese espacio sí sea necesario, pero no asuma que es así. Hágale saber a su amiga que usted está ahí y pregúntele de vez en cuándo cómo va, si quiere salir, si quiere distraerse, si necesita algo, en qué estado de ánimo se encuentra o incluso si prefiere estar un tiempo sola o con su círculo más íntimo. Pregunte lo que sea necesario para saber qué tan cerca o qué tan lejos debe estar.
Hacer planes temprano
Cuando se está en estado de embarazo, la energía puede estar limitada y la fatiga hace que la hora de dormir se adelante. Si quiere invitar a una mujer embarazada a un plan es bueno que sea temprano: un brunch, un almuerzo, una película en la tarde, unas onces. Así puede asegurarse de que ella disfrute del plan y pueda irse a descansar cuando su cuerpo lo pida. Una vez nace el bebé la clave es de nuevo la pregunta: si quiere ser visitada o quiere salir y a qué hora es más conveniente.
Ni ver el noticiero ni contar historias trágicas
Una de las recomendaciones que da la doctora Escobar a sus pacientes, sobre todo durante el embarazo, es no ver el noticiero, evitar los escenarios estresantes, los gritos y las historias violentas. Ella afirma que por los cambios hormonales hay una mayor sensibilidad a todo lo que ocurre. Por eso que el llamado como amigos es a hablar de historias más tranquilas y propiciar ambientes de calma que sean también estimulantes para el bebé.
Si no se pide su opinión, abstenerse de darla
Hay quienes creen que una forma de estar presentes para sus amigas o familiares en embarazo, o en los primeros meses con el bebé, es dando su opinión o concediendo consejos sobre lactancia, crianza, alimentación, rutinas o cualquier tema relacionado con la maternidad. Sin embargo esto esto puede resultar abrumador y desacertado a los ojos de la nueva mamá. Permita que ella tenga su proceso y que sea ella quien se acerque a pedir su opinión si es que así lo requiere.
"La maternidad y todo lo que esto implica se manifiesta y asume de maneras múltiples y distintas y sobre todo, lo que fue apacible y práctico para una mamá, puede ser arduo para otra".
No hacer visitas sorpresa
Otra de las recomendaciones enfáticas que hace la doctora Escobar es visitar a la madre y al bebé después de los dos meses de su nacimiento. Esto es decisión de los papás, pero es un buen dato para saber en qué momento empezar a proponer hacer una visita. Es importante no llegar de sorpresa porque la mamá puede no estar en disposición de recibirlo. Si usted es muy cercano y quiere hacer un regalo es una buena idea preguntar qué tipo de regalos le han dado o qué le falta para que llegue con algo que necesiten la mamá o el bebé.
Contemplar a la distancia
Cuando se va a conocer un bebé recién nacido es importante considerar algunas cosas: una vez llegue a la casa quítese la chaqueta si lleva puesta una, lávese las manos y respete los espacios y dinámicas que ponga la madre. Si el bebé está dormido no lo despierte, lo importante ahí es el bienestar del bebé y no el afán de novedad por conocerlo. Tampoco es conveniente tocarlo mucho, ni besarlo, ni poner la cara muy cerca del bebé porque puede contagiarse si tenemos algún virus o enfermedad. No mecer fuertemente o subir y bajar al bebé porque en el cerebro tienen unos vasos sanguíneos que pueden romperse con algún movimiento brusco.
No esperar ser atendido
Cuando vaya a visitar a su amiga en embarazo o a conocer el bebé, no espere ser atendido; solo vaya si está dispuesto a ayudar y a acomodarse a los horarios y las rutinas de la mamá y del bebé. Si puede lleve comida preparada para compartir, algunos víveres o cocine para ellos, si en la casa hay otro hijo o una mascota ofrezca llevarlos a dar un paseo. Si ve ropa sin lavar o la casa algo sucia y tiene la suficiente confianza puede proponer asistirlos con la limpieza. Todas estas acciones son un alivio de carga para la mamá, seguro serán bien recibidas.
Priorizar a la mamá
Cuando el bebé está sano, normalmente tiene todas sus necesidades suplidas: se está alimentando, está abrigado y tiene toda la atención de quienes lo rodean. La mamá, en cambio, está atravesando por muchos cambios hormonales, emocionales, físicos y de rutina. Es bueno poner a la mamá como prioridad en las conversaciones, en las preguntas y en las visitas. La invitación es a darle una consideración adicional a las mamás.
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