Este líquido fermentado de textura suave y ligera, con un sabor similar al yogur, se ha vuelto muy popular por sus numerosas propiedades para la digestión y la salud.
El kéfir es un producto hecho a base de probióticos, es decir, que tiene bacterias vivas que ayudan a regenerar la velocidad intestinal, así lo explica la doctora Alicia Cleves, nutricionista-dietista adscrita a Colsanitas. “Además tiene probióticos y prebióticos, lo que significa que tiene una combinación de bacterias y levaduras que ayuda a la digestión y que, más allá de contribuir a un microbiota saludable, favorece el fortalecimiento del sistema inmunológico protegiendo al organismo de células malignas, bacterias y enfermedades crónicas”, comenta la la doctora Cleves.
Origen
El kéfir podría describirse como una bebida láctea, probiótica, nutritiva y fermentada, hecha a partir de granos de kéfir. Estos granos no son similares al trigo o la cebada, sino más bien una mezcla gelatinosa de bacterias, levaduras, proteínas, lípidos y azúcares, que tienen una forma similar a la de la coliflor.
Estos granos son originarios de la cordillera del Cáucaso (entre Asia y Europa) y fue allí donde experimentaron con ellos por primera vez, mezclándolos con leche (de cabra o de vaca) en bolsas hechas con piel de animal, dejando que los granos se fermentaran hasta formar una bebida similar al yogur, pero de textura más ligera.
Se puede hacer en casa
Hoy en día venden los granos de kéfir para que cualquier persona haga su propio cultivo en casa. Una vez tenga los granos, lo único que debe hacer es ponerlos en un frasco de vidrio previamente esterilizado con un poco de leche (puede ser de vaca, de cabra, de coco), taparlo con un filtro de café o una toalla y dejarlo fermentar durante 24 horas a temperatura ambiente, lejos del sol.
Posteriormente, debe colar el líquido fermentado con un colador que no sea metálico, ayudándose de una cuchara de palo (ambos instrumentos previamente esterilizados) y reservar los granos remanentes de kéfir para iniciar una próxima porción. El kéfir, por su sabor y textura, es una bebida ideal para hacer smoothies o para comerlo con avena, cereales o granola. También sirve para hornear panes o para hacer aderezos de ensaladas.
Beneficios
- Mejora la digestión y el estreñimiento.
- Es antiinflamatorio y antimicrobiano.
- Es una buena fuente de calcio, por lo que es una bebida que puede ayudar a fortalecer la salud de los huesos, para prevenir enfermedades como la osteoporosis.
- Puede ayudar a controlar los niveles de colesterol en la sangre.
- Es una buena fuente de Vitamina A, D y Vitamina B12, magnesio y fósforo, nutrientes esenciales para la salud cardiovascular, reproductiva y del sistema nervioso central.
Perfil nutricional
De acuerdo con la base de datos nutricionales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), una taza de 8 onzas de kéfir tiene, aproximadamente:
- Calorías: 139
- Proteínas: 8 gramos
- Grasas: 8 gramos
- Carbohidratos: 9 gramos
- Azúcares: 7 gramos
- Fibra: 0 gramos
- Calcio: 300 miligramos (el 30 % de la porción diaria recomendada)
- Sodio: 91 miligramos (el 4 % de la porción diaria recomendada)
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