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Bienestar Colsanitas

Hipertensión y disfunción eréctil

Según la OMS, uno de cada tres pacientes con trastornos en la presión arterial padece disfunción eréctil. Un experto nos ayuda a entender las relaciones entre ambas dolencias.

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asta hace poco era tabú acudir al urólogo por problemas en el desempeño sexual. Pero cada vez son más los hombres, incluso desde edades tempranas, que exponen abiertamente sus dificultades en el momento de mantener una erección. Una de las causas asociadas a esta patología masculina es la hipertensión arterial (HTA), y prevenirla y tratarla es un asunto de salud pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la presión arterial como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Cuando esta tensión es persistentemente alta, el corazón tiene que hacer más esfuerzo para impulsar la sangre, y por eso este trastorno eleva las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.

Artículos especializados advierten que entre el 20 y el 35 % de la población adulta en América Latina y el Caribe presenta HTA. En Colombia es la principal causa de consulta externa, especialmente en personas mayores de 45 años. Lo peor de todo es que más de la mitad de quienes la padecen no lo saben y, por lo tanto, no se la tratan.

La disfunción eréctil

Carlos Alberto Larios, médico urólogo de la Clínica Colombia, explica que el daño arterial que presentan los hipertensos repercute en un flujo sanguíneo insuficiente hacia el pene, y de ahí la imposibilidad de mantener la erección durante el acto sexual. Como la arteria profunda es la encargada de llenar los cuerpos cavernosos del órgano masculino, cuando se tapona no puede hacer bien su trabajo. Ahí es cuando la disfunción eréctil se convierte en un síntoma que alerta sobre un mal mayor que debe atenderse de inmediato.

El especialista asegura que existe también una relación entre el síndrome metabólico, la hipertensión arterial y la disfunción eréctil, puesto que la obesidad, los niveles elevados de colesterol y lípidos en la sangre y la diabetes contribuyen al taponamiento de las arterias y llevan a la impotencia; además, producen disminución de los niveles de testosterona y, por lo tanto, una pérdida drástica del deseo sexual.

“Varios estudios que involucran cantidades importantes depacientes han encontrado que a mayor número de factores de riesgo para síndrome metabólico, mayor posibilidad de disminución en los valores de testosterona. Se podría extrapolar y decir que a mayor riesgo de hipertensión arterial, mayor riesgo de impotencia, y como va muy de la mano con los factores de riesgo para desarrollar síndrome metabólico, también los pacientes van a presentar un bajo deseo sexual”, indica Larios.

"El tratamiento temprano de la presión arterial elevada puede atenuar la patología eréctil, no solo por el consumo de los fármacos, sino por el necesario cambio en los hábitos".

El tratamiento

En el ámbito científico se ha discutido sobre la responsabilidad que podrían tener en la función sexual los medicamentos para tratar la hipertensión arterial. Al respecto, Carlos Alberto Larios dice que “En la actualidad, hay medicinas para el manejo de la HTA que no tienen como efecto secundario la disfunción eréctil, y son usadas por los especialistas, sobre todo en hombres jóvenes”, argumenta el especialista.

El doctor Larios también recuerda que el tratamiento temprano de la presión arterial elevada puede atenuar la patología eréctil, no solo por el consumo de los fármacos, sino por el necesario cambio en los hábitos, que incluye dieta, actividad física y dejar de fumar. Siempre el manejo de la hipertensión arterial debe ir acompañado de cambios en los hábitos, porque a los medicamentos también hay que ayudarles.

HTA en la sexualidad femenina

El especialista refiere que la hipertensión actúa de la misma forma en hombres y mujeres, tanto en alteraciones en el deseo como en lubricación y dilatación. Esta anomalía en la circulación de la sangre produce cambios en la microvasculatura vaginal y clitoriana, con lo cual se afecta la capacidad de experimentar el orgasmo y de tener relaciones sexuales satisfactorias; incluso, a veces puede generar dolor.

Cuando se controla adecuadamente la hipertensión en estas pacientes, se mejora la función sexual femenina. Acá aplica lo mismo para los medicamentos: es mejor para la salud sexual general usarlos que no usarlos.

Para todos, la recomendación es adoptar hábitos y estilos de vida saludables que ayudan a combatir la hipertensión arterial, especialmente una dieta alta en fibra, baja en grasas, en sal y en azúcares, aumentar la actividad física, controlar el peso, moderar la ingesta de alcohol y reducir a cero el consumo de productos derivados del tabaco.

Karem Racines Arévalo

Es una periodista colombo-venezolana egresada de la Universidad Central de Venezuela. Llegó a Bogotá en 2011 para escapar de la confrontación política de su país. Después de vivir en la capital colombiana cinco años, decidió mudarse cerca del mar, que tanta falta le hacía, y desde hace dos años vive en Santa Marta. Es docente de periodismo en la Universidad del Magdalena y en la Sergio Arboleda. Es colaboradora frecuente de la revista Bienestar.